Bandera Verde

Capítulo 4

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   Capítulo 4

   San Valentín y una caja de sorpresas
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Viernes 12 de febrero de 2016.

Hoy es el día designado para celebrar San Valentín en el instituto. 

Muchos sacan sus mejores outfits para resaltar este día. 

Yo misma estoy incluída en esa multitud.

El año anterior, había utilizado un vestido blanco que llegaba hasta la parte superior de mis rodillas, era ajustado en la parte superior y definía un poco mi cintura, terminaba en la parte interior con un corte en A. 

Era un vestido hermoso, simple y aplicaba la regla de menos es más.

Recuerdo haber rizado mi cabello, pero ese día el tiempo no estuvo a mi favor. La lluvia había esponjado mi cabello y mojado por completo mi vestido, por lo que, en realidad, si llegue a resaltar fue por parecer una presunta prófuga de algún centro de salud mental. 

Desde ese día, siempre cargo conmigo mi sombrilla. 

Ese fue mi segundo San Valentín en el instituto, y fue todo un fiasco, totalmente opuesto a cuando fue mi primer año. 

Es por eso que este tercer año, debo redimirme. No quiero resaltar, pero tampoco quiero ir fuera de tono. 

Por lo que desperté temprano para tener tiempo suficiente de prepararme con calma y no olvidar nada.

Llevo algunos minutos debatiendo sobre el peinado que me haré, y sigo sin poder decidirlo.

Observé a la chica en el espejo frente a mi, lucía un tanto ojerosa. Debería intentar dormir mejor, incluso el verde de mis ojos se veía opaco. Tomé mi peine favorito de color morado, el único que no me termina lastimando, y empecé a desenredar mi cabello rosa.

Peinarlo siempre hace que recuerde a mi hermano. 

Ya estaba vestida, y aprovechando que no debo llevar el uniforme, me vestí con mi blusa roja de manga larga y cuello alto, había pensado llevarme un crop top del mismo color, en lugar de la blusa, pero sé que Zack se molestaría si me ve así. Complementando, me vestí con mi pantalón negro de lino, y la pulsera dorada que Zack me regaló para nuestro primer mes de novios. Zack llevará los mismos colores que yo. 

—Creo que la opción número dos es la ganadora —me dije a mi misma. 

—¿Tú qué crees, Kokoro? —miré hacia el pequeñín qué estaba acostado sobre mi cama, y le mostré las dos opciones de peinados, al ver la segunda, ladró—.Tienes muy buen gusto, mi amor. 

Recostó su cabeza en la cama y continuó mirándome. 

Mi fan número uno.

Sin mucho preámbulo, empecé a tomar varios mechones de cabello para hacerme esa trenza, que se unía a una coleta alta. Dejé algunos mechones sueltos en el frente para darle un aspecto más relajado. Debía darme prisa, ya que también quería maquillarme un poco. 

Al pasar unos minutos, escuché la voz de mamá llamándome. 

—Cariño, no te dará tiempo de desayunar. Ven ya.

Me levanté deprisa, y tomé los obsequios de Mena y Zack para introducirlos en mi mochila, junto a mis cuadernos, cuidadosamente. Así como, la tarjeta que mis padres me regalaron el año anterior por mis 15 años, al negarme a una fiesta.