Capítulo 1: Fin de semana.

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MARTIN POV

Estoy en el cuarto que comparto con David acabando de preparar la mochila para poder ir a pasar el fin de semana a casa de Alex, llevamos casi dos meses sin vernos porque últimamente he estado teniendo discusiones absurdas con David que me quitan las ganas de hacer cualquier plan.

Meto la última camiseta que tengo doblada encima de la cama en la mochila y entonces escucho unos pasos acercarse a mí y al segundo los brazos de David rodeando mi cintura y atrayéndome a hacia su cuerpo hasta pegar mi espalda en su pecho. Empieza a dejar pequeños besos en mi cuello, suelto una pequeña risita antes de alejarme de él.

--Ahora no, amor, me tengo que ir-- cierro la mochila y noto como se vuelve a pegar a mí.

--Venga, un poco, llevamos muchísimo sin hacer nada-- murmura contra mi cuello.

--Lo sé, amor, pero ahora no. Cuando vuelva el domingo hacemos lo que quieras-- entonces noto como aprieta una de mis nalgas, suelto un quejido de dolor y me alejo de él de un empujón, haciendo que frunza el ceño claramente enfadado.

--Eres muy egoísta-- espeta alejándose de mí y dándome la vuelta con brusquedad para mirarme a los ojos--. Siempre hacemos lo que tú quieres, siempre lo que quiera es señorito. Pues no me da la gana.

Frunzo el ceño claramente indignado, no queriéndome creer que me esté diciendo eso en serio.

--¿Me estás diciendo esto en serio? Mira, no quiero discutir ahora-- me cuelgo la mochila del hombro, antes de que pueda salir de la habitación siento como coge mi muñeca con fuerza evitando que salga de la habitación, y cuando espero que me vuelva a gritar o que me pegue o algo similar, me abraza, es un abrazo de disculpa y yo suspiro aguantándome las lágrimas. 

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Cuando llego a la puerta de la casa de Alex le envío un mensaje a David para que sepa que he llegado bien y llamo al timbre, a penas pasa un minuto cuando Alex abre la puerta con una sonrisa enorme. Nos abrazamos con fuerza y entramos en la casa.

Subimos a la habitación de Alex y dejo mi mochila encima de la cama para luego acostarme.

--¿Qué tal estás?-- pregunta entusiasmado acostándose a mi lado dejando la mochila en medio de los dos.

--Bueno, últimamente discuto bastante con David, pero estoy bien-- suspiro, bien del todo no estoy, pero este fin de semana no me quiero centrar en eso. 

--¿Seguro?-- sabe que miento, pero de todos modos no vuelve a preguntar cuando asiento con la cabeza--. Bueno... Yo estoy bien, he seguido viéndome con la chica que te comenté-- lo miro ilusionado, desde que Alex conoció a la chica misteriosa (nunca me dijo el nombre) lo he visto bastante más feliz de lo normal.

Nos sentamos con las piernas cruzadas en la cama de Alex y nos pasamos hasta la hora de comer viendo videos de TikTok y hablando de algunos compañeros del instituto con los que nos habíamos encontrado.

Cuando se hizo la hora de comer bajamos los dos a la cocina y empezamos a preparar pasta para comer, bromeamos mientras cocinamos y cuando estuvo lista la pasta nos sentamos a comer, dejando la pasta sobrante en la olla para que cuando Juanjo vuelva tenga algo para comer. 

Después de comer decidimos que es mejor idea sentarnos en el sofá para ver alguna peli en Netflix, y después de pelear un poco por cual ver nos decidimos por Teen Beach Movie. Desde que salió la habré visto más de cien veces, y nunca me canso de ella, es la opción perfecta.

Mientras vemos la peli, se oye como la puerta se abre y al rato aparece Juanjo, con cara de cansancio y abanicándose con su mano, lleva una mochila colgada del hombro y la chaqueta atada a la cintura, me sorprende como es capaz de tener calor incluso en invierno.

--Qué calor-- se queja dejando la mochila encima del sillón.

Una carcajada de Alex inunda la habitación, yo sin embargo soy incapaz de apartar la mirada de él, ha cambiado mucho desde la última vez que lo vi, ahora lo veo muchísimo más atractivo que entonces, pestañeo intentando alejar esos pensamientos de mi cabeza, si David se enterara de que otro chico me ha parecido atractivo seguramente se enfadaría y yo ya había tenido bastantes peleas esa semana. 

--Hola, Martin-- saluda con una sonrisa antes de acercarse a darme un abrazo, le devuelvo la sonrisa mientras correspondo--, ¿qué tal? --pregunta alejándose de mí y apartando la mochila del sillón para sentarse ahí.

--Muy bien, ¿y tú?-- Alex se levanta del sofá y cuando pasa por mi lado veo como contiene la risa, lo miro confundido y es la voz de Juanjo la que me devuelve a la conversación.

--Agotado, el trabajo en la floristería es agotador. Nunca trabajes en una floristería-- bromea y yo suelto una pequeña risita, no recordaba que las conversaciones con Juanjo fueran tan acogedoras, tiene el aura de confort que llevaba buscando desde que empezó la semana.

Seguimos hablando un rato y por un momento siento que no sería capaz de dejar de hablar con él nunca, es tan familiar y tan... no sabría explicarlo, pero me hace sentir la calma que llevaba necesitando desde hace ya mucho tiempo. 

De repente Alex entra en el salón con un plato con la pasta que había sobrado, al parecer se la había calentado a Juanjo, que cuando se la da sonríe y la recibe con gusto antes de empezar a comer. Mis ojos se quedan fijos en él incluso cuando come y esta vez es Alex quien me saca de mi ensoñación.

--Manito, sigamos viendo la peli anda-- dice dándole al play de nuevo asiento antes de devolver la mirada a la pantalla de la televisión disfrutando con los dos hermanos.

Nos pasamos la tarde jugando a juegos de mesa y hablando de los rumores que corren por el vecindario, al parecer Juanjo se lleva muy bien con su vecina de en frente y ella le cuenta todo lo que pasa en su barrio. Me doy cuenta mientras habla de que me gusta mucho la forma de explicar las cosas que tiene Juanjo, podría escucharlo hablar durante horas sin cansarme.

Después de cenar Alex y yo subimos a su habitación, y cuando cierra la puerta empieza a reír desconcertándome. Se sienta a mi lado y me abraza entre risas, apoyo mis manos en su espalda confundido.

--Que poco disimulado eres-- atina a decir entre risas, frunzo el ceño cada vez más confundido--. Por mí perfecto, mientras dejes al tonto aquel-- sigue hablando entre risas y yo cada vez entiendo menos de por dónde quiere ir.

--No entiendo nada-- musito apoyando mi espalda en el cabecero de la cama, él me mira y sonríe, incapaz de parar de reír.

--Que si te gusta mi hermano a mi me parece perfecto, es mejor partido que tu novio-- bromea y entonces noto mis mejillas ardiendo.

Niego con la cabeza, no me gusta Juanjo, es imposible, yo tengo pareja y aunque ahora mismo no estamos en nuestro mejor momento, le quiero, ¿le quiero? Bueno, el caso es que no me gusta Juanjo, NO me gusta, o al menos eso creo. Intento hacerlo entrar en razón, pero lo único que consigo es que se ría más y se siente a mi lado pasando su brazo por mis hombros.

--Vale, ya paro-- suspira parando de reír--, pero sí que es verdad que deberías cuestionarte cómo te sientes realmente.

--Y dale, que no me gusta tu hermano-- contesto irritado, me sorprende que niegue con la cabeza.

--No me refiero a eso, hablo de David.

Trago saliva, entiendo a lo que se refiere. Aparto la mirada buscando algo con lo que cambiar de tema, llevo mucho tiempo evitando hablar de David con nadie. Alex se da cuenta y me abraza.

--Estoy aquí-- en ese momento soy incapaz de contener las lágrimas y dejo salir lo que llevaba conteniendo desde hace semanas.

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Hasta aquí el capítulo, espero que os haya gustado, podéis comentar vuestras opiniones. Gracias por leer <33

Intentaré tener el próximo capítulo lo antes posible, os quiero <<3333

Narciso (Fanfic majo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora