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Takami cargo al pequeño Kenji que es como había llamado a su nuevo hijo, ya le había comprado algunas cosas como ropa y juguetes, también se había tomado el tiempo de ayudarlo a hablar un poco, ahora decía pequeñas palabras, le había enseñado a cómo referirse a él, Kenji llamaba “papi” a Keigo y el rubio también le había enseñado a llamar “papá” a Touya aunque a este no le agradará la idea. Llevó al niño a aquel set de grabación en el que grababa su segunda película, Touya ‘cuidaba’ al niño mientras Takami trabajaba pero aquella vez era diferente, uno de los trabajadores de aquel lugar jugaba con el pequeño mientras Keigo hacia una escena, no había rastros de Touya.

Cuando terminó de grabar aquella escena se acercó a su pequeño y le acarició el cabello, al notar la ausencia del pelinegro decidió buscarlo para sugerirle que podían salir ahí y comer en familia, se sentía muy entusiasmado por aquello, lo busco por el set hasta que fue a su camerino y no estaba, dejó a su hijo ahí jugando mientras encontraba al pelinegro. Busco por todos lados hasta que llegó a una habitación alejada, ahí se acercó pero se detuvo al escuchar jadeos.

— Yo puedo darte la fama que mereces, solo mira a mi esposo… yo le di la fama que tiene — esa era la inconfundible voz de Touya — Tan solo me tienes que pagar de esta forma…

— Señor Todoroki… usted sabe que estoy dispuesto a hacerlo pero no quisiera que su esposo se enterará — la voz de un joven se escuchaba entrecortada como si se estuviera quejando.

Takami sintió su sangre hervir y sin pensarlo dos veces abrió la puerta tomándose con la escena de su esposo brindándole placer a un chico que no era más que un extra en aquella filmación,  sintió tanta molestia de aquello que cerró la puerta dejándolos solos aunque ya habían notado su presencia, fue a su camerino y tomó al niño en brazos, salió de aquel lugar sin avisar, sentía sus lágrimas caer pero no dejaba de alejarse de aquel sitio, paró un taxi y subió en él junto a su pequeño. Hace unas horas él creía que no sentía nada por Touya pero al verlo junto a otra persona sintió como si corazón se partía, secó sus lágrimas mientras el taxi avanzaba a la dirección que había indicado, aquel pequeño niño no comprendía la situación pero al ver a quien creía su padre llorar; lo abrazó ligeramente mientras le sonreía, cosas que conmovió al rubio.

Al llegar a su destino le pagó al chófer y camino por el césped verdoso del lugar de dónde nunca debió haber salido, caminaba tomado de la mano de su pequeño hijo, escuchaba los murmullos de las personas que teorizanban demasiadas cosas sobre su matrimonio y porque tenía un niño, llegó hasta el hogar de su familia y tocó la puerta, pasaron algunos segundos para que fuera su madre a abrir, al ver a su hijo hizo un gesto de desagrado.

— Keigo, creía que ya estabas casado — dijo  con molestia la mujer.

— Lo estoy,mamá… no te vi en mi boda, solamente estuvo papá.

— Porque yo no pienso perdonar el hecho de que traicionaste nuestra confianza, así que dime qué haces aquí.

— Quiero hablar con papá… ¿Está en casa?.

— Está un poco enfermo y no quisiera empeorar su condición dándole problemas, así que por favor vete — la mirada de la mujer se fijó en el pequeño — ¿Y ese niño?

— Es mi hijo… es adoptivo — Keigo no quería decir la verdad así que simplemente se inventaría una historia — Por favor… déjame ver a papá, si es necesario puedo comprarle lo que necesite, pero déjame verlo… lo necesito.

La madre del rubio se hizo a un lado dejando entrar a su hijo junto al pequeño, rápidamente fue a la habitación de su padre y al abrir la puerta se encontró con un hombre recostado en la cama que parecía estar bastante enfermo, Takami se preocupó y rápidamente se acercó.

— Papá… ¿Qué pasó?— preguntó con preocupación el rubio.

— Nada que sea grave… simplemente enferme un poco pero no es nada malo — aquel hombre sonrió al ver a su hijo nuevamente, su confusión llegó al ver al niño— ¿Y ese niño?

— Es mi hijo, hace poco lo adoptamos — Keigo le había contado la verdad sobre el juicio de Touya a su padre pero no había contado el hecho de que Geten había muerto y dejado a su hijo — Su nombre es Kenji.

— Me hace mucha ilusión verte con una familia… y aunque no es como yo lo quería, me siento feliz de que traigas contigo a mi nieto… — el padre del rubio sonrió — Quiero conocer a este pequeño.

Keigo cargo al niño y llevo con su padre, aquel hombre acarició el cabello del niño mientras sonreía.

— Es adorable, me alegra mucho que tomarás esa iniciativa y me dieras la oportunidad de tener una familia a un niño, ¿Vienes con ese hombre ? — preguntó el padre del rubio refiriéndose a Touya.

— No… él debe estar ocupado.

— Por tu semblante y forma de hablar puedo deducir que tuvieron problemas… anda, dime qué hizo ese maldito.

— No quiero agobiarte con mis problemas, vine aquí para que conocieras a mi hijo y para pasar tiempo contigo… — respondió Keigo — Solo quiero estar con mi familia.

— Bien… no hay mejor medicina para mí que ver a mi hijo, eres mi razón de vida y tenerte en casa de nuevo me hace tan feliz, de tan solo verte me siento mejor — el padre del rubio intentó levantarse de la cama pero Keigo le pidió que no lo hiciera.

— Descansa papá, quiero que te mejores— Keigo se sentó junto a él — Kenji y yo queremos verte sano nuevamente.

— No sabes lo mucho que deseo que cumplas tu sueño… quisiera verte siendo un gran actor por tu talento, no por la ayuda de ese hombre… es lo único que quisiera ver antes de que yo muera…

Put Me in a Movie / DabiHawks Donde viven las historias. Descúbrelo ahora