CAPÍTULO 6: Sueño 3

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Mi cabello me llega a los hombros. Las maletas comienzan a irritarme las manos haciendo que las deje en la cera.

Estoy afuera de la casa actual, junto a mi camioneta azul oscuro. -¡No quiero que te vayas!- me dice Chloe llorando y Mamá detrás de ella abrazándola.

Me parte el corazón volverla a ver así, soltando lágrimas por doquier. En verdad me QUERÍA.

No te preocupes, volveré- digo con un tono alegre y triste al mismo tiempo. En verdad... no la volví a ver hasta esta vez... cuando todo se fue al diablo.

Mis manos tocaron las suyas seguido de un fuerte abrazo. -Las hermanas no abandonan a sus otras hermanas- dice tontamente en forma de argumento, pero seria y triste también.

Río muy leve y dejo de abrazarla. -Tú sabes que esto iba a pasar...- le advierto -no creí que llegaría tan pronto- El tiempo pasa rápido- le comento. Esa frase la decía constantemente Papá.

"Haré la tarea cuando termine de jugar" "Ten cuidado porque el tiempo pasa rápido" "Ya pasé a segundo de primaria, parece que fue ayer" "Ya sabes lo que dicen, el tiempo pasa rápido"... Estos son algunos ejemplos.

Él presume que es uno de sus muchos "dichos" sabios, pero supongo que lo vio en una tarjeta motivacional... o en alguna nota de una galleta de la fortuna.

Hablándo de él, nuevamente sale de la casa pequeña y sencilla que tenemos. Fue cuando definitivamente ya no pudo trabajar. Está hablando con Mamá, la cual, se le nota en la cara que quiere tratarlo con amabilidad y tranquilidad... ustedes saben... para no alterarlo.

Era el mismo cuento de siempre y estaba aburrida de eso, así que me limito tomar mis maletas y subirlas a la camioneta.

Me dirigía hacia Atlanta, en donde se encontraba la universidad a la que iba a ir. Y allá viví en unos departamentos por unos cuantos meses hasta que... volví para cuidar a Chloe y Jonathan por una sola noche. Y bueno, ya saben lo que pasó.

Ese fue el fin de aquél sueño, me alejo de la casa lentamente, Chloe se hace más pequeña conforme a la distancia que se prolonga mientras la miro por el espejo retrovisor.

¿A caso no me despedí de ella? Sí, yo recuerdo haberme despedido al momento de irme, tan sólo en la realidad, es probable que haya alterado mi sueño; evidentemente para mal.

¿Qué pasó realmente? ¿Por qué tuve todos estos sueños? ¿Será que morí o estoy a punto de hacerlo? ¿Acaso vi toda mi vida pasar frente a mis ojos como siempre han dicho que sucede?

Quería respuestas, y las quería ya. Y afortunadamente o tal vez lo contrario, ocurrió algo que me dio la respuesta...

MORDIDAS QUE CONVIERTENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora