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Keigo había pasado la noche en casa de sus padres, Touya no lo había ido a buscar y eso le partía el corazón, Keigo pensaba que Touya ya se había aburrido de él y se buscaría a alguien más, no pudo dormir mucho pensando en aquello pero en la mañana se levantó temprano para preparar el desayuno para su familia, hizo algo sencillo mientras cuidaba de su pequeño el cual solo miraba a la ventana, en un momento escucho el ruido de un auto lo cual era bastante extraño por ahí.

— Papá, papá — murmuró el pequeño Kenji mirando a la ventana.

— ¿Qué pasa, cielo? — pregunto Keigo mirando al pequeño mientras servía el desayuno.

Kenji sonrió e hizo un ademán para saludar a alguien fuera de la casa, eso motivó a Keigo a acercarse a ver qué pasaba, pero antes de que así fuera, su padre recién levantado se acercó al rubio.

— Supongo que te vino a buscar — murmuró su padre — Anda, ve a hablar con ese hombre y yo cuido al niño.

Keigo sonrió y salió de casa no sin antes besar la mejilla de su pequeño, al salir de casa vio que Touya correspondía el saludo del pequeño niño lo cual sorprendió al rubio, al notar la presencia del rubio, Touya se acercó a él e intento besarlo pero Keigo no se lo permitió.

— ¿A qué vienes? — pregunto con seriedad el rubio.

— Por mi esposo y mi hijo, ¿Acaso no puedo venir por mi familia?, pase la noche solo — el descaro del pelinegro solo molestaba más al rubio.

— Eres tan descarado, dudo que pasarás la noche solo… y por favor deja de ser tan hipócrita porque anteriormente negabas a Kenji y que ahora digas que es tu hijo solo me hace pensar en el mal hombre que eres — reclamo Keigo — Anda vete con tu amante.

— Entonces te pusiste celoso…  mi amor, ese tipo no es nada para mí, no te voy a negar lo que pasó pero es que me has dejado muy descuidado últimamente, necesitaba saciar mis deseos y al no tener a mi esposo busque alternativas, pero yo solo te amo a ti… — Touya acarició el rostro del rubio — Se que me equivoqué pero estoy arrepentido, te traje algo.

Touya llevó su mano hasta su bolsillo y del mismo saco unas llaves las cuales les entregó al rubio.

— ¿Y eso?...

— Son las llaves de tu nuevo hogar, pensé en mis actos y se que no fueron los correctos, así que te compre una casa la cual obviamente puse a tu nombre porque quiero que tengas algo propio, pensé en tus gustos y se que te gustará, además de que hay una habitación especial para Kenji y para nuestro hijo — las endulzantes palabras de Touya hipnotizaban al rubio — además de que ya hablé con alguien para que te haga un nuevo guardarropa solo a tu medida, quiero que sientas que tienes exclusividad.

— Touya… no debiste hacer eso, yo lo único que te pido es que mínimo me tengas respeto, me sentí horrible al ver cómo tocabas a ese tipo… — Keigo se sentía humillado por aquel acto pero sus ojos quedaron deslumbrados por aquellas llaves que tenían todo lo que el podía desear — Comencé a pensar que me desecharías.

— No pienses eso, tú eres mi esposo… no un simple tipo de un solo momento, hice a qué despidieran a ese tipo para que volvieras a las grabaciones — Touya beso la mejilla del rubio — Perdoname mi amor, en serio estoy arrepentido.

— No quiero que me vuelvas a engañar… porque estoy seguro que si fuera al revés tú ya me hubieras dejado — Keigo dejó que el otro lo abrazara y besara — No hagas esas cosas a mis espaldas porque si se vuelve a repetir te juro que nos vamos a divorciar.

— No me digas eso… ya no haré algo similar. — Touya cargo al rubio y lo beso haciendo al otro sonreír.

— Vi que Kenji te saludo… me da ternura que ya te considere su papá.

Put Me in a Movie / DabiHawks Donde viven las historias. Descúbrelo ahora