CAPÍTULO 23: Desastre

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"¡¿Qué está sucediendo?!" Me repetía en mi cabeza. Todos estaban impactados al ver la sangre cómo se derramaba entre el césped.

Nadie quería decir nada, no se atrevían. Esperábamos algún consejo del líder, pero no hubo señal de éste. ¿Quién lo creería? ¿Quién creería que Lake Mile caería? Sí, era su fin.

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FLASHBACK: Unas horas antes

Pasaron dos días desde que visité a Mitch, y desde que decidí quedarme definitivamente. Nada había cambiado del todo.

Norman seguía ocupado al acabar con la gran cantidad de cadáveres fuera del grupo. Miranda no podía dejar de preocuparse por Aggie, tratando de hacer lo posible para que no pase "daño".

Anna continuaba con las provisiones que por el exceso de personas se estaban agotando. Y Cooper, bueno Cooper seguía alegrando el día... aunque él mismo no estuviera de humor. Pero eso es lo que lo hacía especial.

Miranda, con todo el arrepentimiento, hizo algo que nunca querría hacer, pedirme que cuide a Aggie.

Ya la he cuidado severas veces, pero ella nunca me lo había pedido, e incluso me resultaba difícil que lo haya hecho.

Aunque no tenía opción, porque ella y los de la Ración de Alimentos estaban ocupados intentando que no se terminen.

-¿Cómo está el señor Clarke?- se acercó Norman a Anna.
-Sigue muy enfermo, Paisley está atendiéndolo en la enfermería- respondió.

-No todo debe ir mal ¿hay algo más?
-Nos estamos quedando sin provisiones- notificó Anna preocupada al líder.

-No te preocupes, mandaremos más Expediciones- aclaró Norman confiado.
-¿De qué sirve? Sólo gastamos gasolina y a veces hasta perdemos gente. No sirvió de nada ir al último lugar de Expedición- dijo refiriéndose a los locales.

-No pierdas la fe- aconsejó -o perderás la cabeza-.

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-Mierda, mierda, mierda...- renegó Sheldon frustrado. Llegó con las dos manos en la cara, junto a mí.

Estaba sentada en una silla plegable, cubriéndome la cara del sol, con ojos entrecerrados. Mientras miraba a Aggie jugar con los demás.

-¿Qué sucedió?- pregunté. Debo admitir que su aspecto me causaba gracia.
-Aileen, la chica que conocí, perdió a su abuelo ayer, y necesitaba consuelo-.
-Te escucho- comenté.

-Bueno, dije algo tonto- admitió, lo miré con cara de "¿qué hiciste esta vez?". -Comenté que su abuelo se iba a levantar y a tratar de comerse a todos. Pero lo peor de todo es que mencioné que tal vez sería por su gran "apetito"-.

No pude evitar soltar una carcajada -diablos Sheldon, ahora si lo arruinaste- admití -pero, al fin y al cabo eso es lo que todos los cadáveres hacen ¿no? ¿Comer?- comenté.

-Es lo que traté de aclarar, pero me dijo que nunca volviera y me echó de su cabaña- lo miré con desaprobación.

"¡¡AAAHHH!!" escuchamos un grito a lo lejos, seguido de más gritos de niños "MIERDA, ¡AGGIE!" pensé de inmediato, y Sheldon y yo corrimos a toda velocidad.

Los niños despejaron la vista al dejar de rodear la escena, y pude notar que un cadáver arrastrándose tomó a Aggie de las piernas.

Ésta cayó, haciéndole más fácil el trabajo al monstruo. -¡Aléjense!- grité a los niños, atrayendo la atención de más personas.

MORDIDAS QUE CONVIERTENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora