CAPÍTULO 15: Ellos lo harán

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FLASHBACK: Día del Brote

Los disparos llenaban de miedo y
desesperación TODAS las calles del vecindario. Comenzó a llenarse el pavimento de un espeso humo de pólvora.

La gente corría aterrada al ver a los cadáveres devorarse a los desafortunados. Las calles comenzaron a llenarse de tránsito, múltiples autos hacían sonar sus bocinas.

Mientras, en esa solitaria cuadra, se encontaba Norman, junto a Anna, Cooper, quien llegó ahí luego de ver que la empresa de Norman ya no era segura, y una vecina de ellos.

La puerta de la elegante casa se mantenía constantemente abierta; ya que estás personas, metían su equipaje y otras cosas útiles en la enorme camioneta de Norman.

-Estaba como loca, pude calmarla- comentó angustiado Rewben, el hermano menor de Norman, que por lo que me dijo Cooper, eran muy parecidos. Los dos hablaban en voz baja en la planta baja de la casa.

-No la culpo... nosotros vimos cosas horribles- comentó de vuelta Norman -¿Quién es el chico?- dudó Rewben -creo que su nombre es Lloyd- miró a Cooper -iba a ayudarme en algo de mi empresa, pero todo se salió de control y tuve que traerlo. Vendrá con nosotros- afirmó Norman.

-Cariño ¿puedes ayudarme?- llegó Anna mientras bajaba algo pesado de las escaleras. Rewben lo levantó sin molestia y lo llevó a la camioneta.

Anna miró a Norman. -Y... ¿el "hermano mayor" salvará el día?- preguntó en forma coqueta. Él se limitó al verla con una sonrisa satisfactoria.

Rewben entró quejándose; rompiendo el silencio. Anna, al ver que éste no estaba conforme, se puso nerviosa de vuelta, su expresión cambió por completo.

-Rewben, cariño, ¿qué... qué pasará?- Tú lo escuchaste en los noticieros, iremos al refugio del gobierno en las afueras de la ciudad- ordenó el hermano -no, no. Es una tontería, todos tienen la misma idea; será una catástrofe. Iremos a las zonas más pobladas- propuso Norman.

De pronto, llegó el vecino del líder, quién al escuchar la conversación, quiso dar su punto de vista -escuché que al Este hay un retén de militares, podemos ir allá. Pueden protegernos y darnos bienes.

-Los militares son drásticos y peligrosos, yo mismo lo he visto- comentó Norman. -¿Acaso tienes otra idea?- preguntó un poco molesto el vecino de avanzada edad -Yo sí, el refugio es la mejor opción, habrán médicos, militares también, comida ¡Por Dios! Lo vimos en la televisión- dijo Rewben desesperado.

-En la televisión también dijeron que el virus era un simple resfriado, luego se tornó en fiebre y después ¡mira en lo que se convirtió realmente!- exclamó furioso Norman. -¡Vamos a ir al refugio por que yo lo digo!- discutió el hermano. Norman se limitó a mirarlo con un poco de furia y desepción. Luego se retiró.

Las personas se miraron confundidas y luego volvieron a hacer lo que estaban haciendo.

-Cariño, quiero que entres en la camioneta, no falta nada más ¿verdad?- Rewben tomó del hombro a Anna. Ésta negó con la cabeza y su marido le dio un beso en la mejilla. Anna al salir de la casa, miró hacia el segundo piso de la misma. La ventana de enfrente tenía la persiana hacia arriba dejando ver el rostro de Norman, quien seguía un poco enfadado.

La pelirroja sólo le lanzó una mirada cautivadora a lo que Norman se la delvolvió. Ella continuó su camino hacia la camioneta. En la cual, se encontraba Cooper terminando de guardar las maletas.

-Creo que eso es todo- miró el equipaje satisfecho. Luego, al verla, notó su nerviosismo. -¿Qué pasa?- se angustió -no es nada... Cooper ¿verdad?- el hombre asintió. -Aún no terminan de guardar todo... quedan unas cosas en el piso de arriba-.

MORDIDAS QUE CONVIERTENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora