Put Me in a Movie / DabiHawks

Final

Tiempo después.

Todo el mundo reconoció el nombre de “Keigo Takami”, un joven prodigio que se convirtió en un icono del cine de oro, era todo un símbolo por su hermoso rostro y gran carisma, había un gran patrón en los papeles que tenía: en todos era un chico ingenuo. Su sola imagen generaba críticas divididas, el público más joven lo veía como un ejemplo a seguir, el público mayor lo veía como un chico libertino.

Takami llegó a la cima con varios filmes que fueron aclamados por su perfecta interpretación, las entrevistas que le hacían siempre tenían la misma respuesta, un chico que quería expresarse libremente y alentar a los demás a también hacerlo.

Detrás de cámaras Takami era bastante cohibido, no hablaba con nadie y las pocas veces que lo hacía era para responder las preguntas de su esposo, todos detrás de cámaras veían los constantes maltratos de Touya hacia su esposo, le gritaba cuando llegaba a equivocarse y le golpeaba cuando esté le respondía de mala manera. Pero nadie hacía nada.

Mientras que Keigo alentaba a los jóvenes a ser ellos mismos y no dejar que nadie los lastimara, él tenía que fingir una personalidad diferente a la suya y vivía bajo los abusos de su esposo. El dinero que había generado por su trabajo era para pagar su ‘deuda’ con el pelinegro.

Su vida había sido miserable, él se sentía miserable pero ya había pasado mucho tiempo, tanto que llegó a acostumbrarse a todo eso.

— Papá — el llamado de uno de sus hijos interrumpió los pensamientos del rubio.

Era Kenji, quién ahora ya era un adolescente de 16 años que había tomado una actitud rebelde por los maltratos de su padre.

— ¿Necesitas algo, hijo? — preguntó sonriendo el rubio, sus hijos eran su completa adoración.

— Necesito dinero, mis amigos me han invitado a salir — el joven abrazó a su padre en una forma de saludarlo — al igual que venía a pedirte permiso, aunque ese hombre no me lo dará…

— No necesitas el permiso de tu papá cuando tienes el mío — respondió Takami, eran múltiples las veces que dejaba salir a su hijo a escondidas —  Toma la tarjeta de tu padre y compra lo que necesites pero úsala con moderación, no queremos que él se entere.

—  Gracias, te prometo que no causaré problemas — Kenji le sonrió a Takami.

— Pero deberás quedarte para la cena, sabes que a él le gusta cenar en familia, y si nota que alguien falta se enojara.

— Te lo prometo papá.

Keigo acarició el cabello de su hijo y le sonrió, él joven se fue a su habitación dejando solo al rubio, adoraba a sus hijos, era lo que más amaba en la vida, Michio Todoroki su segundo hijo era la adoración de Touya, un chico de carácter fuerte pero que vivía con un gran resentimiento por las actitudes de Touya, aún así el pelinegro lo adoraba por ser parecido a él, era un joven de cabello peliblanco y ojos azules, un retrato de cómo era él de joven, él era un chico más centrado en sus estudios.

Durante aquella cena ‘familiar’ Touya se quejaba constantemente de la preparación de la cena que había hecho el rubio, aquello ya era normal en la vida de Keigo quien solamente lo ignoraba.

— Es asqueroso, tanto tiempo que llevas cocinando y aún no lo haces bien — se quejó aquel hombre quien ya se había avejentado aún más.

— ¿Y por qué no lo intentas tú? — preguntó con molestia Kenji — Te quejas de que papá cocina ‘mal’ pero no haces nada para ayudar.

— No me hables así o te callaré a golpes — amenazó Touya.

— Hazlo, siempre lo haces— Kenji no tardó en responder.

— No discutan… pasemos tiempo en familia sin pelear — pidió el rubio.

— ¡Entonces haz que tú hijo cierre la boca! — grito el pelinegro.

— ¡No le grites a mi padre! ¡No le vuelvas a gritar! — Kenji no soportaba ver cómo el pelinegro le gritaba a Keigo.

— Ya basta… por favor — pidió el rubio.

Touya solamente miro con desdén a Kenji quien no ocultaba su desagrado, siguieron cenando hasta que Michio rompió aquel silencio incómodo con una pregunta que lastimaría al rubio.

— Hoy en clase me pidieron que llevara la historia de como mis padres se conocieron… jamás me lo han contado — Michio estaba harto de aquellas peleas familiares — Todos en mi clase parecieron interesados ya que les dije quiénes eran mis padres.

Takami quedó helado al escuchar aquel comentario, ¿Qué le diría a su hijo?, ¿Qué Touya lo manipuló para casarse?.

— Bueno… — Keigo intentaba inventar algo pero nada le venía en mente.

— Nos conocimos en el rodaje de una película, nos enamoramos y ya, nada especial — respondió Touya — Nuestra historia no tiene gracia alguna.

Keigo permaneció en silencio, prefería que sus hijos creyeran en esa historia antes que contarles la verdad.

— Todo el mundo parecía interesado en mi familia… decían que mi vida debe ser increíble — murmuró Michio.

Takami permaneció callado y solamente pensaba en que en algún momentos sus hijos se enterarían de la verdad y eso lo asustaba, no quería que supieran que en algún momento deseó no tener una familia, ya se había acostumbrado a ser humillado por Touya e incluso sus golpes ya no le dolían como antes, solamente deseaba que sus dos hijos no se encontrarán con un hombre como Touya...

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Gracias por su apoyo, los quiero.