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Después de aquella charla con el padre del rubio fueron a casa, en el camino Touya no dejó de gritarle al rubio llegando a lastimarlo mientras le decía lo mucho que despreciaba a su padre, Keigo le suplico que para la boda invitaran a sus padres, finamente el pelinegro acepto.

Mientras Touya elegían lo que estaría en su boda, Takami lo acompañaba pero no tenía permitido opinar, ante el público ellos tenían una relación adorable pero dentro de su hogar Touya ignoraba al rubio incluso dormían en camas separadas.

Era de noche y Keigo dormía en su cama, no acostumbraba a dormir tarde así que siempre estaba en la cama antes de las 10:00pm, la puerta de su habitación se abrió dejando entrar al pelinegro quién sin despertar al otro se acercó a mirarlo, miraba aquel bonito rostro completamente relajado, acarició una de las mejillas del rubio, se sentó a su lado y se lo miraba dormir, ante sus ojos y los de cualquiera; Takami era hermoso y no podía negar que era todo lo que alguien podría pedir, al ver qué el rubio seguía durmiendo sonrió, se inclinó y beso al menor de los Takami

— Descansa Keigo…

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A la mañana siguiente Keigo despertó y antes de que siguiera con su día como de costumbre se dio cuenta de que había alguien a su lado, sabía perfectamente quién era así que simplemente lo abrazó ligeramente y se quedó ahí esperando a que el pelinegro no se despertara.

— Quita tus manos, Takami — la voz del pelinegro sonaba molesta.

— Perdón… pero creo que ahora que nos vamos a casar podrías ser más amable conmigo — Keigo se separó del otro — ¿Por qué durmió aquí?...

— Deja de ser tan formal, yo te trato como se me da la gana y si quiero dormir aquí lo haré, no tengo porque pedirte permiso — respondió con molestia el de ojos azules.

— Perdón…

Takami se dio la vuelta dándole la espalda al otro, con disimulo secó sus lágrimas y se cubrió con las sábanas.

— Levántate, tengo que terminar con algunos de los preparativos de la boda, sirve de algo y entrega las invitaciones, todo va de prisa para que podamos casarnos lo antes posible, detesto hacer este tipo de cosas — Touya sentía culpa de ver la reacción del otro pero no quería admitirlo — Anda ven…

— ¿A quién invitaremos? — preguntó el rubio sintiendo los brazos del otro rodearlo formando una cercanía entre ellos.

— Amigos míos, a uno de mis hermanos y… a tus padres — El pelinegro se acercó más al rubio, al estar tan cerca podía sentir su aroma — ¿Quieres invitar a alguien más?

— No… no tengo más conocidos.

El pelinegro pasó su mano por aquellos hermosos mechones rubios de su futuro esposo, noto que la piel del contrario era suave y el sentir el aroma del rubio lo volvía loco. Touya puede describirse como alguien que actúa de manera egoísta, sin consideración por los sentimientos o el bienestar de los demás, deshonesto, manipulador, ejerció poder sobre un pobre niño con un sueño, siendo un tirano ante los ojos del rubio, pero tenía una debilidad que incluso él mismo desconocía, no podía soportar ver al rubio llorar a pesar de que aquellas lágrimas caían por su culpa.

Comenzó a besar el cuello del menor dejando algunas marcas en él, seguiría así una eternidad de no ser porque el rubio se separó de él, Keigo se movió un poco hasta quedar cara a cara con el otro, su rostro parecía asustado y Touya no pensaba en algo más que no fuera su placer propio.

— Touya quiero pedirte un favor…

— Pídeme lo que quieras — las palabras ‘lindas’ de Touya eran solamente para convencer al otro — ¿Qué es lo que quieres?...

— Prometiste que me darías una buena paga por participar en tu película… quisiera que me dieras un poco de esa paga — pidió con vergüenza el rubio.

— ¿Para qué quieres dinero?, sabes que aquí tienes todo lo que puedas desear, se que no soy el mejor hombre de todos pero cuando se trata de ti… no escatimó en nada.

— Quisiera poder mandarle un regalo a mi padre por todas las molestias que le cause…

— Bien, lo haré… pero debes darme algo a cambio — Touya acarició el cabello del otro mientras me sonreía.

— ¿Qué quieres exactamente?...

— Quiero que tú y yo tengamos un hijo… y más te vale que sea un varón.

Put Me in a Movie / DabiHawks Donde viven las historias. Descúbrelo ahora