Capítulo 11: Jefe.

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Advertencia: este capítulo trata temas delicados.

JUANJO POV 

Es jueves, quedan dos días para la fiesta de Paul y estoy andando medio dormido hacia el trabajo. Suspiro cuando llego a la floristería, no sé por qué, pero esta semana mi jefe está más insoportable que de normal, y eso que siempre está de mal humor. 

Dejo mi chaqueta en el almacén y salgo a la tienda para esperar a que llegue Rus para poder abrir la tienda, no sé cómo lo consiguió, pero ahora somos compañeros de turno fijos. Cuando llega la recibo con un abrazo fuerte y abrimos la tienda, al poco rato llega una clienta a la que atiende Rus, me siento detrás del mostrador a esperar a que vengan más clientes mientras Rus acaba de atender a la señora. 

Seguimos atendiendo a los pocos clientes que vienen por la mañana cuando de repente entra nuestro jefe en la tienda, mira directamente hacia donde estoy, y en este momento deseo que la tierra me trague antes de que se pueda acercar a mí. Se acerca con una falsa sonrisa dibujada en el rostro y cuando está frente al mostrador se apoya con los codos en el cristal. 

--Buenos días, Juanjo-- Rus, que había estado haciendo un ramo que le había pedido un cliente, se gira al escuchar la voz del jefe y nos mira con el ceño levemente fruncido, sabe que no tiene buenas intenciones.

--Buenos días-- contesto y maldigo que mi voz salga tan débil.

--Es que, venía a pedirte un favor-- trago saliva al escuchar su tono "dulce", veo de reojo como Rus deja el ramo a un lado y se acerca a nosotros.

--Dígame.

--Una de tus compañeras del turno de tarde se ha cogido una baja de imprevisto y necesitamos a alguien que cubra su puesto, ¿te parece bien quedarte hoy a hacer doble turno? Necesitamos a alguien con urgencia-- Rus frunce el ceño apretando la mano en un puño, le da rabia que se aproveche de mí de esa manera.

--Pero, no puedes hacer esto-- salta Rus al ver que soy incapaz de decir nada, niego con la cabeza intentando que no diga nada, no quiero problemas--. Si le pides que haga horas extra debes avisarlo con tres días de antelación.

--Bueno, pero es urgente, solo sería hoy-- asiento despacio, casi con miedo de que use mi afirmativa para pedirme algo más. Al ver que no me niego a su propuesta sonríe satisfecho y sale de la tienda.

Rus se me acerca y pone sus manos en mis hombros apretándolos con fuerza.

--Pero, ¿cómo le dices que sí? Se aprovecha de ti como le da la gana-- se queja zarandeándome un poco. 

--Solo es un día-- pone los ojos en blanco antes de soltar un suspiro exasperado y volver a centrarse en el ramo. 

Seguimos atendiendo clientes hasta la hora del descanso, hora que Rus aprovecha para seguir quejándose de que le haya dicho que sí a mi jefe, pero, ¿qué esperaba? No podía decirle que no, viendo como me trata, si le digo que no me voy despidiendo del trabajo. 

Volvemos al trabajo y justo veinte minutos antes de que acabe el turno de mañana, alguien entra por la puerta, no puedo evitar sonreír al verlo, hoy está guapísimo, lleva una sudadera marrón y unos pantalones anchos negros, veo que lleva las gafas en vez de las lentillas, seguro que llegaba tarde. 

--¡Martin!-- chilla Rus acercándose corriendo para abrazarlo.

Lo miro confuso, en teoría quedan veinte minutos para que salga de clase. Sonrío cuando veo que se acerca al mostrador. 

--¿Qué haces aquí?-- pregunto rodeando el mostrador para poder abrazarlo, suspiro sintiendo como una parte de mí se relaja al tenerlo cerca.

--El profesor tenía que salir antes, así que hemos acabado antes la clase y he pensado en pasar yo a por ti-- no puedo evitar el revoloteo que recorre mi interior al escucharlo decir eso, pero recuerdo que me tengo que quedar a hacer doble turno. 

Narciso (Fanfic majo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora