CAPÍTULO 1: Todo empieza en la familia

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El claxon del auto despertó a Mamá, abrió sus ojos y pudo ver humo negro a través del cristal roto "¿Como sucedió esto?" pensaba mientras tomaba aterrada sus cosas del trabajo "¡MIS HIJOS!" recordó.

Abrió la puerta del auto con un leve forcejeo por las abolladuras. Sus pies rozaban la calle del vecindario, mientras pasaba cerca de la casa de la vecina. Se impresionó al verla en frente de la casa, sin moverse.

Asustada, Mamá intentaba revivir a la señora Norris, la cual estaba tendida en el suelo lleno de pedazos de vidrios causados por las ventanas rotas de los autos estrellados por todo el vecindario.

-¡Por favor no me haga esto, señora Norris, por favor!- gritaba Mamá desesperada al ver que la vecina no respiraba.

Luego la señora Norris abrió los ojos y miró fijamente a Mamá, tomó su brazo y lo intentó morder mientras hacía un sonido raro, como si tuviera algo en la garganta. Mamá gritó aterrada al ver lo que pasaba, rápidamente se soltó y corrió al lugar más seguro para ella, LA CASA.

Llegó alterada y puso todas las cosas que traía en la mesa de la entrada, como su bata, sí, era enfermera. Las llaves del auto y unos libros que traía con ella. Corrió hasta la cocina donde se encontraba Papá viendo nervioso las noticias.

Mientras, yo estaba arriba conversando y jugando con mi hermanita Chloe, la menor, en su habitación. Mi hermano Jonathan se encontraba en su habitación porque Chloe y él siempre se estaban peleando, era obvio, es un sólo año de diferencia entre ellos, mientras que yo les llevo como quince años, yo tengo veintiún años y ellos seis y cinco.

Mamá llegó justo detrás de Papá y se le unió a ver detenidamente cada detalle que se relataba en las noticias.

#Aún no sabemos lo que es exactamente, pero lo que sí sabemos es que se esparció demasiado rápido en toda la nación así como en los otros países, ésta zona es la más afectada la del estado de Virginia. Nos informaron hace unas semanas que las universidades de China TSINGHUA y FUNDAN buscarían la cura o algún medicamento para tratarla, sin embargo esto ocurrió, como ya dije, hace unas semanas atrás y perdimos todo contacto con China...#.

Después se quedó callada por un tiempo la señorita del informativo... #Esperen, me informan que perdimos contacto con todo el mundo... repito ¡Hemos perdido contacto con TODO EL MUNDO!#.

Todo quedó callado, la televisión se apagó, el refrigerador dejó de funcionar, el aire acondicionado nos dejó con un calor de pleno Julio, la electricidad se había IDO COMPLETAMENTE.

Tomemos en cuenta que más de la mitad de las cosas del mundo funcionan con ella, así que sin ésta ya estábamos bastante vulnerables. Sin electricidad, la ciudad de Washington estaba totalmente jodida, callada, sin incluir el horrible sonido que hacían aquellos muertos.

Después de que la luz se fue, Mamá empezó a comportarse como una loca -¡Todo está mal, todo está mal!- repetía -todo estará bien- decía Papá tranquilamente lleno de fe -¡Claro que no! ¿Qué no lo entiendes? ¡Es nuestra perdición! ¡Es el fin de la humanidad! ¡El auto no sirve! ¡se averió!- seguía gritando Mamá desesperada sintiéndose como si Papá no la escuchará, pero al contrario, ELLA no se estaba oyendo.

Gritaba estupideces como "hubiera sido mejor que ocurriera el Rapto". -¡Debí hacer caso a las señales!- ¡Debbie!- Papá subió la voz -¡No debí dejar que pasara, pero fue un accidente! ¡Y ahora el auto!- ¡Debbie, BASTA! ¡CÁLLATE! ¡Arreglaremos lo del auto!- gritó Papá desesperado y tomando las manos de Mamá.

En ese justo momento llegué yo con mi hermana detrás. -¿Qué es todo ese ruido que hacen?- pregunté interrumpiéndolos, los dos me voltearon a ver -nada, es sólo una discusión- ¡¿Discusión?! ¡¿En serio tomas esto como una discusión?!- gritó Mamá -¡Nuestras vidas están en peligro! ¡Todo el mundo está muriendo allá afuera!-.

Chloe y yo quedamos sorprendidas -¿Qué? ¿A qué se refieren?- preguntó mi hermanita asustada, a punto de llorar. -Las cosas están mal allá afuera. Sabes que hay muchas enfermedades ¿verdad?- le comenté a Chloe. Ella asintió. Luego, Mamá la mandó a su habitación y a mí con ella.

Siguieron discutiendo hasta que escuché desde el piso de abajo la llamada de Mamá -¡Tomen sus cosas, las más importantes. Vengan acá rápido, es algo complicado!-

Bajé y le pregunté a Mamá varias cosas -¿Por qué nos vamos de aquí? Digo, es nuestra casa. Los noticieros nos dijeron que nos quedaremos aquí..- Hija, tú ya eres grande, tú puedes hacerte cargo de ti misma. Debes ayudarme en esto.. tú sabes... tu padre debe estar tranquilo o si no... Además esta ya no es tu casa, vives en un apartamento ¿Cierto?- me sentí mal al ver la poca atención que tenía Mamá hacia mí.

Pero como ella dijo, ya estaba MUY grande y tampoco vivía ahí. Sólo fui por la cena de aniversario de mis padres, era esa noche y tenía que cuidar de mis hermanitos mientras ellos estaban fuera. -¡¿Quién tomó esa decisión?!- preguntó confundido Papá -yo lo hice- respondió Mamá -creo que es lo mejor, para todos... así que nos vamos-.

Papá no dijo ni una sola palabra. En la casa la que manda es Mamá debido a razones personales... Toda mi familia tomó sus cosas, sus recuerdos. ¿Yo? Pues yo no pude tomar casi nada, como ya dije, estaba de visita sólo esa noche y no traía todas mis pertenencias conmigo.

Tomé la ropa que llevaba, y aunque parezca una niña, también guardé un peluche antiguo que tenía. Ese peluche me traía muchos, pero muchos recuerdos. También tomé una foto familiar que teníamos en la sala. Recuerdo muy bien el día en que nos la tomamos, era uno de los días más tristes de mi vida.

Se trataba de mi segundo novio de verdad, él... bueno, él sólo me cambió por otra y no estaba de humor para ir a tomarme una foto con mi hermano molestando todo el día. Yo estaba al frente, con unos 17 años. Mi hermano a mi lado derecho, tenía como un año. Detrás de mí estaba Papá tomando mi hombro y a su derecha se encontraba Mamá con Chloe en los brazos.

Sí, era uno de los días más horribles, pero agradezco tener un recuerdo grabado en una foto.

-Sé que la manejarás mejor que yo... es por si no lo hago- dijo mi padre sosteniendo la mano de Mamá y entregándole un arma pequeña. Mamá la tomó, asintió y dijo -lo lograrás- dándole un beso.

Todavía había una pequeña luz en la oscuridad en ese vecindario destrozado y lleno de muertos. Todavía había una familia esperanzada saliendo de su hogar mientras cruzaba la enorme ciudad de Richmond. Y veía a esos "monstruos" comerse a la gente, la mía.

Discretamente pasábamos por las calles destrozadas y marcadas por los neumáticos de los autos. Cambiábamos de callejón en callejón con cautela hacía esas "cosas".

-Escuchamos que había un grupo de militares cerca del bosque- comentó Mamá -entonces iremos allá- aclaré. Luego de caminar unos 5 kilómetros llegamos a las afueras de la ciudad. -Aguarden, esto está mal- alegó Papá mientras detenía su paso y el de los demás.

-Si alguien está enfermo y se convierte ¿No creen que habrá un caos?- dudó -Jonathan, habrán miles de enfermos. Los militares y doctores se encargaran de resolver esto, yo podré ayudarles- contestó Mamá segura de lo que dijo.

-Papá tiene razón, puede ocurrir un accidente- comenté -puede irse al diablo- supuso Papá -todo el mundo se fue al diablo, John- terció Mamá dejándonos reflexivos. -Lo mejor será rodear el bosque- aportó Mamá.
Todos estuvimos de acuerdo y rodeamos el bosque como dijo Mamá para prevenir algún accidente.

Pero cuando llegamos a la entrada de éste, llenos de árboles y humedad, había una cabañita completamente sola. Así que decidimos ir a ver que sucedía allí.

MORDIDAS QUE CONVIERTENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora