Capitulo 7: Sombras del Alfa

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El amanecer llegó con suavidad, filtrando su luz dorada a través de las cortinas de la amplia habitación del alfa. La mañana traía consigo un silencio pacífico, interrumpido solo por el suave susurro del viento que acariciaba las hojas de los árboles fuera de la mansión. Taehyung se despertó lentamente, su mente emergiendo de los remanentes de un sueño profundo y agotador. Al abrir los ojos, lo primero que sintió fue el calor del cuerpo de Jungkook a su lado, una presencia fuerte y dominante que lo hacía sentir a la vez seguro y vulnerable.

El omega permaneció quieto durante unos minutos, dejando que su respiración se sincronizara con la del alfa que aún dormía profundamente. Sus ojos recorrieron la habitación en la penumbra matinal, admirando los detalles que antes había pasado por alto en su nerviosismo. La habitación de Jungkook era tan imponente como él mismo, con muebles de madera oscura y una cama grande que parecía ocupar la mayor parte del espacio. Las paredes estaban decoradas con tonos neutros, pero había detalles que hablaban de un lujo sutil, casi intimidante.

Sin hacer ruido, Taehyung se movió lentamente para salir de la cama. Sabía que cualquier movimiento brusco podría despertar a Jungkook, y aunque no temía la reacción del alfa, tampoco quería interrumpir su descanso. Deslizó las sábanas de seda hacia un lado y puso los pies en el suelo, disfrutando de la sensación del frío mármol bajo sus plantas. Se levantó con cuidado, su cuerpo sintiéndose extraño y pesado después de la noche anterior, y se dirigió hacia el gran espejo que adornaba una de las paredes de la habitación.

Cuando se paró frente al espejo, Taehyung se quedó observando su reflejo. Su piel pálida contrastaba con el fondo oscuro de la habitación, y los mechones sueltos de su cabello caían desordenadamente alrededor de su rostro. Sus ojos grandes y oscuros parecían más amplios de lo normal, como si todavía estuvieran tratando de entender todo lo que había pasado. Bajó la mirada hacia su cuerpo, notando cómo el ligero temblor de sus manos reflejaba la confusión interna que sentía.

Taehyung no pudo evitar observar las marcas que la noche había dejado en su piel, rastros sutiles de los toques de Jungkook, pequeñas huellas que contaban la historia de la vulnerabilidad y el control. Pasó los dedos suavemente sobre su cuello, recordando la manera en que los labios del alfa habían recorrido su piel. Había algo casi hipnótico en todo ello, una mezcla de miedo y atracción que lo mantenía atrapado en ese lugar, a pesar de todas las razones que tenía para querer huir.

Mientras Taehyung se perdía en sus pensamientos, no notó que Jungkook se había despertado. El alfa abrió los ojos con lentitud, sus sentidos captando inmediatamente la ausencia del omega a su lado. Sus ojos se posaron en Taehyung, observándolo en silencio mientras se examinaba en el espejo. Había algo en la forma en que el pequeño omega se movía, algo delicado y casi trágico, que hizo que el corazón de Jungkook se endureciera por un momento.

Con movimientos suaves y controlados, Jungkook se levantó de la cama y se acercó a Taehyung desde atrás, cuidando de no hacer ningún ruido que pudiera asustarlo. Se detuvo a unos pocos centímetros de él, su presencia fuerte y dominante llenando el espacio entre ellos. Lentamente, levantó una mano y la posó sobre la cadera de Taehyung, sus dedos rozando la piel desnuda con una suavidad que contrastaba con la imagen que proyectaba el alfa.

Taehyung dio un pequeño respingo al sentir el toque de Jungkook, sus ojos abriéndose de par en par al darse cuenta de que ya no estaba solo. Quiso decir algo, pero las palabras se quedaron atrapadas en su garganta cuando sintió el calor de la respiración de Jungkook en su cuello. El alfa se inclinó ligeramente hacia adelante, acercando su rostro al del omega, y olfateó suavemente el aroma que emanaba de su piel, una mezcla embriagadora de miedo y sumisión, pero también de algo más, algo que Jungkook no podía identificar del todo.

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