Capítulo 8: ¿Sorpresa?

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JUANJO POV

Cuando vuelvo del trabajo lo primero que hago es tirarme en el sofá soltando un suspiro de cansancio, he conseguido que mi jefe me dé un par de días libres el fin de semana que viene, entonces estoy de bastante buen humor. Entonces entra mi hermano en el salón con una gran sonrisa para sentarse a mi lado en el sofá. 

--¿Qué tal el trabajo?-- pregunta sacando el móvil del bolsillo.

--Pues bien, han venido un par de clientes un poco idiotas, pero nada grave, ¿qué tal tú?-- se encoge de hombros aún sonriente, no debería sorprenderme, ya que mi hermano siempre ha sido muy feliz, pero por algún motivo, me sorprende.

--¿Qué te pasa?-- pregunto incorporándome en el sofá mirándolo con el ceño fruncido.

Veo como su sonrisa se ensancha (si eso es posible) y al segundo se recuesta en el sofá.

--He vuelto a quedar con Denna hoy, hablé ayer con ella y hemos quedado para tener una cita-- sonrío antes de deshacerle el pelo, la verdad es que aunque no conozca a la chica, ver que hace tan feliz a mi hermano me pone muy feliz. 

Hablamos un rato más hasta que decidimos levantarnos a comer, mientras comemos hablamos de cualquier cosa que se nos ocurra, cuando de repente a mi hermano se le ocurre algo.

--¿Dónde has estado yendo últimamente?-- pregunta con curiosidad pinchando con el tenedor un trozo de brócoli. Intento contener la sonrisa boba que amenaza con dibujarse en mi cara, pero es imposible, entonces Alex reprime un chillido de ilusión--. ¿¡Te has estado viendo con Martin!? Esto es fuertísimo, sabía que os ibais a acabar gustando...

--Oye, que a mí me guste Martin no significa que yo le guste a él-- trago saliva al darme cuenta de la confesión que acababa de hacer, es verdad que con todo el tiempo que hemos estado pasando juntos he empezado a tener dudas sobre mis sentimientos, pero en ningún momento me había atrevido a afirmar nada. 

Escucho como mi hermano suelta un chillido y coge el móvil al segundo, miro estático como busca un contacto y llama, al segundo la voz de Salma suena del otro lado de la línea.

--Me debes cinco euros, Salmona-- afirma con orgullo antes de lanzarse a abrazarme dejando el móvil con la llamada activa en la mesa.

--No me lo puto creo, ¿lo ha admitido? Juan José, quiero ser la dama de honor o la madrina, cualquiera me sirve-- observo la escena aún paralizado, sigo sin acabar de entender bien lo que está pasando. 

Decido que lo mejor es ignorar la conversación entre mi hermano y Salma, y me centro en acabar mi comida, cuanto antes me pueda levantar de la mesa, mejor. Mi hermano y Salma siguen hablando cuando yo me levanto de la mesa y me voy a mi habitación. Cierro la puerta cuando entro y me acuesto bocarriba en la cama, sigo teniendo que procesar lo que he dicho durante la comida, ¿me gusta Martin?, a ver, Martin es un chico encantador, además de inteligente, también es atractivo eso no hay nadie que lo niegue, pero ¿me gusta? y si nunca me dejó de gustar y solo ignoraba el sentimiento porque ya no nos veíamos tanto como antes. 

Suspiro cerrando los ojos con fuerza, tengo mucho que asimilar y creo que es la tarea más difícil que he tenido que hacer nunca, ordenar todo lo que estoy sintiendo después de hacer una confesión tan grande se siente casi como intentar ordenar un archivo mientras llegan cientos y cientos de archivos nuevos. 

Jugueteo con los bordes de la almohada para intentar distraerme de todos los pensamientos que bombardean mi mente en este momento, la primera vez que lo admití no fue tan confuso, ¿por qué ahora sí que lo es? Suelto otro suspiro.

No me sorprendo cuando escucho la puerta de abajo cerrarse, seguramente Alex se ha ido ya a su cita con Denna. Me tranquiliza estar solo, aunque no me vaya a facilitar ordenar mis sentimientos, al menos no voy a tener a Alex interrogándome sobre unos sentimientos de los que no tengo el control. 

Narciso (Fanfic majo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora