Capitulo 26

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No hablaron sobre eso. De todos modos, no había mucho que decir, simplemente era algo que había pasado, y ya estaba, nada más. Esa tarde, Tony entró en aquel edificio gubernamental, cubriéndose la nariz. El lugar olía demasiado a alfa, y era sofocante. No entendía cómo aquellos omegas podían trabajar así. Pasó de largo, siguiendo por los pasillos hasta llegar a la oficina de Fury. No se molestó en tocar porque, de todos modos, sabía que ya lo estaban esperando.

—Más te vale que empieces a hablar. ¿Hay algo de lo que no me haya informado que esté bajo la sombra de SHIELD? —murmuró, sentándose en la silla frente a Fury, quien lo miró con una expresión de confusión.

—¿De qué hablas?

—Hay muchas lagunas legales en SHIELD. Faltan expedientes, tienen una cámara de criocongelación en ese sitio que promete revivirte en el futuro y bla, bla, bla —explicó Tony, mirándolo con seriedad.

Antes de que Fury pudiera responder, la puerta se abrió, mostrando a la Agente Hill y al secretario Everett Ross.

—¿Interrumpo? —preguntó el secretario, con una expresión que dejaba claro que no le agradaba la reunión.

—No, para nada. Stark ya se va —murmuró Fury, despachando la situación.

Ambos hombres se levantaron, y el mayor se acercó a Tony para estrecharle la mano. Disimuladamente, le susurró algo en ruso antes de guiarlo hacia la puerta y cerrarla detrás de él.

—¿"Sacalo"? —murmuró Tony para sí mismo mientras observaba la pequeña llave que Fury le había entregado durante aquel apretón de manos.

Tony salió del edificio sin mostrar ninguna emoción en particular, pero por dentro, su mente estaba trabajando a mil por hora. ¿"Sacarlo"?. Las palabras susurradas en ruso y la llave que Fury le había pasado durante el apretón le indicaban que había algo más grande de lo que inicialmente pensaba.

Subio al auto donde ya Happy su fiel choder ya le esperaba, para llevarle a la siguiente parada.

-Llevame al complejo, y si vez a Logan dile que vaya a mi oficina- Ordeno mirando por la ventana

-Si señor-

El ruido del tráfico llenaban el aire. Al llegar, Happy estacionó cerca de la entrada principal.

—Te aviso si veo a Logan —dijo Happy, observando cómo Tony se bajaba del coche con un gesto de agradecimiento apenas perceptible.

—Gracias, Happy —respondió Tony, sin volverse, mientras caminaba directamente hacia su oficina, con la pequeña llave en el bolsillo

Encerrado en su oficina, su mente vagaba en todas direcciones, tratando de encontrarle sentido a todo lo que estaba sucediendo. Había descubierto de dónde provenía la llave y se dio cuenta de que el lugar que creía conocer no era más que una fachada, un engaño para esconder el verdadero sitio: una vieja bodega en el centro de la ciudad, muy bien protegida.

Como ya era costumbre, mientras pensaba, terminó quedándose dormido apoyado en su escritorio. Pero esta vez fue diferente. Las pesadillas, que hacía tiempo no lo visitaban, regresaron. Y no se parecían en nada a lo que había soñado antes.

Se encontraba en el vacío. Sus pesadillas siempre empezaban así, pero de repente una voz desconocida comenzó a hablarle. Al principio no entendía lo que decía, pero la voz se hacía cada vez más fuerte, y de repente, todos sus recuerdos lo golpearon de frente mientras aquella voz repetía: "¿Valió la pena sacrificar tu felicidad por eso? ¿Por cómo te trataron?". Intentó hablar, pero las palabras no salían de su boca.

¿Por qué volveria a ser Ironman?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora