(Narra Massimo)
La pantalla de mi teléfono brillaba en la oscuridad de mi habitación. A pesar de que eran más de las dos de la mañana, no podía dormir. Mi mente estaba atrapada en un torbellino de pensamientos, todos girando en torno a una sola persona: Barbi. Había conseguido su número gracias a uno de mis contactos, uno de los seguratas de la discoteca Momento. Me lo había proporcionado sin hacer preguntas, sabiendo que cuando yo pedía algo, era mejor no cuestionarlo.
Al principio, dudé. ¿Debería escribirle? ¿O sería mejor dejar que las cosas se enfriaran un poco después de lo que había pasado en el baño? Pero la verdad era que no podía sacarla de mi cabeza. Cada vez que cerraba los ojos, las imágenes de ese beso, de su cuerpo tan cerca del mío, invadían mi mente. Necesitaba verla de nuevo, tocarla, llevar las cosas más allá de lo que habíamos empezado esa noche. Nunca me había sentido así con nadie. La idea de que otro hombre pudiera estar con ella me volvía loco, y sabía que esta sensación era imposible de sostener.
Finalmente, la necesidad se impuso a la duda y decidí escribirle. La conversación que tuvimos fue más de lo que jamás habría imaginado. Había visto en Barbi una chica con carácter, alguien que no se dejaba amedrentar fácilmente, pero pensé que en otros aspectos sería más recatada. No podría haber estado más equivocado. Cada mensaje que me enviaba era como una chispa en mi cuerpo, incendiando el deseo que ya sentía por ella.
Estaba sorprendido y encantado. Barbi no era como las otras mujeres con las que había estado. Normalmente, las chicas con las que me cruzaba o eran arpías que solo querían mi dinero, insinuándose de manera tan obvia que resultaba repulsivo, o eran demasiado tímidas para manejar mi intensidad. Pero Barbi... ella era diferente. Perfecta. Con cada respuesta suya, sentía que la necesitaba más, que la quería ahora, sin esperar un segundo más.
Pero cuando ella escribió, "Dime cuándo y dónde," no respondí de inmediato. Sabía que dejarla enleída, sin respuesta, la excitaría aún más. Sonreí para mí mismo, disfrutando de la sensación de control que tenía en ese momento. Me levanté de la cama y fui directo al armario. Cogí una camiseta negra ajustada, unos vaqueros oscuros y mi chaqueta de cuero. Era simple, pero sabía que me veía bien con eso. Cogí las llaves de mi coche, un Lamborghini Urus negro mate, la perfecta combinación de lujo y agresividad, y salí de la casa.
Sabía exactamente dónde vivía Barbi. El socio de mi padre tenía una mansión impresionante en una de las zonas más exclusivas de Marbella, y aunque no me había presentado allí oficialmente, sabía lo suficiente como para encontrar el camino. Conduje hasta su casa, disfrutando del rugido del motor bajo mis pies. Cuando llegué, aparqué justo debajo de su portal, dejando el coche encendido, sus luces iluminando la entrada.
Tomé mi teléfono y finalmente respondí a su mensaje.
Massimo: "Ahora mismo, debajo de tu casa."
Pasaron solo unos segundos antes de que la vi asomarse por la ventana. Estaba claro que no podía creer lo que estaba leyendo.
Barbi: "¿Estás loco? ¿Qué haces ahí? ¡Te van a ver!"
Sonreí para mí mismo, sintiendo una oleada de adrenalina al imaginar su expresión mientras escribía eso. No le respondí de inmediato, solo la observé desde abajo, esperando a que el impulso la venciera.
Massimo: "Baja."
Barbi: "No, estás loco. Vete, ¿cómo voy a bajar a estas horas? ¡Nos pillarán!"
Sabía que estaba nerviosa, que la situación la superaba un poco, pero también sabía que el deseo que sentía por mí estaba ganando terreno.
Massimo: "No me voy a ir. Tú verás lo que haces, pero yo no pienso irme. Quiero tenerte, Barbi, ahora. No me iré hasta que estés aquí conmigo."
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No podrás olvidarme
Teen FictionEn el vibrante y lujoso escenario de Marbella, Bárbara y sus amigas se sumergen en una red de secretos y peligros que amenazan con cambiar sus vidas para siempre. Entre chantajes, una trama ilegal, y encuentros cargados de pasión y erotismo, descubr...
