Bandera Verde

Capítulo 25 Parte 2

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Capítulo 25 Parte 2
Un beso navideño
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Domingo 25 de diciembre 2016.

Ayer fue un largo día, tuve que lidiar con los gemelos, un hermano mayor celoso y preguntón, las miradas curiosas de mis padres y de Connor, los comentarios de Mena, Guadalupe y Deborah y controlarme con todo lo referente a Taylan. Todos estuvimos reunidos en mi casa, y cuando dieron las seis de la tarde todos mis amigos se fueron a sus casas, excepto mi mejor amiga quién se quedó a dormir y al dar las doce de la noche abrimos los regalos de navidad.

Ahora faltan dos horas para que den las diez de la noche, falta poco para que Taylan suba al avión y se vaya a Noruega. Espero su familia no lo regañe por no estar presente todos los días anteriores.

—Yo desconfiaría de ese tipo, tiene cara de que.. No sé, pero mi instituto me dice que no confié en él y acuérdate que soy de signo escorpio, o sea, mi instinto es muy bueno.

Estabamos en mi habitación viendo una película navideña, Mena llevaba una pijama de Chimmy, mientras que yo usaba la de Tata. Mejor dicho ambas usábamos de pijama los grandes disfraces que usamos para Halloween. Son tan cálidos que decidimos usarlos hoy.

—Tiene cara de malo, y ella debe ser su cómplice —señalé a la chica que estaba al fondo de la fiesta navideña.

Sentí mi teléfono vibrar y lo tomé, al desbloquearlo observé que tenía un mensaje de Taylan.

“Estoy afuera de tu casa”.

¿Qué?

Me senté en la cama y Mena me observó —¿Qué te pasa?

—Taylan está afuera.

Chilló y me arrastró fuera de la cama —Entonces ve con él.

—¿Salgo disfrazada de Tata? —señalé el casco que llevaba de la cabeza roja en forma de corazón de Tata.

—¡Sí!—habló con obviedad y continuó arrastrándome hasta atravesar la sala, después me dejó frente a la puerta—, ve con tu vikingo.

Reí, y me tomé algunos segundos para controlar mi acelerado corazón. Abrí la puerta y me encontré con la espalda de Taylan, usaba un abrigo oscuro de invierno, su imponente estatura se hallaba a unos cuantos pasos de mi, lentamente giró y una enorme sonrisa se plantó en sus labios.
—Señorita, debo admitir que vestida de Tata luce muy adorable —sus ojos recorrieron mi rostro, y avanzó hasta mí.

No lo veo desde ayer, y mi corazón latía desbocado en mi pecho. El traje de Tata solo dejaba a la vista mis ojos, nariz y boca. Tiene guantes pero me los quité arriba.

—Gracias, Vikingo…es decir, Taylan.

¡MENA! Terminé llamándolo vikingo por escuchar a Mena.

Taylan se detuvo frente a mi, una sonrisa curvó sus labios, tomó una de mis manos y la elevó hacia su rostro mientras él se inclinaba, depositó un beso en el dorso de mi mano, cerró sus ojos y sin alejar mi mano de sus labios, los abrió lentamente. Sonrió dulcemente mientras buscaba algo en uno de los bolsillos de su pantalón negro, noté que calzaba botas militares. Mi atención se desvió de su calzado a mi mano donde Taylan colocaba un anillo.

—Es un promesa, Kimi —bajó mi mano.

—¿Una promesa? ¿Puedo saber de qué se trata?

—Lo sabrás cuando regrese —soltó mi mano y sacó algo de su otro bolsillo—, si portas éste anillo el día que regrese, te haré una petición.