Put Me in a Movie / DabiHawks

19

— Señor Juez, soy un hombre que a consideración de todos estoy afortunadamente casado con un hombre maravilloso y créame que no hay tiempo en mi cabeza para pensar en una infidelidad — las palabras de Touya sonaban convincentes — Me parece una total falta de respeto que esté joven me incrimine, esto es terrible para mí y mucho más para mi marido ya que tiene que estar aquí escuchando las palabras de un mentiroso.

Los juicios habían sido difíciles para Keigo quien tenía que estar presente ya que tenía que dar su testimonio de como a sido su relación con Touya, claramente había estado mintiendo diciendo que estaba casado con un hombre maravilloso, ya había visto a Geten y realmente sentía lástima por él, era un chico peliblanco, tenía varios moretones y en ningún momento tenía el valor de levantar la mirada, hablaba en voz baja y cada que recordaba algo sollozaba, era protegido por su abogado quien era un hombre que a toda costa defendía al chico y decía la verdad a las acciones de Touya, su nombre era Tenya Iida.

— Señor Juez, tomando en cuenta lo que dice este hombre; su esposo tiene catorce años cuando él ya es un hombre bastante mayor, para ser exactos tiene treinta y dos años, ¿Cree que eso es correcto?, es más que obvio que ese joven fue manipulado de alguna forma, basta ver los escándalos que ya tienen a su corta carrera. — protestó Tenya.

— ¡Objeción Señor! —  grito Sako Atsuhiro quién era el abogado de Touya —  Mi cliente exige que su esposo no sea afectado en este caso, es solo una víctima de las mentiras de Geten Himura, lo único que le pedimos es que lo deje fuera del caso.

— El testimonio del joven Takami es necesario, el abogado Tenya tiene un punto muy importante, ya que el esposo del señor Todoroki no es más que un niño, además de que su comportamiento será evaluado por un psicólogo — dijo aquel juez — Además de que el joven Himura solo pide que Todoroki no se le acerque mi a él ni al supuesto hijo que es de ambos.

— ¡Ese no es mi hijo! ¡Yo nunca toque a Geten de ninguna forma! — gritó Touya alterado.

Keigo estaba sentado pero permanecía callado, el solo pensar en que Geten fue obligado a prostituirse en aquel lugar que frecuentaba varias veces, Keigo era torturado por su mente al pensar que el hijo de Geten de tan solo dos años veía como su padre era torturado por varios hombres, sentía tanta lástima y sentía tanto remordimiento.

— Señor Juez… solo pido que ese hombre no pueda acercarse a mí ni a mi hijo, no pido más… — murmuró Geten mientras sus manos temblaban.

— Entiendo pero si eso que dice es verdad; debemos encarcelar al señor Todoroki porque es un crimen lo que ha cometido.— respondió el juez.

— En serio no quiero que esto afecte a terceras personas… no quiero que esto le afecte a Keigo — al decir esas palabras, Geten captó la atención del rubio — Creo que él también es una víctima… solo no quiero ver a este hombre nunca más.

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Al finalizar aquel juicio, Touya sería llevado a aquella celda nuevamente pero aquello siendo interrumpido por el sollozo del rubio quien abrazó al pelinegro.

— Touya… no me dejes solo — sollozo Keigo.

— Ve con tu padre, todo estará bien Kei… no quiero que estés solo en casa, después podremos arreglar este asunto — beso la mejilla del rubio.

— ¿Cuánto más tendré que esperar para que todo vuelva a ser lo mismo?... Todos los días tengo que esperar por tu regreso…

— Keigo se que esto es complicado para ti pero créeme que intento que esto sea lo menos tedioso posible para ti.

Unieron sus labios por última vez antes de que los oficiales volvieran a llevarse a Touya. Keigo iba a irse a casa de su padre pero se topo con aquel chico peliblanco, era Geten.

— Hola Keigo…

— Geten… — lo nombró el rubio — ¿Necesitas algo?

— Venía a disculparme contigo por todo lo que te he hecho pasar… créeme que no es mi intención hacerte pasar un mal rato…

— No te culpo de esto, tus razones debes tener para decir eso de mi esposo… — dijo Keigo — Además de que yo no sé lo que has vivido y no puedo juzgarte.

— Gracias… simplemente quería que supieras que no quiero arruinar tu vida…