Capítulo 12: La fiesta.

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MARTIN POV 

Me despierto el sábado temprano porque la alarma de Juanjo para ir al trabajo suena más fuerte de lo normal. Me levanto de la cama, me pongo las gafas y me acerco a la habitación de Juanjo, cuando me asomo me doy cuenta de que sigue durmiendo, sonrío enternecido, el pobre ayer pasó una mala noche y aunque intenté acompañarlo para que pudiera dormir tranquilo.

Entro en la habitación despacio y me acerco a él para sacudirlo con cuidado, sonrío cuando abre los ojos y me mira, está monísimo dormido. 

--Buenos días-- susurro acercándome a su teléfono para apagar la alarma.

--¿Qué hora es?-- pregunta con la voz ronca mientras se incorpora en la cama y se frota uno de sus ojos con el dorso de su mano. 

--Casi las siete-- contesto y veo como se levanta de un salto de la cama, salgo de la habitación rápido cuando veo que se empieza a cambiar.

Bajo a la cocina y le preparo el desayuno para que no llegue tarde. Cuando baja come rápido y antes de irse me da un beso en la cabeza. Me siento en el sofá y apoyo mi espalda totalmente en el respaldo, últimamente el contacto con Juanjo me ha estado haciendo sentir raro, me siento nervioso cuando coge mi mano o cuando me da besos en el pelo, sé que no tiene por qué significar nada, encima Juanjo es muy cariñoso, pero me siento especial cuando lo hace conmigo. 

Suspiro mirando a la pared, Alex aún no se ha despertado y se me ha olvidado coger el móvil de la mesilla de noche, entonces decido acostarme en el sofá bocarriba, me quedo mirando el techo un rato hasta que me aburro y decido subir a pintar. 

Al entrar en la terraza lo primero que hago es regar el rosal del balcón, me encanta este rosal, siempre que subo a pintar me quedo mirándolo un rato. 

Me siento frente al caballete y miro el cuadro en el que estoy trabajando, son las manos de una pareja, recuerdo la historia que me contó el cliente sobre las manos, según él, las dos manos son la suya y la de su pareja, me contó que había llegado en el peor momento de su vida y que le había ayudado muchísimo a salir de la situación en la que estaba. Es una historia preciosa.

Paso más tiempo del que me esperaba pintando, me doy cuenta cuando entra Alex en la terraza con una sonrisa y se acerca rápido a abrazarme. 

--¿Cómo has dormido?-- pregunta cuando me levanto del taburete.

--Bueno, he dormido poco-- contesto caminando con Alex hacia las escaleras. 

De reojo veo como Alex me mira confundido antes de sonreír con picardía, suspiro, sé lo que está pensando.

--Claro, estabas con mi hermano-- bromea dándome un golpecito en el brazo, pongo los ojos en blanco antes de soltar una risita, cuando le dije a Alex que me atraía su hermano estuvo chinchándome toda la tarde, desde entonces, cada vez que paso tiempo con su hermano le gusta chincharme un poco.

--Estaba súper rayado-- comento soltando un suspiro, él aprieta mi hombro intentando darme ánimos. 

--Su jefe lleva tratándolo así años, hablé con él la primera vez que me contó cómo lo trataba su jefe y le dije que se buscara trabajo en otro sitio, pero se niega-- suspira y no puedo evitar sentir pena por Juanjo, no merece nada de lo que le está haciendo su jefe. '

Después de desayunar nos sentamos en el sofá y hablamos durante horas sobre la fiesta de esta noche, la verdad es que me apetece salir, disfrutar y dejar atrás todo lo que ha pasado. Me sorprendo cuando a la una y media Alex me avisa de que Juanjo está a punto de acabar su turno, él sabe que voy a por Juanjo a la floristería. 

Ando a paso rápido por la calle hasta que llego a la tienda, desde la puerta de cristal lo veo junto con Rus acabando de colocar unas flores, ver a Juanjo rodeado de flores es tan tierno. Sonrío cuando entro a la tienda y Rus viene a abrazarme diciéndome que se está acostumbrando a verme todos los días, río mientras hablo con ella y de reojo veo como Juanjo se mete en el almacén. 

Narciso (Fanfic majo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora