Capítulo 14

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Capítulo 14
La sutileza es mi virtud
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Martes 29 de marzo de 2016.

Hubo algo diferente el domingo. Ese día fue 27 de marzo. Ese día cumplí tres meses de ser la novia de Zack Benson. Ese día fue después de nuestro alegre Sábado de Encanto. Y ese día continúa repitiéndose en mi cabeza.

Comenzó como un día normal, Mena despertó a las ocho de la mañana, y en consecuencia, yo también desperté temprano. Aproveché al máximo mi mañana, como mi mente estaba despejada me dediqué a resolver la práctica que le pedí a Taylan, la tenía impresa desde hace unos días. Cuando la acabé en menor tiempo de lo usual, me sentí orgullosa de mi misma, cada vez lograba comprender mejor el italiano, aunque una hablante fluida eso sí no soy. Me propuse entregarla el lunes para que mi tutor pudiera revisarla. Después de ello, estuve bailando algunas coreografías de mi clase de danza, perfeccionando algunos movimientos y ejecutando algunos otros. Mi repertorio se compuso de distintas canciones, entre ellas algunas de BTS donde por poco y terminaba completamente descontrolada, todo eso mientras mi cabello se pegaba a mi rostro gracias al sudor.

Al llegar la tarde, ésta estuvo bastante tranquila, sin embargo, al llegar las tres de la tarde en punto, alguien tocó la puerta. Papá había salido al supermercado, y él nunca toca la puerta, Mena y yo estábamos en mi cuarto con Kokoro. Mamá fue la única que estaba más cercana a la entrada, y fue ella quién abrió la puerta.

Un “cariño te buscan” fue lo que me hizo salir deprisa de mi cómodo sofá y pausar la película que estábamos viendo.

Y ahí estaba él. El chico que he estado ignorando para ordenar mis propios pensamientos.

Zack Benson.

Tenía un gesto suave en su rostro, sus ojos marrones aún no habían notado mi presencia. Él conversaba con mamá, parecía insistir sobre algo. En sus manos, llevaba una de esas canastas lindas que se usan para salir de picnic. También llevaba puesta la camisa azul de lunares blancos y pequeños que le regalé cuando cumplimos dos meses de novios, y un pantalón blanco adornaba sus largas piernas. ¿Qué hacía ahí? En realidad, yo tampoco lo sabía, no estábamos en muy buenos términos.

Al final, logró convencer a mamá. Y terminé caminando a su lado hacia el parque cerca de mi casa.

Un picnic.

Zack quería celebrar nuestro tercer mes de novios con un picnic.

Por alguna razón, guardé silencio en todo el camino, incluso mientras tomaba asiento sobre la sábana de cuadros azules y amarillos que él colocó sobre el césped. A él eso no pareció molestarle, con su personalidad extrovertida y carisma innato se encargó de animar las cosas. No reparé con atención en los alimentos que con alegría sacaba de la linda canasta.

Fue una salida tranquila, él se comportó como hace mucho no lo hacía, justo como cuando solo éramos amigos. Incluso me animé un poco y dejé mi incomodidad a un lado. Hasta que dijo lo que jamás pensé que diría.

"A veces detesto que seas una chica de casa.

Pero me gustas.

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