Capitulo 16

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La fiesta era excesivamente gigante, con muchos invitados y con lujos dignos de millonarios. El lugar estaba dividido en dos zonas: una sala con enormes ventanales que ofrecían una vista espectacular al exterior, y una carpa exterior iluminada con luces cálidas que marcaban el ritmo del viento. Todo parecía cuidadosamente dispuesto, desde los arreglos florales perfectos hasta las mesas con manteles blancos inmaculados. Caminaba del brazo de Eric, fingiendo interés en nuestro entorno, pero mi mente no podía escapar de una sola realidad: Hassem estaba aquí, en algún lugar, y la pregunta de por qué no dejaba de rondarme la cabeza.

El murmullo constante de los invitados, las conversaciones vacías y risas apagadas, solo lograban aumentar mi malestar. A pesar de la música suave y del elegante ambiente que nos rodeaba, tenía una presión en mi estómago. Hassem, era un golpe bajo, un desafío directo. La forma en que había traído a Eva, parecía un intento planificado de restregarme en la cara lo que nuestra relación había sido y lo que ahora significaba para él. Sabía que aunque esta noche pareciera tranquila, mañana todo estaría en las portadas. No importaba lo que yo intentara evitar; los ojos de todos hoy verían lo mismo que los míos.

Un mesonero pasó por nuestro lado, y sin pensarlo dos veces, tomé una copa de champán. Todos lo sabían. Las burbujas me mareaban, y adoraba el sabor, necesitaba cualquier cosa que me ayudara a aliviar el nudo que se estaba formando en mi estómago. El líquido dorado se deslizó por mi garganta como si fuera lava, quemando mientras intentaba sofocar la ansiedad.

—¿Estás bien?— Eric llegó a mis oídos con la frente arrugada mirándome con intriga.

— Ujumm.— murmuró pero el me mira con una ceja alzada mientras yo terminaba de vaciar la copa en un solo trago. Forcé una sonrisa que apenas conseguía disimular mi incomodidad.

—Uff, tenía mucha sed. ¿No tienes tú? ¿Sed? Quiero decir ¿no quieres una copa?— cada palabra se escuchaba más torpe que la anterior.— Hace un calor horrible aquí adentro.— Intenté bromear abanicándome falsamente con la mano, aunque el tono de mi voz se escucho forzado. El suaviza su mirada tomándolo como un juego.

—Solo espero que no sea por el incidente de afuera.— Sus palabras, y lo que había comenzado como una broma se disipó rápidamente. Rodé los ojos exagerada, levantando la mano en un gesto teatral que, sin darme cuenta, atrajo la atención de algunos invitados cercanos. La risa que me salió después fue nerviosa, como si intentara distraerme a mí misma de la verdad que él acababa de señalar.

—¿Qué? No, no... nada que ver.— Respondí rápidamente, pero el carecía de convicción. Sabía que estaba mintiendo.

—Me refiero a la persecución, Alicia.— especifica llevándome al punto. Pestañeé un par de veces, consciente de que, en el fondo, Eric tenía razón. Mi mente no había dejado de dar vueltas y me estaba complicando demasiado.

—Sí... bueno, tendremos tiempo de hablar de eso más tarde, supongo.— adjudicó, no teníamos por qué complicarnos en el evento.

A medida que avanzábamos entre la multitud, la elegancia del ambiente seguía aumentando mi incomodidad. Invitados vestidos de manera impecable se movían con una gracia que no parecía real. De repente, un destello de luces brillantes captó nuestra atención. Frente a nosotros, se alzaba un automóvil que acaparaba todas las miradas. El nuevo Nova, reluciente y moderno, parecía flotar en un escenario propio, rodeado de pantallas gigantes que proyectaban imágenes de su diseño futurista.

—Wow, es impresionante.— Comenté, observando cada detalle del vehículo, buscando una distracción en su perfección mecánica. Caminé alrededor, mis dedos apenas rozando la superficie lisa del auto, como si al tocarlo pudiera apartar los pensamientos que me seguían atormentando.

Árabe Encadenada A Ti [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora