(Narra Barbi)
Desde la última vez que vi a Massimo, las cosas no habían hecho más que empeorar. Sentía su ausencia como un peso constante en mi pecho, una carga que no podía sacudirme sin importar cuánto lo intentara. Sus respuestas eran cada vez más frías y distantes, como si estuviera levantando un muro entre nosotros. Cada vez que intentaba hablar con él, sentía que ese muro crecía un poco más. ¿Por qué se estaba alejando cuando más lo necesitaba? No lo entendía, y esa incertidumbre me estaba destruyendo lentamente.
Intenté distraerme de cualquier forma posible. Las chicas me llevaron de compras, me arrastraron a un par de fiestas, pero nada funcionaba. Massimo siempre estaba en mi mente, como un nudo en mi estómago que no podía deshacer. ¿Qué había hecho mal? ¿Por qué estaba tan distante justo cuando pensaba que estábamos más cerca que nunca?
Decidí que tenía que hablar con él, enfrentarlo de una vez por todas. No podía seguir en esta situación que me estaba destrozando. Le mandé un mensaje, pidiéndole que nos viéramos. Esperé su respuesta con el corazón en la garganta, repasando cada palabra que había escrito, pensando si tal vez había sido demasiado directa, o tal vez no lo suficiente. El teléfono vibró en mis manos y lo miré con ansiedad, pero lo que leí solo hizo que la angustia creciera dentro de mí.
"Barbi, necesito tiempo y espacio. Estoy lidiando con problemas familiares que no quiero que te afecten. Hablamos pronto."
Me quedé mirando la pantalla, incapaz de procesar lo que acababa de leer. ¿Espacio? ¿Tiempo? ¿De qué estaba hablando? ¿Por qué estaba alejándome justo cuando más lo necesitaba? La frustración y el dolor se apoderaron de mí. Era como si todo lo que habíamos construido se desmoronara frente a mis ojos y yo no podía hacer nada para evitarlo.
Las lágrimas empezaron a nublar mi visión mientras apretaba el teléfono contra mi pecho. Sentía que mi corazón se rompía un poco más con cada segundo que pasaba. ¿Había sido todo una mentira? ¿Me había utilizado para luego alejarse cuando ya no me necesitaba? Intenté llamarlo, pero me ignoró, igual que antes. Estaba harta de no obtener respuestas. No podía más con esta incertidumbre.
Me levanté del sofá y comencé a caminar por la casa, tratando de despejar mi mente. Cada rincón de mi hogar parecía recordarme a él, a momentos que habíamos compartido, risas que ahora sonaban lejanas. Justo cuando estaba al borde de un colapso, mi teléfono vibró de nuevo, pero esta vez no era Massimo.
"Hola, Barbi. Soy Lorenzo, un amigo de Massimo. Nos conocimos en una fiesta hace tiempo, ¿recuerdas?"
Mi primer instinto fue ignorar el mensaje. Estaba demasiado abrumada para lidiar con un extraño. Pero luego lo reconsideré. Si Lorenzo era amigo de Massimo, tal vez podría darme alguna pista sobre lo que estaba pasando. Necesitaba entender por qué Massimo se estaba alejando de mí. Tal vez Lorenzo podría ayudarme a ver lo que no estaba entendiendo.
"Hola, Lorenzo. Sí, te recuerdo. ¿Cómo estás?"
La respuesta llegó rápidamente, y mientras leía sus palabras, algo en mi interior me decía que debía tener cuidado. Aun así, decidí seguir la conversación.
"Estoy bien, gracias. No quería molestarte, pero Massimo me comentó que las cosas estaban un poco complicadas entre vosotros. Solo quería saber si estabas bien."
Sentí una punzada de confusión y dolor. ¿Massimo había hablado de nuestra relación con él? ¿Por qué? Intenté no saltar a conclusiones, aunque todo dentro de mí gritaba que algo estaba mal.
"Sí, está siendo... complicado. Pero supongo que necesita tiempo."
"¿Y tú? ¿Qué necesitas, Barbi? Porque por lo que sé, mereces a alguien que te valore todo el tiempo, no solo cuando le conviene."
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No podrás olvidarme
Teen FictionEn el vibrante y lujoso escenario de Marbella, Bárbara y sus amigas se sumergen en una red de secretos y peligros que amenazan con cambiar sus vidas para siempre. Entre chantajes, una trama ilegal, y encuentros cargados de pasión y erotismo, descubr...