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Un nuevo juicio y Keigo esperaba que fuera el último, espero a que trajeran a Touya para poder darle la noticia, Geten aún no llegaba tampoco, solamente estaba el abogado de Touya el cual parecía bastante serio y revisaba algunos papeles, Keigo pasó su mano por su cabello para tranquilizarse. Pasaron varios minutos hasta que los oficiales llevaran a Touya quien ya parecía cansado, el rubio rápidamente se acercó a él.

— Keigo… necesitaba verte, eres lo único que me da esperanza… — Touya estaba esposado así que no podía abrazar al rubio — Dame un beso Kei…

Takami obedeció y beso al otro, lo miró por unos segundos y Touya sabía que algo estaba mal.

—¿Qué pasa, mi niño? — preguntó el pelinegro.

— Ayer fui al médico porque me sentía muy mal… me dijeron que estamos esperando un bebé — sollozo el rubio.

— Kei… eso es algo bueno pero ahora no es bien momento para que alguien más lo sepa, ¿Fuiste acompañado? — preguntó con preocupación el pelinegro.

— Si… solo mi papá sabe — mintió Keigo, no podía decirle que había estado solo — no le he dicho a nadie más.

— Bueno… espero que esto termine rápido para que pueda cuidarte como se debe, sabes que me hacía mucha ilusión tener un hijo contigo — Touya realmente se sentía feliz por aquella noticia o al menos eso le hacía creer a Keigo — No pensaras en deshacerte de nuestro hijo… ¿Verdad?.

— No Touya… ya tengo tres meses, el embarazo está muy avanzado y el médico me dijo que todo está en orden así que por ahora no debemos preocuparnos.

Keigo beso nuevamente los labios del pelinegro para después abrazarlo ligeramente.

— ¿Cuánto tiempo más tardará en juicio?... Ya no soporto estar aquí y creo que si esto sigue igual también me puede afectar al bebé… — Keigo sabía que quizás a Touya le importaba poco su bienestar pero usaría a su hijo para obtener esa comodidad que deseaba, ya que no podía deshacerse de él.

— No digas eso, él bebé estará bien y tu también así que por favor no digas cosas así… el juicio está por empezar y te juro que este será el último, puedes estar seguro de eso…

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Terminado el juicio ya era noche, Keigo caminaba solo ya que quería pensar las cosas que habían pasado, mientras caminaba escuchó un sollozo venir de un callejón, al principio no le importo pero al escuchar como alguien pedía ayuda se acercó rápidamente a ver qué pasaba.

Al estar cerca de aquel callejón, logró presenciar cómo un hombre le disparó a aquel chico peliblanco que ya había visto antes, le habían disparado a Geten, Takami grito al ver aquella acción, estaba horrorizado y el agresor quien era un hombre alto y rubio no hizo más que apuntarle de la misma forma forma, Keigo tembló al pensar lo peor y le rogó que no lo hiciera.

— ¡Idiota! ¡Él es esposo del jefe! — grito un hombre quien se acercó detrás de Keigo — No hagas algo estúpido, Jin.

Aquel hombre bajó el arma aún mirando al rubio.— Él sabe que fuimos nosotros, no debe decir absolutamente…

— Ya el jefe hablara con él, ahora vámonos.

Jin camino hacia el otro hombre no sin antes mirar a Keigo de una manera amenazante.

— Más te vale callarte… — amenazó aquel hombre antes de irse.

Keigo se acercó a Geten rápidamente para ver si seguía con vida, al verlo agonizando rápidamente corrió gritando por ayuda, pero se vio interrumpido por la aparición de esos hombres, Jin cubrió la boca de Keigo y lo obligó a caminar junto a él.

— Shh… cállate, le diremos a tu marido que te has portado mal — se burló Jin mientras obligaba a Keigo a entrar a un auto. — te vamos a llevar a casa y le dirás a tu marido que te tratamos bien o si no le diremos que casi arruinas su plan.

Keigo sollozo mientras permanecía en aquel auto.

— ¡Son tan despiadados! ¡Él tenía un hijo!... Un hijo — Sollozo Keigo mientras recordaba aquella escena terrorífica — Le diré a la policía…

Ambos hombres rieron de él.

— Si si, si es que no antes tu esposo te da un correctivo.

Put Me in a Movie / DabiHawks Donde viven las historias. Descúbrelo ahora