Esa noche Tony fue a la habitación de Peter. Este se sorprendió al abrir la puerta y ver a su padre ahí
—¿Papá? ¿Sucede algo?—¿Puedo entrar?
—Claro– Tony entró, y ambos se sentaron en la cama
—No me engañas, hijo mío. Te conozco bien. Sé que no soy el único al que le ha afectado todo esto. Tú te has alejado de tu otro padre y de tu hermana. Puedes llorar conmigo, hijo. No te lo guardes.
Peter miró a Tony con los ojos vidriosos, tratando de mantener la compostura, pero el nudo en su garganta era evidente. Había intentado ser fuerte, sobrellevar la situación sin mostrar debilidad, pero ahora, frente a su padre, se sentía como un niño que necesitaba consuelo.
—Papá... —murmuró, su voz quebrándose—. No quería preocuparte más. Tú ya tienes mucho con lo que lidiar...
Tony puso una mano sobre el hombro de Peter y lo atrajo hacia él, abrazándolo con firmeza.
—No tienes que cargar con esto solo, Peter —dijo Tony suavemente—. Todos hemos pasado por cosas difíciles, y sé que te duele. Te prometo que no importa lo que pase, siempre estaré aquí para ti.
Las lágrimas de Peter empezaron a caer, y se aferró a Tony, dejando salir todo el dolor y la frustración que había estado acumulando. Durante un largo momento, solo se escucharon los sollozos de Peter mientras Tony lo sostenía, sus propias emociones controladas, aunque el peso de la situación le dolía profundamente.
—Los extraño, papá... —dijo Peter finalmente, su voz ahogada por las lágrimas—. Extraño cómo éramos antes de todo esto.
Tony suspiró, acariciando el cabello de Peter.
—Yo también los extraño, hijo. Pero no te puedo prometer que todo se arregle por que no lo hará, puedo arreglarte una visita con ellos si quieres, pero yo no puedo volver a quererlos
—Lo entiendo papá, me lo pensare— respondió el limpiando sus lágrimas, Tony le sonrió, cuando se aseguró que estaba dormido fue a su propia habitación a dormir, iba a mejorar más y ser mejor para su hijo.
Y luego fue secuestrado por segunda vez...
—Agh, ¿qué tiene todo el mundo con secuestrarme? Al menos ahora me dieron mis lentes. ¿Y dónde demonios estoy? —dijo Tony, visiblemente fastidiado, ajustándose sus gafas.
—Señor Stark, un gusto tenerle en nuestras instalaciones —dijo una voz firme.
Tony se giró hacia la fuente de la voz y frunció el ceño.
—¿Dónde estoy y quién es usted?
La mujer frente a él esbozó una leve sonrisa antes de responder.
—Está en la TVA, y yo soy la dirigente de esta. Mucho gusto.
—Sí, sí, Strange me habló de ustedes. ¿Qué quieren conmigo? Lo de los viajes es sin intención, estoy aprendiendo a controlarlo, ¿sí?
—No es por eso, señor Stark. Verá, su universo es el único que no tiene a un Deadpool y un Wolverine, y tenemos dos que necesitan una nueva línea temporal. Y usted se ve muy bien conservado y capaz de enfrentarlos para ser parte de sus héroes.
Tony levantó una ceja, incrédulo ante lo que acababa de escuchar.
—¿Deadpool y Wolverine? ¿Me estás diciendo que esos dos lunáticos van a estar en mi universo y que quieren que yo juegue a ser su niñera? —preguntó, intentando procesar la idea.
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¿Por qué volveria a ser Ironman?
Science Fiction-Nadie quiere confiar en un débil.. La frase resonaba en su mente mientras observaba su reflejo en la ventana del hospital. En el cristal, veía una imagen de vulnerabilidad que no podía reconciliar con su identidad. La ciudad de Nueva York se extend...