Capítulo 15

26 5 36
                                    

╔═.✵.═════════════════════╗
Capítulo 15

Los ojos son los primeros en besar
╚═════════════════════.✵.═

Miércoles 30 de marzo de 2016.

Mi mañana inició como cualquier otra: obligándome a salir de la cama.

Es difícil levantarse cuando se siente tan suave y mullida. ¿Cómo puede volverse tan cómoda apenas suena la alarma?

Es una duda que me carcome la conciencia cada mañana, sin falta.

La única diferencia en mi despertar, fue que no sentía ni un solo gramo de energía en mí. Ayer fue un día extenso y pesado, por eso me siento así.

Cuando finalmente logré poner mis dos pies en el suelo, me tomé unos segundos para sentirme totalmente consciente, después corrí a bañarme. Tener un baño dentro de la habitación es bastante cómodo, por cierto, tardé más minutos de lo habitual, tengo la costumbre de creerme cantante profesional en la ducha, pero hoy estaba dando un concierto completo, y en consecuencia, terminé desayunando deprisa al no calcular mi tiempo. Veinte minutos después, salí de casa y tomé el autobús. En cuanto al clima, éste era maravilloso como todos los días, si miraba hacia arriba, mis ojos se entrecerraban de forma automática. Treinta minutos después, el instituto se divisaba en la distancia, me apresuré a ingresar, y recorrí los pasillos veloz, buscando mi primera clase del día.

Suspiré.

Quién diría que pasarían tantas cosas apenas cayeran las doce del mediodía.

Primero, al sonar la campana de almuerzo, no me dirigí al comedor a buscar mi bandeja para llenarla con la comida del día como los demás estudiantes, sino que me ofrecí a ayudarle al profesor del taller de industriales a ordenar sus herramientas y demás utensilios, me dió pena verlo ordenar todo solo y que no llegara a aprovechar su hora de almuerzo para comer por demorarse, siendo consciente, fue mi grupo quien ocasionó todo. Y todo era un caos ahí, incluso mi cara terminó salpicada de aceite por un recipiente de plástico mal colocado. A veces cuestiono por unos segundos si mis decisiones son las más acertadas, mientras todos almuerzan yo estoy aquí, pero al ver la sonrisa alegre del profesor me hace darme cuenta que ayudar a otros nunca está mal. Mi barriga hacía sonidos extraños de protesta intentando llamar mi atención, pero lo soporté hasta acabar con todo el desastre. Eso me tomó unos veinte minutos, después caminé directo a los baños.

En mi camino, y para mi suerte, los pasillos se encontraban despejados, lo normal. A está hora, apenas deben estar a mitad de almuerzo. Mi boca se hace agua al pensar en comer.

Ahora bien.

Llámalo destino, casualidad, causalidad, o cómo mejor gustes, pero lo que ví, tenía que verlo. Inevitablemente fuí testigo, y ya estaba escrito que yo formaría parte de todo.

Lo que estaba presenciando me hizo sentir de forma contradictoria. Por un lado, la furia me invadía, y por otro lado, me sentía como una mala persona. Solo quería correr y contarle todo. Pero... ni siquiera así, diciéndole la verdad, me atrevería a lastimarla.

En realidad no me sorprende lo que veo, ya lo veía venir.

No había más testigos, ellos en su mundo y yo en el pasillo que se conecta al que están, ocultándome en la esquina.

Mierda.

Ese no era un beso de amigos.

Tampoco sería un beso de ensayo para la obra.

Bandera Verde Donde viven las historias. Descúbrelo ahora