Capítulo 7: Dudas.

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Despierto cuando suena el despertador de David, entreabro los ojos y miro a mi lado en la cama donde está él dormido, lo sacudo con delicadeza para intentar que se despierte, pero no lo consigo, lo vuelvo a intentar y se sacude apartándose de mí.

--David, despierta-- murmuro acercándome para sacudirlo de nuevo, él se gira y me envuelve entre sus brazos para luego seguir durmiendo--. Va, que llegarás tarde-- escucho como suelta un quejido antes de esconder su cara en el hueco entre mi cuello y mi hombro antes de dejar un besito sobre mi piel.

--Buenos días-- murmura contra la piel de mi cuello antes de deja otro beso-- ¿Cómo has dormido?-- pregunta apartando su cara de mi cuello para darme un pico.

--Bueno, bien, no has parado de moverte en toda la noche y me has dado patadas sin querer-- le pincho con un dedo  la mejilla.

--Ay, amor, perdón--   besa mi mejilla y se levanta de la cama para ir al baño.

Me quedo acostado en la cama mirando al techo, alargo la mano y cojo el móvil para ver la hora, las seis y media. De repente me llegan mensajes de mi abuela para ir hoy juntos a visitar la tumba de mi abuelo, una lágrima recorre mi mejilla, recuerdo el día del funeral, no me quería despegar de mi abuela en ningún momento y verla llorar me destrozó.

Me levanto de la cama y rebusco en mi armario en busca de algo  que ponerme, al final me decido por algo cómodo, unos pantalones  vaqueros y la primera sudadera que me cae en las manos. Espero a que David acabe de ducharse y entro yo al baño para ducharme yo.

Cuando acabo de ducharme, David ya se ha ido al trabajo y por algún motivo eso me relaja.

Me pongo  las zapatillas y cojo  el móvil y las llaves antes de salir. Cuando llego a casa de mi abuela, ella me recibe con un abrazo fuerte y nos vamos juntos hacia el cementerio.

Llegamos a los quince minutos de haber cogido el bus y andamos hasta el lugar donde está la tumba. Al llegar mi abuela deja unas flores.

Nos quedamos unos minutos en silencio frente a la tumba, hasta que empieza a chispear. Salimos del cementerio a paso rápido e intentamos llegar a la parada de bus lo más rápido posible.

--¿Cómo estás hoy, mi niño?-- pregunta con dulzura--. El otro día te vi un poco enfadado.

--Es que últimamente estoy discutiendo mucho con David y siento que nuestra relación se va a acabar-- murmuro mirando a mi amama, que sonríe antes de cogerme la mano y acariciarla con cuidado.

--Te voy a dar un consejo, mi niño. Cuando una persona deja de aportar positivamente a nuestra vida, debemos alejarnos. Si ya no estás feliz con él, déjalo, seguro que encuentras a alguien mejor que él--sonrío antes de acercarme a ella para abrazarla con delicadeza, la verdad es que estoy hecho un lío desde hace semanas.

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Cuando llego a casa reviso el correo, tengo algunos pedidos nuevos, después de revisarlos y ponerme en contacto con ellos cojo el móvil y me acuesto en la cama. Veo que tengo algunos mensajes de Kiki y Vio preguntándome qué tal estaba, también tengo mensajes de Rus contándome algo sobre un cliente idiota, pero el mensaje que más me llama la atención es de Juanjo.

JUANJO
Bigotes, cuándo quedaremos para acabar tu trabajo??

Sonrío leyendo el mensaje y tecleo casi instantáneamente.

MARTIN
esta tarde estoy libre, si puedes quedar sería genial

JUANJO
Claro, quedamos en el bar de Salma??

MARTIN
mejor quedamos en mi casa, hoy está el tiempo un poco revolucionado

Por algún motivo me pone nervioso proponerle que venga a casa, pero decido ignorarlo. Al final quedamos a las cuatro y media para poder aprovechar al máximo la tarde.

Narciso (Fanfic majo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora