¿Por qué volveria a ser Ironman?

Capitulo 20

Los llevaron al interior de una de las bases establecidas en la zona. Logan ayudó a Tony a sentarse en un viejo pero cómodo sillón, donde finalmente se quedó dormido, exhausto por los viajes temporales y el estrés acumulado. Horas después, Tony se despertó sintiéndose notablemente mejor, aunque aún algo aturdido.

—¿Cómo estás, Tony? —preguntó Steve, sentándose a su lado con una expresión de alivio.

—Mejor... necesitaba descansar —respondió Tony, estirándose un poco para aliviar la rigidez en sus músculos.

Logan apareció en la habitación acompañado por Peggy y Howard. Se sentó al lado opuesto de Tony, con una expresión serena pero alerta. Detrás de ellos, un pequeño soldado entró en la sala. Tony, al verlo, no pudo evitar sonreír al reconocer inmediatamente la figura.

—¡Así eras tú antes del suero! —exclamó Tony, mirando a Steve con una mezcla de asombro y diversión.

Steve soltó una carcajada, sorprendido por la reacción de Tony, mientras el pequeño soldado, que no era otro que la versión más joven y delgada de Steve Rogers, lo miraba con una mezcla de desconcierto y curiosidad.

—No te burles —replicó Steve con una sonrisa—. Todos tenemos que empezar en algún lugar, ¿no?

—No lo hago, pero Dios, no pensé que fueras tan pequeño —dijo Tony, mirando al joven soldado con una sonrisa divertida.

El joven Steve frunció el ceño, pero no pudo evitar una pequeña sonrisa al ver la expresión genuina de Tony.

—Bueno, como ya hemos mencionado, venimos de otro tiempo... del futuro. Somos parte de una agencia de protección llamada los Vengadores, compuesta por superhéroes con habilidades especiales. Nuestro Teseractor terminó vagando por algún punto del espacio-tiempo desde nuestra línea temporal hacia atrás... y hemos venido buscándolo a lo largo de ese tiempo. Este es nuestro último destino; creemos que está en alguna parte de este lugar y solo queremos recuperarlo para regresar a nuestro tiempo.

Peggy y Howard intercambiaron una mirada. El concepto era difícil de asimilar, pero había una claridad y sinceridad en las palabras de Tony que hacía difícil dudar de él.

—¿Y están seguros de que el Teseractor está aquí? —preguntó Howard

—Tan seguros como podemos estar —respondió Tony—. Si no lo recuperamos, podría alterar el curso de la historia.

—Hemos comprobado por medio de ondas de señal que hay dos anomalías de energía en este lugar —explicó Logan, mostrando un dispositivo que emitía pulsos en una pantalla—. Una de ellas es el Teseractor de su tiempo, y la otra es el nuestro. Necesitamos recuperarlo lo antes posible.

Howard, intrigado, observó el aparato con interés, mientras Peggy se cruzaba de brazos, pensativa.

—En cuanto amanezca, empezaremos a buscarlo —continuó Steve, con firmeza—. No planeamos quedarnos más tiempo del que deberíamos. En cuanto lo tengamos, regresaremos a nuestra propia línea temporal.

Peggy asintió, aceptando la urgencia en sus palabras. Sabía que cada segundo contaba cuando se trataba de artefactos como el Teseractor.

—Entendido. Podemos preparar un equipo para ayudarles en la búsqueda —ofreció Peggy—. El terreno aquí es complicado, y podría ser peligroso moverse sin apoyo.

—No se preocupen, nosotros somos apoyo suficiente —dijo Logan, con su habitual tono firme—. No queremos alterar demasiado el curso de la historia más de lo que ya estamos haciendo.