69

328 117 26
                                    

Unas cuantas semanas más pasaron y estábamos a pocos días de viajar a España para la Velada. Por hoy había terminado mis grabaciones y me encontraba tirada en el sillón de la casa de Beto mientras veía su última transmisión aquí antes del viaje

—Molly.— me quejé del peso de aquella perrita —¿Qué voy a hacer contigo? siempre que me acuesto te acuestas sobre mí, parece que lo haces intencionalmente.—

Puse mi celular a un lado para seguir escuchando el directo mientras mi atención se enfocó en un juego territorial con Molly, yo quería quitarla, pero ella quería quedarse. Todo se acabó después de unos minutos que sin saber como yo acabé sentada en el suelo y ella seguía sobre el sillón 

—Esta vez ganas tú, pero no será así siempre.— amenacé burlona 

Me levanté y tomé mi celular para enfocarme aún en el directo. Roberto ahora estaba contándole a su chat algunas cosas que había hecho estos días, a mí me divertía ver como de repente sus streams se convertían en pláticas nocturnas. Él solía leer bastante su chat y de ahí sacar nuevas cosas de que charlar, eso hacía todo un poco más ameno 

A ver, ¿qué más?.— preguntó y dirigió su vista a una pantalla donde veía su chat —"Supongamos que estás muy enamorado de tu novia...".

Al leer eso se le escapó una pequeña sonrisa y miró a la cámara por unos segundos 

No lo supongan, yo si estoy muy enamorado de mi novia.— avisó

Algo que amaba mucho de Beto es que era muy transparente al comunicarse, podría estar mintiendo en algunas ocasiones, pero siempre que hablaba se percibía si estaba alegre, molesto o triste. Cuando dijo que estaba enamorado era notable su alegría al decirlo, a él lo ponía feliz tener un amor correspondido y eso no podía ocultarlo 

Dejé de lado el hecho de que queriendo o no había revelado que estaba en una relación, la gente no tardaría mucho en ponerse a investigar al respecto, igual no me importaba. Nosotros habíamos sido muy discretos ocultándonos esta vez, además la mayoría de ojos estaban puestos en los combates de la Velada

Decidí dejar de mirar su stream. Caminé por su casa y llegué cerca de su setup, estando ahí solo abrí la puerta y escapé corriendo de nuevo hasta la sala. Él no se daría cuenta de que había abierto la puerta hasta que sus perritos entraran a jugar también 

Me senté de nuevo, ahora vi pasar a uno de sus perros con un calcetín en la boca, sabía que se lo irían a dejar en el suelo a Roberto así que reí


























(.....)

Desperté gracias a unos pequeños movimientos

—Te quedaste dormida aquí.— susurró con un ligero tono de burla 

Tomé mi celular para ver la hora, pasaban de la 1 am. No era muy tarde, pero me había desvelado por unos asuntos de grabaciones, había aprovechado estos días para adelantar algunas de mis escenas en solitario. Había pedido un permiso especial para ausentarme más de una semana y así acompañar a Roberto durante sus viajes, la única condición que me pusieron era dejar grabadas algunas escenas y uno que otro promocional

—Mañana es mi último día de grabaciones antes de la Velada.— avisé soltando un suspiro —Bueno, en unas horas, tengo que llegar a las 6 am al set, grabaremos unas escenas con el cielo oscuro y...— 

—Mejor vete a dormir a la cama en lugar de estar en el sillón, te sentirás más cómoda.— me interrumpió —Creo que todo este tiempo he cometido el error de subestimarte, pero viendo como a pesar de todos los obstáculos sigues haciendo lo que te apasiona...— 

—Roberto.— lo interrumpí ahora yo —Amo los monólogos cursis, pero tengo mucho sueño y mañana es un día ocupado.—

—Mataste el momento romántico, asesina.— se quejó intentando cruzar los brazos de nuevo, volví a reír

Me ayudó a levantarme y me guío a su habitación, aunque yo sabía perfectamente donde estaba. Al abrir la puerta noté que había puesto en su cama una de las famosas "cobijas de tigre" así que reí 

—Fue un regalo.— soltó como excusa 

—Roberto, literal en estos meses ha habido tanto calor que hasta personas se han muerto por eso.— recordé —Yo prefiero dormir hasta con puras sabanas frías antes que con una cobija así de pesada.— 

—No está tan pesada.— intentó convencerme —Bueno, ultimadamente es mi cama así que te aguantas.— 

Reí mientras intentaba amarrar mi cabello con una liga que tenía en mi muñeca, Roberto me la quitó para ayudarme y hacerme una coleta, sonreí por aquel gesto

—¿Podemos seguir debatiendo sobre la cobija?.— pedí y negó —Voy a reconsiderar regresar al sillón.— 

—Puedes decir lo que quieras.— exclamó mientras se acercaba a mí, sentía como si me estuviera acorralando —Pero de aquí no te vas.— murmuró cerca de mi oído 

Me dio un pequeño empujón haciendo que cayera en la cama y después prácticamente se puso sobre mí 

—Cuando estoy en el sillón tengo encima a Molly, pero aquí te tengo encima a ti, ¿Qué es mejor?.— cuestioné entre risas 

Roberto solo sonrío y jaló la cobija hasta taparme, como si fuera una especie de taquito mal envuelto

—Te dije que de aquí no te ibas y me comparaste con Molly, no sé que hice para tener una novia como tú.— empezó a reír también 

Por alguna razón estar con él recargaba mis energías... algo me decía que esta noche tampoco podría descansar bien

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: a day ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐈𝐍𝐀 𝐃𝐄 𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐑𝐎𝐓𝐎𝐒 [Roberto Cein X Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora