Capítulo 4: Flores.

357 27 3
                                    

JUANJO POV

--Como venga otro cliente más a pedirnos las mismas dos flores, no respondo de mis acciones-- se queja Rus apoyándose en el mostrador, suelto una carcajada dándole palmaditas suaves en la espalda.

Esta semana compartimos turno en la floristería y gracias a ella las horas de trabajo aquí se han hecho más amenas.

Me siento en una silla al lado del mostrador para esperar a que vengan más clientes, cuando de repente entra por la puerta un chico alto, con el pelo oscuro y los ojos verdes. Me levanto de la silla cuando se acerca al mostrador.

--Buenos días-- saludo con cordialidad cuando lo tengo delante, Ruslana me mira desde su asiento aguantándose la risa, después de cinco horas de trabajo estamos los dos muertos del cansancio, entonces tener que fingir cordialidad le divierte.

--Sí, hola-- contesta seco y claramente deseperado--. Necesito un ramo de flores para pedirle perdón a mi novio-- dice mirando el móvil, al parecer esperando una respuesta de su supuesto novio.

--Claro, ¿quiere algún tipo de flor en particular?-- pregunto sin borrar la sonrisa aunque por dentro quiera volver a casa y tumbarme en el sofá.

Lo reflexiona durante unos segundos, hasta que finalmente niega con la cabeza. Salgo de detrás del mostrador y me acerco a los narcisos, esta flor simboliza el perdón, entonces son perfectas, además de soportar en su mayoría climas fríos.

Preparo el ramo y vuelvo al mostrador para dárselo al cliente, que sonríe aliviado cuando lo recibe.

--Muchas gracias-- dice mientras paga.

Ruslana estalla en carcajadas cuando el cliente se va, le dedico una mirada de falso desprecio y me siento de nuevo en mi silla.

--¿En serio le has puesto un ramo de narcisos?-- pregunta aún riéndose, pongo los ojos en blanco.

--Simbolizan el perdón, eran perfectos para esta ocasión-- me defiendo cruzándome de brazos fingiendo indignación.

--¿Por qué será que me esperaba que hicieras algo así?

--¿Qué insinúas?-- pregunto con picardía.

--Que eres un friki-- contesta encogiéndose de hombros, le doy un golpe suave en el brazo antes de empezar a reírme con ella.

----

Me despierto de la siesta a las siete de la tarde, me duele el cuello por haber dormido. Me sorpendo cuando escucho a mi hermano en el piso hablando con alguien. Me levanto y voy hacia las escaleras decidido a descubrir quién es la persona con la que está mi hermano, paro en seco cuando reconozco la voz de Martin, odio admitir que me pongo ligeramente nervioso cuando escucho su voz.

Vuelvo al sofá después de descubrir de quién era la voz y en un par de minutos ellos dos bajan al salón.

--Buenos días, dormilón-- saluda Alex sentándose a mi lado en el sofá.

--Buenos días-- contesto con la voz ronca, odio despertarme de la siesta sin voz. Miro a mi otro lado cuando noto como el sofá se unde cuando Martin se sienta.

Sonrío, una sonrisa amable que él me devuelve al segundo y tengo que forzarme a borrar el pensamiento que cruza mi mente de que posiblemente, la sonrisa de Martin es la más bonita que he visto nunca.

Empezamos a hablar los tres sobre el bolo al que van y sobre la amiga que actúa, resulta que es muy amiga de Violeta y de Rus, y que a veces canta en bares, entonces a lo mejor ha cantado en el de Salma.

Aporto todo lo que puedo a la conversación aún estando medio dormido y cuando pasan un par de horas, mi hermano y su mejor amigo se van. Aprovecho que tengo todo el sofá para mí y me acomodo mientras enciendo la tele para ver una peli.

Narciso (Fanfic majo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora