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Las cosas empezaron a cambiar un par de días más tarde.

Abril había estado fuera en el aire fresco de noviembre, finalmente quitando sus decoraciones de Halloween. Presley estaba tomando una siesta, y Samantha se suponía que estaba en el teléfono con Toby repasando los toques finales de uno de sus proyectos más recientes.

Sin embargo, la chica de ojos marrones se sorprendió cuando Samantha llegó disparando a través de la puerta principal al porche. Abril casi se cae de la pequeña escalera sobre la que mantenía el equilibrio, y rápidamente se agarró a la barandilla para equilibrarse.

—Tienes que venir dentro —Samantha la miró con los ojos muy abiertos y con una expresión que Abril no pudo leer—. Ahora.

La chica más joven, confundida, saltó rápidamente de la escalera mirando a Samantha con confusión. Sin embargo, su esposa no le ofreció una explicación. Antes de que Abril pudiera abrir la boca, la chica de ojos verdes había desaparecido de nuevo en la casa.

Frunciendo las cejas, Abril tiró rápidamente las decoraciones en sus manos a un lado y se apresuró a entrar.

—¿Sami? —dijo en voz alta, al no ver rastro de su esposa. Se dirigió hacia el pasillo y retorció sus manos con nerviosismo.

Puso sus manos sobre su boca para callar el jadeo cuando Samantha saltó rápidamente por detrás de la pared y agarró la mano de Abril.

—Shh —la chica de cabello negro se encontró con los ojos de Abril—. Escucha.

Confundida, pero confortada por el hecho de que Samantha estuviera allí, Abril se arrodilló junto a la chica en el medio del pasillo. Envió a su esposa una mirada interrogante, pero momentos más tarde algo más le llamó la atención.

—Oh... let me be your teddy bear

Abril y Samantha se miraron. Las cejas de la chica más pequeña estaban juntas y ella negó con la cabeza, no reconociendo la voz.

—Ella está cantando —susurró Samantha, apuntando a la puerta de Presley que estaba un poco abierta.

—¿Es Presley? —la mandíbula de Abril se abrió en estado de shock, la repentina ráfaga de energía de Samantha ahora estaba teniendo sentido. La chica de cabello negro asintió, levantando un dedo para mantener a Abril callada cuando la pequeña voz cantó la misma línea de nuevo.

—Creo que sé dónde obtuvo su nombre —Samantha habló después de unos momentos de silencio, manteniendo su voz baja y volviéndose a Abril—. Esa es una canción de Elvis.

—¿Elvis Presley? —Abril levantó una ceja y pensó por unos momentos. Samantha se rió en voz baja cuando vio que la realización se dibujó en el rostro de su esposa.

—No —Samantha rápidamente agarró la mano de Abril cuando la chica comenzó a ponerse de pie. Confundida, Abril se detuvo, volviéndose a Samantha e inclinando la cabeza hacia un lado.

—No deberíamos estar escuchando —Samantha se mordió el labio, moviendo la cabeza hacia la puerta—. Ella va a hablar con nosotras cuando esté lista, ¿verdad? Yo... sólo quiero hacer esto de la manera correcta.

—Oh —Abril susurró colocándose suavemente de rodillas de nuevo—. Tienes razón, Sami —ella asintió. La chica de ojos marrones miró hacia la puerta de Presley—. ¿Crees que nos odia?

Samantha no pudo evitar reír ante la pregunta de Abril y negó con la cabeza. Agarrando la mano de su esposa, las condujo a la sala de estar, colapsando en el sofá y tirando de Abril a su lado.

—¿Por qué nos odiaría?

—No lo sé —Abril se encogió de hombros, instintivamente acurrucándose al lado de Samantha—. Yo sólo... no quiero echarlo a perder.

Green ( rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora