Tony estaba en el patio del complejo, realizando ejercicios de resistencia bajo el sol de la mañana. Habían pasado unas semanas desde que descubrió sus viajes dimensionales, y para evitar llamar la atención de la TVA, había empezado a tomar tranquilizantes de nuevo. Funcionaban, en cierto sentido: no soñaba, no sentía que dormía realmente, y tampoco sentía dolor. Pero odiaba la sensación de estar constantemente drogado, de no ser completamente él mismo.
Había evitado la prensa a toda costa. Ya había pasado más de un mes desde el incidente, y sinceramente, no estaba listo para enfrentar preguntas sobre lo que había sucedido o lo que le había pasado a él. El cambio en su cuerpo era evidente. Su complexión había aumentado significativamente; había ganado músculo y había crecido unos cuantos centímetros más. De hecho, ahora medía casi lo mismo que con su armadura, lo cual se había convertido en motivo de burlas por parte de Rhodes.
—Mira quién finalmente alcanzó la altura del club de los altos —había bromeado Rhodes una y otra vez. Tony solo rodaba los ojos, acostumbrado a las bromas de su amigo. Sin embargo, no podía ignorar lo extraño que se sentía en su propio cuerpo, como si estuviera habitando una versión diferente de sí mismo.
—Oh, cállate —respondió Tony, esbozando una sonrisa mientras terminaba otra serie de ejercicios—. ¿No tienes nada más que decir aparte de mi altura, chocolate rancio?
Rhodes soltó una carcajada, levantando las manos en señal de rendición. —Vale, vale, lo dejaré por hoy. Pero no puedes culparme por aprovechar la oportunidad.
—Aprovecha lo que quieras —dijo Tony, secándose el sudor de la frente—. Solo recuerda quién es el genio aquí. Y cuando termine con esta rutina, tal vez te haga quedar mal en el campo de tiro también.
—Eso sí me gustaría verlo —replicó Rhodes con una sonrisa—. Pero primero, tal vez quieras volver a mirar ese biceps tuyo. Estás empezando a parecer un tipo de gimnasio, y no estoy seguro de si eso va con tu estilo.
-Lo consideraré, pero mientras tanto, me preocuparé de cosas más importantes. Como que me debes una ronda de whisky por la última vez que te vencí en ajedrez —
—Creí que habías dejado el hábito del alcohol —dijo Rhodes, levantando una ceja.
Tony soltó una risa seca mientras ajustaba su equipo de ejercicios. —Eso fue hasta que descubrí que no puedo emborracharme. Quiero ver cuántas botellas necesito para empezar a sentirme mareado. A veces, uno necesita un desafío.
Rhodes lo miró con una mezcla de diversión. —Solo asegúrate de no pasar del punto de no retorno, Stark. No me apetece tener que rescatarte de una borrachera épica otra vez.
—No te preocupes —dijo Tony, con una sonrisa enigmática—. Estoy tomando todas las precauciones necesarias. Aunque, honestamente, creo que estoy comenzando a desarrollar una tolerancia que ni siquiera el whisky puede superar.
—¿Qué tal va lo de los viajes dimensionales? —preguntó Rhodes, inclinándose hacia adelante mientras Tony se tomaba un momento para descansar.
—No me gusta tener que tomar medio bote de sedantes cada noche —respondió Tony, frunciendo el ceño—, pero no puedo arriesgarme. Según mis sesiones con el "mago de feria", creo que ya he descubierto por qué surgen.
—Ilumíname, primo perdido de Dwayne Johnson —dijo Rhodes con una sonrisa irónica.
—Cuando esto empezó, me ahogaba en alcohol hasta desmayarme —dijo Tony, tomando un sorbo de su agua—. Eso causaba el mismo efecto que los calmantes, por eso no soñaba nada. Cuando pasó todo en el hospital, estaba demasiado drogado. Creo que cuando salí y empecé de nuevo, mi cuerpo no estaba lo suficientemente desarrollado para filtrar el alcohol como ahora.
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¿Por qué volveria a ser Ironman?
Science Fiction-Nadie quiere confiar en un débil.. La frase resonaba en su mente mientras observaba su reflejo en la ventana del hospital. En el cristal, veía una imagen de vulnerabilidad que no podía reconciliar con su identidad. La ciudad de Nueva York se extend...