Capitulo 3

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Los días en el hospital habían sido una tortura. Le costaba aceptar que su cuerpo había cambiado, y verlo fue aún peor. Dos días después de ser ingresado, pudo ver su pecho sin el reactor. Habían usado piel de su propio cuerpo para cubrir el hueco, dejando una cicatriz circular en el pecho y quemaduras alrededor. Ahora, su cuerpo estaba marcado por el dolor que había sufrido.

¿Qué era un omega sin su alfa? Era una pregunta que muchos se hacían, pero Tony, por primera vez en años, estaba en paz con su soledad. Su madre siempre le decía: "Un alfa que daña a su omega no merece su amor", y ahora comprendía la verdad detrás de esas palabras. Tony había pasado mucho tiempo creyendo que su felicidad dependía de estar al lado de su alfa, pero ahora veía las cosas de otra manera.

—Tony — lo llamó suavemente Pepper, sacándolo de su trance. Ambos, omegas desde niños, habían sido amigos, y Tony agradecía tenerla a su lado.

—Me siento raro, es difícil ver mi cuerpo así, ver que sigo vivo.

—Lo sé, pero es algo bueno que sigas aquí. Peter te necesita, y nosotros también. Tienes que ser fuerte. Sé que no te gusta estar aquí, pero tienes que luchar. Duele, lo entiendo, pero no dejes que ese dolor te hunda. No le des el gusto — lo animó mientras le sonreía.

—Gracias, Pep — murmuró Tony, tomando su mano—. No sé qué haría sin ti.

—No tienes que hacerlo solo, Tony —respondió ella con suavidad—. Todos estamos aquí para ayudarte. Y recuerda, no eres débil por sentirte así. El dolor es real, pero tú eres más fuerte.

Esa noche, mientras Peter dormía en el sofá a su lado y Visión intentaba colar algo de comida decente en la habitación, Tony se sentía rodeado por un cálido apoyo. Rhodes distraía al médico con preguntas sobre tratamientos de rehabilitación, dándole a Tony un momento de tranquilidad. Miró al cielo estrellado a través de la ventana, sus ojos azules reflejando la luz de las estrellas que brillaban en el cristal.

"Nadie quiere confiar en un débil.."

La frase resonaba en su mente mientras observaba su reflejo en la ventana del hospital. En el cristal, veía una imagen de vulnerabilidad que no podía reconciliar con su identidad. La ciudad de Nueva York se extendía abajo, vibrante y llena de vida, mientras él se sentía estancado, atrapado en su propia fragilidad.

—¿Señor?— le llamo Visión un poco preocupado mientras dejaba la mochila en donde escondía comida en el suelo

—Nadie quiere confiar en un débil... —murmuró Tony, su voz cargada de amargura—. Ha sido la única frase de mi padre que aún llevo conmigo... cuánta razón tenía. Me cansé de ser débil, Vis... Me cansé de que me utilicen y me marginen por no tener poderes. Eso se acaba hoy. Tony Stark nunca volverá a ser débil.

—¿Qué planea hacer señor?— Tony sonrió, adoraba el hecho de que Visión nunca cuestionaba lo que el decía y más ahora sabiendo todo el dolor y amargura que tenía.

—Por ahora, será averiguar todo lo que pueda sobre lo que tengo exactamente, y cuando lo sepa, lo aprovecharé a mi favor y seguiré subiendo... —dijo Tony, su voz llena de determinación mientras volvía a mirar el cielo nocturno—. Regresarán... tienen que regresar... —repitió, con los ojos fijos en las estrellas—. Pero esta vez... estaré listo.

Mientras en Wakanda, los rebeldes habían sido acogidos en el reino poco conocido. Clint, Wanda, Sam, Scott, Pamela, Natasha y Steve estaban bajo la protección del Rey, conscientes de que era el único lugar donde ni SHIELD ni el gobierno podían intervenir. Aunque estaban a salvo, la bienvenida no fue cálida. Rhodes se había encargado de informar al pueblo wakandiano sobre los "criminales" que estaban recibiendo, y Shiuri, la hermana y princesa del rey, estaba especialmente descontenta. Como amiga cercana de Tony, la situación la perturbaba profundamente.

¿Por qué volveria a ser Ironman?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora