El regreso en el Quinjet fue posiblemente el viaje más incómodo que todos habían tenido. Bruce y Visión pilotaban, mientras el resto iba sentado en la parte de atrás, en silencio. En otras circunstancias, habrían estado escuchando música de Tony, pero él tampoco tenía ánimos de cantar.
Tony estaba recostado en uno de los asientos, con la cabeza apoyada en un cojín sobre las piernas de Strange, quien mantenía una mano descansando suavemente en el hombro de Tony, como en un gesto de apoyo silencioso. Peter, por su parte, estaba sentado al lado de Strange, apoyado en el hombro de Rhodes, quien lo miraba de vez en cuando con preocupación.
Nadie era capaz de romper el silencio, y Tony solo deseaba volver a casa lo más rápido posible. Necesitaba asegurarse de que Wade no incendiara el complejo y de que los reclutas no destruyeran S.H.I.E.L.D.
Después de lo que pareció una eternidad, finalmente aterrizaron en el aeropuerto de la sede de S.H.I.E.L.D.Tony se levantó de su asiento y se estiró, tratando de sacudirse el cansancio que se había acumulado durante el viaje. Se frotó el cuello y lanzó una mirada rápida a sus compañeros antes de caminar hacia la rampa de salida del Quinjet.
Tony se colocó los lentes y miró a los renegados con una expresión que decía claramente: "Síganme y no hagan el ridículo". Bajó la rampa del Quinjet con los demás siguiéndolo de cerca. Los renegados esperaban encontrar a Fury al final de la rampa, pero, para su sorpresa, no había nadie allí.
De repente, dos soldados enmascarados se abalanzaron sobre Tony, lo inmovilizaron y lo ataron a la pared con una especie de dispositivo que lo mantenía pegado a la superficie. Los Vengadores no se movieron, lo que dejó a los renegados sorprendidos y confundidos.
—Buen trabajo, chicos. Parece que funciona bien —dijo Tony con una sonrisa mientras era liberado. Se acercó a los soldados, que se quitaron las máscaras para revelar a dos jóvenes reclutas.
—Gracias, Director. Hemos estado perfeccionándola —dijo uno de ellos con una sonrisa orgullosa.
—Parece que el prototipo funciona. Déjenme los planos en mi oficina, a ver si podemos hacer que tenga un mayor alcance —indicó Tony.
—Sí, Director —respondieron al unísono los reclutas, emocionados por la aprobación de Tony.
—¿Director? —preguntó Natasha, claramente confundida. —¿Y Fury?
—Fury se retiró a ligas más altas. El señor Stark es nuestro nuevo director —explicó uno de los reclutas con una sonrisa, como si fuera la noticia más normal del mundo.
—Seguid practicando, anda. Hay que mejorar la agilidad —interrumpió Tony, dando unas palmaditas en la espalda a los reclutas
Natasha cruzó los brazos y miró a Tony con una mezcla de incredulidad y curiosidad.—¿Así que ahora eres el jefe de S.H.I.E.L.D.? —preguntó, alzando una ceja.
—Así es, soy director de S.H.I.E.L.D., líder de los Vengadores y, además, Tony Stark. S.H.I.E.L.D. nunca ha estado mejor que desde que yo tomé el mando —dijo Tony con una sonrisa confiada mientras se dirigían hacia la entrada del edificio.
Mientras caminaban por el campo, los reclutas y agentes que pasaban se saludaban entre ellos, pero muchos lanzaban miradas curiosas hacia los renegados, evidentemente extrañados por su presencia.
—Director Stark, qué bueno que regresó —dijo un agente, levantando la mano en señal de saludo.
—Señor, le extrañamos en los entrenamientos —añadió otro, sonriendo al ver a Tony.
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¿Por qué volveria a ser Ironman?
Science Fiction-Nadie quiere confiar en un débil.. La frase resonaba en su mente mientras observaba su reflejo en la ventana del hospital. En el cristal, veía una imagen de vulnerabilidad que no podía reconciliar con su identidad. La ciudad de Nueva York se extend...