INDEPENDENCIA DE LAS 13 COLONIAS INGLESAS DE AMERICA DEL NORTE

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Independencia de las 13 colonias: causas, desarrollo, consecuencias

La independencia de las trece colonias que Gran Bretaña mantenía en Norteamérica tuvo como consecuencia la creación de los Estados Unidos de América. La primera de esas colonias había sido establecida en 1607. Después, colonos que buscaban mejores tierras para vivir y otros que huían de las persecuciones religiosas en Europa formaron el resto.

La potencia colonial, Gran Bretaña, entró en guerra con Francia en 1756. Este enfrentamiento, conocido como guerra de los Siete Años, terminó con victoria británica, pero los gastos que el país tuvo que afrontar provocó que quedara en una muy mala situación económica. Para paliarla, decidieron aumentar los impuestos en las trece colonias.

Los nuevos tributos más la intención británica de aumentar el control político sobre sus colonias americanas fueron dos de los factores que provocaron el levantamiento de los colonos. Después de una serie de motines, representantes de las trece colonias se reunieron en Filadelfia para declarar la guerra a Inglaterra.

En ese mismo congreso, los representantes de las colonias promulgaron la declaración de independencia, que fue aprobada el 4 de julio de 1776. La guerra, sin embargo, continuó varios años más, hasta que en 1783 Gran Bretaña reconoció la soberanía de sus antiguas posesiones mediante el Tratado de París.

Antecedentes

Aunque existieron exploraciones anteriores, no fue hasta el siglo XVII cuando los británicos iniciaron la colonización de Norteamérica. Poco a poco, fueron estableciendo algunas colonias en la costa atlántica.

Todo este proceso de colonización no fue planificado por la Corona británica, sino que fueron los propios colonos lo que tomaron la iniciativa.

Las trece colonias

Los primeros colonos británicos podían dividirse a grandes rasgos en dos tipos. Por una parte, se encontraban los miembros de las clases privilegiadas que pretendían sacar provecho económico de los nuevos territorios.

El segundo tipo estaba compuesto por aquellos que huían de las persecuciones religiosas que se habían producido en Europa. Estos colonos querían formar sociedades adaptadas a sus creencias, lo que fue fundamental para marcar el carácter de las colonias.

La Corona británica intentó mantener cierto control de la colonización. Para ello, fundó dos compañías comerciales: la Compañía de Londres y la Compañía de Bristol.

Para 1773, los británicos habían fundado ya las denominadas Trece Colonias: New Hampshire, Massachusetts, Rhode Island, Connecticut, Nueva York, Nueva Jersey, Pennsylvania, Delaware, Maryland, Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur, y Georgia

La población de estas colonias no era homogénea. Además de los propios ingleses, había grupos de otras nacionalidades, como alemanes, franceses, flamencos, escoceses o irlandeses.

Políticamente, estas colonias optaron por gobiernos representativos. Muchos de los gobernadores eran nombrados directamente por la Corona británica, pero debían compartir su poder con una asamblea electa. Solo los terratenientes varones blancos tenían derecho a voto.

A pesar del alto grado de autonomía de estas colonias, el gobierno británico administraba sus propiedades en ellas para obtener beneficios. A partir de 1750, las trece colonias comenzaron a colaborar entre ellas y fue naciendo un sentido de identidad colectivo.

Guerra de los Siete Años

Mientras las Trece Colonias se consolidaban, en Europa estalló una guerra que se prolongó entre 1756 y 1763: la guerra de los Siete Años. Este conflicto enfrentó Gran Bretaña y sus aliados contra Francia y los suyos. La causa principal fue la disputa sobre el control de Silesia y la disputa por la primacía colonial en Norteamérica.

𝙼𝚒 𝚃𝚊𝚛𝚎𝚊 𝙴𝚗 𝙷𝚒𝚜𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora