Aunque llegué un poco tarde, encontré a Eric esperando pacientemente frente a la puerta del restaurante, observando su reloj con una leve sonrisa.— Disculpa la tardanza.— Me disculpé con una sonrisa apenada.— Fueron muchas cosas.— Eric sonrió comprensivo.
— Nunca has sido más puntual.— Dijo, depositando un beso en mi mejilla. Estar con Eric me hacía sentir tranquila, no necesariamente segura, pero sí en un estado de calma.
— ¿Cómo estuvo tu día? ¿Qué tal la reunión? Lamento haberme tenido que ir.— Preguntó mientras abría la puerta del establecimiento. Nos sentaron rápidamente en una mesa junto al cristal que daba a la calle.
— Estuvo bien, cerramos negocios importantes. Gracias a tu meticulosa organización, tuve todo a la mano. Has sido un apoyo fundamental para mí sin Marilyn.— Le devolví la sonrisa, sintiendo un momento de orgullo y gratitud.
En cuestión de segundos, una mesera se acercó a nosotros.
— Buenas noches, mi nombre es Sara. ¿En qué puedo servirles esta noche?— Nos miró a ambos, pero sus ojos se detuvieron un poco más en Eric. No se podía negar que era un hombre atractivo.
— Puedo pedirte una ensalada griega y para la señorita, lo que ella desee.— Dijo Eric, observándome sin girarse hacia la mesera.
— A mí me gustaría pedir lo mismo que el señor, con una botella de agua.— Dije.
—Que sean dos, gasificadas, muchas gracias.— Añadió.Sara se fue un poco resignada al notar que Eric no le prestaba demasiada atención.
Eric no dejó de mirarme con una sonrisa cálida.
— Te veo un poco tensa desde que volviste de Las Vegas.— comentó mientras se acomodaba en su silla, apoyando los codos en la mesa.Suspiré y jugué nerviosamente con la servilleta.
— He tenido un par de problemas que casi no puedo resolver.— Admití, sintiendo el peso de las palabras en mis hombros.Eric extendió su mano y la colocó sobre la mía, ofreciéndome una reconfortante presión.
— Sabes que puedes contar conmigo, ¿verdad? No es solo una excusa.— Sus ojos brillaban con sinceridad.
— Sí, por supuesto. Por eso estoy aquí... me ayudas mucho aliviando el peso.— Sonreí, sintiendo un ligero alivio en su compañía.
Eric ladeó la cabeza, una chispa de entusiasmo como si se preparara para un acontecimiento importante.
— Mi madre hará una pequeña reunión por el lanzamiento de nuestro nuevo auto. Es una maravillosa creación y no quería invitarte como empleada, me gustaría que fueras mi acompañante.— Sentí un nudo en el estómago. Tenía muchas ganas de decirle que sí, pero no sabía si podría cumplirle.
— Te voy a ser muy sincera, no sé si pueda cumplir contigo en ese evento.— Eric asintió con una sonrisa comprensiva.
— La invitación quedará abierta hasta el último minuto.— Aseguró, su voz suave.
Decidí cambiar de tema, curiosa sobre su vida personal.
— ¿Por qué no tienes novia, Eric? Eres un hombre muy formidable.— Le pregunté, observando cómo su rostro se iluminaba con una sonrisa apenada.
Eric se encogió de hombros, una risa ligera escapando de sus labios.
— ¿Eso te parece?— Me miró de reojo, sus ojos brillando con una mezcla de diversión y vulnerabilidad.— Aún no ha llegado la indicada.— Respondió, con tono suave pero lleno de significado.— Sigo esperando pacientemente.
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Árabe Encadenada A Ti [2]
RomanceHassem juró que se alejaría de Alicia para mantenerla a salvo y así darle la oportunidad de una vida plena sin su sombra oscura. Pero el destino, en un capricho cruel, los reunió de nuevo en la vibrante y caótica ciudad de Las Vegas. Una noche de d...