Bandera Verde

Capítulo 17

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Capítulo 17

El Armario de las Confesiones

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Domingo 10 de abril de 2016.

Debo confesar que lo he intentado.

Intentar evitar a una persona que se cruza en tu camino por los diferentes azares del destino, no es una tarea sencilla. No está resultando muy bien, en realidad. Entiendo que probablemente me estoy comportando de forma irracional, pero cómo puedo explicarle a mi corazón que tenemos novio y que no puede acelerarse cada vez que lo nota a él en la distancia.

Después de saber la verdadera identidad de T. O, mi mente por fin reaccionó y su primera advertencia fue: tenemos que escondernos de Taylan.

Obviamente eso no fue fácil, lo encontraba por los pasillos, en las clases de teatro de éste martes y de éste miércoles, en el comedor donde nunca antes llegué a notarlo, también cerca del pabellón de literatura en el primer piso, ya que su clase está junto a la nuestra. En todas partes lo encontraba.

Y en todas esas ocasiones en que lo ví, él sólo se limitaba a observarme desde lejos, nunca llegó a acercarse, claramente me está dando mi espacio, lo cual agradezco.

Cuando llegó el viernes, corrí a la biblioteca y dejé una pequeña nota sobre la superficie de la mesa rectangular donde hemos estado estudiando, fue una simple nota donde le escribí que no iba poder asistir a la clase de tutorías de ese día. Una nota que sólo él vería, porque nadie más ocupa esa mesa cuando tenemos la clase de tutorías.

Han pasado nueve días desde que conozco su identidad, nueve días en que no hemos intercambiado palabra alguna.

Hoy ya es domingo, y eso significa que es el cumpleaños de los gemelos Michael y Marco, dos de mis compañeros, su fiesta es una de las más esperadas en el mes de abril, a esa fiesta asiste, y no estoy exagerando, casi todo el instituto. Marco y Michael pertenecen al equipo de fútbol americano y ambos tienen personalidades carismáticas que a todos les agrada, esa es una de las razones por las que todo el mundo asiste a su fiesta, la segunda razón es que organizan una de las mejores fiestas del año. Incluso yo que no soy de asistir mucho a fiestas no puedo evitar asistir a la de ellos.

Es dentro de dos horas por ello estamos eligiendo nuestro vestuario. El concepto que nos dieron para esta fiesta es "seximente elegante".

—Creo que el usaré las medias blancas que llegan más arriba de mis rodillas y el vestido negro de encaje en una pierna —Mena tomó las prendas con resolución.

Observé su elección y sonreí, mi amiga tiene muy buen gusto. Dejé de observarla y me enfoqué en las distintas prendas que tenía frente a mis ojos.

Mis dedos tocaron su tela suave, estamos en la casa gigante de Mena, más específicamente en su tienda de ropa, como me gusta llamarle. Es una habitación continua a su cuarto, que contiene ropa hasta decir basta, zapatos de todos los diseños y colores que puedas imaginar, así como bolsos y otros accesorios.

Miré el vestido rojo que inconscientemente no dejaba de acariciar, tomé el gancho donde colgaba y lo saqué. Es un vestido realmente hermoso, la tela en la parte superior llega a la altura del pecho, dejando las clavículas visibles, de mangas largas y de un rojo transparente que se unen a la altura del pecho y cubren la mitad de los hombros, y se cierran en el cuello tanto la ilusión es un escote halter, la parte inferior del vestido es en capas de pliegues cóncavos, llega más arriba de la rodilla, y dos lazos negros a la altura de las caderas están para asustar el vestido a la figura de quién lo utilice.