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John: sabes, he oído que hay un nuevo restaurante por aquí.

María: ¿y?

John: no sé que podríamos ir allí a cenar y luego regresamos al hotel, todavía no es tarde.

Mary: si podría ser, que esperamos. -se van-

En el restaurante.

Mary: hicimos bien en venir aquí, pero tu invitas por haberlo propuesto.

John: pero tu me lo pagarás después.

María de qué forma?.

Pasan 3 segundos y John pone su mano debajo de la mesa y acaricia la pierna de Mary.

María: ni se te ocurra.

John: está bien -deja de acariciarla-

Mary: ¿te rindes tan fácil?, joder, no te detengas.

Fue cuando él siguió acariciando su pierna y cada minuto su mano sube mas y mas, ella no lo detenía, no quería que lo hiciera, sus manos empezaron a ir más arriba hasta llegar a la zona sensible de Mary y ella no pudo evitar soltar un gemido que atrajo la atención de la camarera.

Camarera: sucede algo?, se siente bien señorita?, se le ve roja.

María: si estoy bien, gracias.

Camarera: vale, cualquier cosa no duden en avisarme.

John: no se preocupe, es más ya nos vamos.

María: si ya nos iremos.

Luego de pagar se fueron al hotel e ingresaron a su habitación.

John: que pretendes hacer ahora.

María: ponerme mi pijama y dormir.

John: no es lo que yo había pensado.

Mary: tal vez no, pero se lo que quieres hacer.

John: me conoces bien, y que quieres que te haga?

Mary: tomame, entierrame tu amor y no te detengas.

John: me alegra oírte decir eso.

Narra Mary: no pasó ni un segundo cuando empezó a acariciarme y besarme con gran fuerza, yo le correspondí y envolví mis piernas en su cintura, me hecho en la cama para empezar a desvestirme, no es la primera vez, pero cada vez se vuelve Más intensa, después de no tener ni una pieza de ropa, empezamos con la acción, sus besos pasaron de mi boca a mi cuello y más abajo hasta llegar a mi ombligo, fue especial, nunca sentí esa sensación con nadie, sentir su amor me. hace olvidar todo, absolutamente todo lo de mi alrededor, los monstruos, los amigos, la familia, podría estar allí para siempre y no tener que levantarnos por esas estupideces, la noche es oscura al igual que las sábanas que nos cubren, es perfecto.

Con Carlos y Latika.

Ya era muy de noche, no hay ningun monstruo o peligro para trasnochar, Carlos se relaja en su cama después de ponerse su pijama color rojo sangre esperando a Latika quien estaba en el baño arreglándose, al salir lleva puesta una pijama color perla con unas adorables pantuflas de oso, se echa a su par sin darle la espalda.

Carlos: -le tomó de la mano- todo va a estar bien, nos queda un día para resolver esto.

Latika: -piensa por 1 minuto- no quisiera morir, la muerte es algo tan horrible que te deja helado, hasta ya empece a sentirme fría como el hielo.

Carlos: sin ti me daría igual existir, si tienes frio allí estaré para abrazarte como aquella vez.

Latika: -piensa un rato- y si mejor...me muestras cómo se siente la calentura.

Noche sin fin: Encrucijada de 2 caminos..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora