46

1.3K 270 86
                                    

Después de un rato estábamos en el auto de Roberto; él iba manejando y yo de copiloto mientras Sofía y Chucho iban en la parte de atrás 

—Cuando me llamaste para invitarme a salir me imaginaba todo menos esto.— susurró sin dejar de ver el camino —¿Ahora estamos jugando a la familia feliz?.— 

Miré de reojo hacia la parte de atrás, Sofía mantenía su mirada pegada a la ventana 

—No es eso.— susurré también —Pasó algo con mis papás, te lo cuento cuando lleguemos y estemos solos.— 

—Cuanto suspenso.— se burló con una pequeña risa 

El camino siguió, ahora lo único que se escuchaba era la música de la tablet que le había dado a Chucho, sin duda él la seguía ocupando para cosas que no tenían que ver con el trabajo. Llegamos a una plaza y después de buscar un lugar de estacionamiento bajamos del auto 

—Sé que este pequeño paseo es para que convivamos más.— exclamé mirando a Sofía —Pero te tengo una mejor propuesta.— 

—¿Cuál?.— preguntó confundida 

—Estamos en una plaza con muchos locales, ve a recorrer todo con Chucho y si te gusta algo él lo comprará.— aseguré —Yo iré con Beto a buscar algo que necesito, ya cuando tengas hambre puedes decirle a Chucho que nos llamé y te veremos en la sección de comida rápida.— 

—¿Puedo pedir lo que quiera?.— cuestionó emocionada y asentí un tanto divertida al ver que parecía ser lo único que le importaba —Está bien.— 

Y sin más se alejó, le hice una señal a Chucho para que fuera con ella así que lo hizo 

—Tengo muchas preguntas.— dijo Beto cuando estuvimos solos —La primera es, ¿por qué ahora tu asistente parece asistente de una puberta?.— 

—Es mi venganza.— dije y me miró confundido —Chucho me las debía, primero por chismoso y después por estar crudo en horario de trabajo.— 

—Chucho es un tipazo, tú solo le ves defectos.— empezó a reír 

—Sé que quieres mucho a Chucho y que Chucho te quiere mucho, pero mientras no se tome el trabajo en serio no le daré tareas serias.— exclamé —Por eso ahora le tocó ser niñero de mi hermanita.— 

—Espérate, ¿cómo que hermanita?.— se veía realmente confundido 

Tomé su mano y simplemente lo miré con una pequeña sonrisa, él parecía un poco cansado y aún así estaba conmigo, quizás era poco, pero ese simple gesto me conmovía 

—Mi mamá me llamó ayer y digamos que eso forzó un "reencuentro" hoy.— conté mientras empezábamos a caminar en la plaza —Solo fueron a dejarme a Sofía y se marcharon, digamos que quieren que conviva conmigo para que copie algunas de mis actitudes y así explotarla como actriz.— 

—¿Y por eso le pusiste la peluca?.— preguntó —¿La estás caracterizando o algo así?.— 

—No, realmente ella no quiere ser actriz y sentí que si salía conmigo podían identificarla, no quiero arruinarle su idea de escapar en algún momento.— respondí —Sé que ponerle una peluca y ponerle unos lentes no es la gran cosa, pero si a Superman le servía ponerse unos lentes para que no lo descubrieran, ¿por qué a ella no le funcionaría?.— 

Roberto empezó a reír al escucharme, yo no lo había dicho como broma 

—Ahora, mi siguiente pregunta.— habló de nuevo, yo lo miré atenta —¿Por qué me invitaste a esto? Pudiste solo venir con ella y Chucho.— 

—Te extrañaba.— sonreí 

—Pero nos vimos diario durante el viaje, solo llevamos pocas horas lejos.— se burló 

—Bueno, realmente quería que me llevaras a recorrer algunos puntos de la ciudad.— conté —Sé que seguramente estás cansado por tu entrenamiento o que prefieras descansar, pero no perdía nada con intentarlo.— 

Sentía las miradas de algunas personas sobre nosotros, no debía olvidar que estábamos en un lugar público y que la gente podría reconocernos así que empecé a caminar más rápido mientras lo jalaba 

—¿A dónde estamos yendo?.— preguntó riendo un poco —Pensé que lo de ir a comprar algo era un pretexto para estar solos.— 

—Si era un pretexto.— reafirmé sin detenerme —Solo sentí que la gente nos estaba viendo.— 

—¿Y eso no es normal?.— preguntó mientras me jalaba para que dejara de caminar, quedamos frente a frente —Pensé que estabas acostumbrada a tener las miradas sobre ti.— 

Eso era cierto, incluso mi plan principal de hoy era que notaran que no había desaparecido, pero por alguna razón me sentía hasta expuesta 

—Creo que perdí la costumbre.— reí un tanto avergonzada 

Beto miró algo detrás de mí y noté que sonrió, me giré un poco solo para ver que era una de esas máquinas de peluches, especialmente de los "muñelocos"

—Vamos a jugar un poco.— pidió como un niño chiquito

—Es una pérdida de dinero.— reí un poco 

—Te apuesto lo que quieras a que te saco un peluche.— al parecer se lo tomó muy personal 

—Tienes tres oportunidades.— condicioné y asintió mientras sacaba algunas monedas

Empezó el juego mientras yo miraba atentamente cada uno de sus movimientos, sorprendentemente si lo estaba logrando, no me sorprendería que también tuviera mañas para esto 

—Listo.— exclamó mostrándome un conejo blanco de peluche 

—Ya estoy muy grande para jugar con peluchitos.— me burlé, realmente lo quería, pero mi orgullo no me permitía admitir que me había ganado

—Bueno, tú te lo pierdes.— dijo —Lo voy a tirar entonces.— 

Negué rápidamente y me abalancé sobre él para quitárselo 

—Quizás pueda jugar todavía con él.— dije aferrándome al peluche, Roberto solo se burló por mi actitud

Me encantaba pensar que aunque estuviéramos rodeados de gente éramos los protagonistas de este momento

𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐈𝐍𝐀 𝐃𝐄 𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐑𝐎𝐓𝐎𝐒 [Roberto Cein X Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora