Capítulo 11: La boda del día de los muertos (Parte3)

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Megan llega al altar al frente de su prometido y ella se da cuenta dMe la ausencia de su Lucerno lo que le extraña, el sacerdote de la ceremonia le da permiso al prometido a levantar el velo de su futura esposa y el con sus frías manos y delicados dedos pasmados rosa las mejillas cálidas y tonificadas de forma ruborizadas, levanta el velo lentamente y ya puede alcanzar ver sus labios color carmesí y su respingada nariz, el público esta cautivo e incluso los músicos tuvieron que dejar de tocar sus instrumentos por que la curiosidad de mirar no les permitirá mirar a las partituras, para cuando levanta el velo en su totalidad y lo deja caer hacia atrás y ve como ella levanta su rostro y abre sus ojos de pestañas pretenciosas para mirarlo directamente él se muestra sorprendido sin poder ocultarlo está ves, al mismo tiempo que ella abre sus ojos la sorpresa de la gente le hizo coro como sustitutos de los músicos y esos ojos brillantes de color café se ganaron la espera de los fanáticos y la paciencia del emperador, ella que pensaba solo mostrar anegación no pudo al ver por primera vez a este hombre ser tan evidente. Antes solo le miraba o se comportaba como si ella hubiera sido la escogida de un capricho para salir del paso, o al menos eso es lo que ella pensaba disfrazando los detalles y gestos atentos que nunca antes había presenciado y tal vez ni sabía que existían, pero esta vez es diferente, su mirada brilla más que los luceros y los candelabros y sus labios se separan ligeramente en una sonrisa tímida, su rostro de nieve se tonifico a la par de ella como la de los enamorados que se conocen en un parque por accidente y solo con verse siete segundo ya sienten que se enamoraron a primer avista, estos dos están desatando una empatía tímida y tierna que no reconoce la sensación pero aun así se sienten cómodos.
La audiencia esta conmovida y el padre empieza a leer los escritos sagrados para unirlos en el matrimonio, él le sujeta ambas manos a una distancia discreta sin separar su mirada de sus pupilas, siente como el frio de sus manos se desaparece y se acobija en la calidez sanguínea de sus delicadas manitos que siempre huían mostrando desagrado, pero ahora se acarician en sintonía y su pecho es empujado por dentro de una forma tan rara que le preocupa pero no le distrae, en este momento el emperador se siente más humano que nunca y no puede permitir que este evento en su vida sea quebrado por un intruso que está cubriendo más tiempo del que se esperaba al punto de preocupar una de sus cejas y consultar por telepatía a su fiel sirviente .
Mientras tanto fuera del palacio la guerra continúa cada vez más temeraria.
El ángel dorado abate sus numerosas alas hacia todas partes d formas aleatorias como movimiento intuitivo que efectúa un ataque letal de alta amplitud y alcance, sus gigantes alas se mueven tan rápido como destellos cortantes que cada vez están más cerca de destrozar los muros del palacio, pero Lucerno creo una fila de Parcas que sirven de cortina alrededor de los muros cubriéndolo de cualquier daño que alarme a los ignorante que sonríen dentro, cada movimiento de estas alas arrastra el aire y el sonido con una precio que corta incluso el espacio y tiempo, no importa que sean millones de millones si con este haz bajo la maga no hay quien se le acerque a millas de distancia, incluso Lucerno que se mantiene a un margen más seguro a veces tiene que repeler una de estas plumas que le alcanzan con toda las fuerzas de su fuego como escudo o espada que le defiende de un golpe mortal, incluso estos ataques se están pronunciando tan rápido que antes de que las muertes se regeneren como humo negro ya fueron divididas cuarentaicinco veces por diferentes movimiento de alas. El brazo no se ha dado a torcer pero cada vez más son el bando del purgatorio quienes retroceden de la ventaja hacia el precipicio del fracasar a una interrupción por este hombre dispuesto a todo. Lucerno se dispone a pasar a la primera retaguardia y desata todo su poder como un mar de fuego azul que abunda en todo el cielo como el tsunami de un sueño catastrofista que dibuja todo el espacio y mancha a estas alas revoltosas, a la ves reanima a sus hombres y los fortalece, pero esta vez quien dará el golpe principal con sus propias manos descubiertas de sus preciados guantes que acaba de pulverizar será el mayordomo con valentía inquebrantable.
A la vez que se efectúa la ceremonia a la par con la guerra nuestro príncipe de la penumbra se siente desconcentrado e inquieto disimulado con una sonrisa tenue disfrazando su enojo por la intromisión de un ángel osado, la ira en este es un sentimiento casi inexistente dada su metódico control absoluto pero esta vez esto se sale de sus manos, puede sentir en la atmosfera y el ambiente la presencia de la verdadera energía de Lucerno, un as bajo la manga que debe de estar en serios problemas para llegar a dicha magnitud, también puede sentir la presencia del intruso, los colores en el aire y la presión en el pecho que ignoran todos mientras sonríen y aplauden, lleva la ceremonia entera dividiendo su mente y sentidos en dos partes por completo, quiere estar presente en ambos sitios y desasirse de los factores estorbos y piezas no deseadas dentro de este tablero.
Las llamas azules de Lucerno abrazan las alas de oro del caballero dorado y fortalecen sus tropas con armaduras tejida con flamas azules, el grito de coraje de las tropas se vuelve cada vez más inspirador de una victoria y su capitán orquesta con gestos que dibujan sus manos desnudas para mover las llamas como olas en el cielo que acorralan a su enemigo que abren aperturas para sus guerreros, este guerrero que se hace llamar invencible hace cada vez la palabra más irónica.
Megan puede percibir mientras el sacerdote lee las santas escrituras que los unirá al matrimonio eterno, como su futuro marido que la ve con mirada nublada y perdida va perdiendo la luz de uno de sus ojos hasta que la pupila de su ojo izquierdo desapareció por completo, a ella por supuesto le pareció muy inusual y puede sentir como algo está mal principalmente al no ver a Lucerno presente, y ahora a su prometido perdido.

A la izquierda del mayordomo un punto negro aparece de la nada y se vuelve más grande buscando una morfa que se moldea con siluetas flameantes que buscan aparecer completamente de la nada surgiendo de un movimiento de capa negra que descubre a una persona como un mago a su truco estrella.
Lucerno, que está ocupado orquestando las llamas se asombra antes la presencia de su amo y le brinda respeto pero sin desocuparse ni por un segundo, aun así siente que solo está viendo la mitad de la presencia de su amo, como apreciar la media luna después de haber visto la luna llena la noche anterior. -soy el amo del purgatorio y este lugar funciona a mí conveniencia y voluntad, la realidad aquí solo se limita a mí imaginación- aunque uno de sus ojos en este momento sea ciego y su poder se haya repartido a la mitad esa mirada y esa presencia tan imponente es desafiante y dominante todo el tiempo sobre la atención del arcángel.
El ser celestial hace dudar de la definición angelical todo el tiempo, no es un ser amable y puro con una presencia bien recibida, solo acaban de recibir una intrusión grosera y masacrante cubierta de odio con todo el arsenal apocalíptico, la forma en la que mira a el amo de la muerte y agita con más fuerza sus alas, se muerde los labios y alza las cejas, su lanza se exista con sed de sangre, este no le dedica ni cinco minutos de atención mucho menos le muestra miedo o respeto. La muerte alza su mano al frente y con sus dedos crea un circulo uniendo el dedo del medio con el pulgar y dejando a su presa dentro del circulo su lo aprecias desde el horizonte, luego cierra el parpado del ojo derecho con el que miraba dentro de dicha seña para reducir el campo visual y luego dejar de ver absolutamente nada, este acto tan raro y simple provoco que la oscuridad se volviera tan absoluta que el cielo se dejó de distinguir con las sombras del suelo, y el vestuario de las muertes se fundían en el entorno, las llamas de su mayordomo se desaparecieron y las alas del atacante también, fueron amputadas en medio de la nada o solo se amputo la hostilidad de ambos bando, como va a saberlo nuestro dichoso ángel si al frente de su mirada solo ve oscuridad ciega y atemorizante tan danza como la infinidad de un agujero oscuro.
Después nuestro príncipe desató su corbata quitándola de su cuello y la agitó con fuerza transformándola en su arma sagrada, de un trozo de tela se forjo una guadaña de al menos una longitud de tres metros, material de plata con una terminación de un cráneo plateado con flamas sobresalientes de sus ojos y de su boca sale una hoja gigante y filosa como la luz del alba en todas la mañanas surgiendo desde el horizonte. Agita fuertemente su arma provocando un corte interdimensional que divide el cielo y el horizonte en dos partes como si de cortar una fruta de forma simétrica y precisa se tratase. Este corte es visible incluso en esta densa oscuridad espesa con una refulgencia plateada que atravesó el cuerpo del celestial por la mitad expulsándolo del purgatorio de la misma forma que soplas el polvo de un libro viejo.
De la misma forma su presencia desapareció con la oscuridad y la normalidad regreso dejando la marca de el corte en las nubes alineadas en el cielo, y la fisura que atraviesa el suelo y el mar en la tierra, dejando de lado todo eso todo está perfecto, la pupila de su ojo izquierdo se presentó nuevamente en su ojos trayendo el brillo de su presencia nuevamente al frente de su prometida y Lucerno a su lado como se esperaba desde un inicio, se desasieron de los inconvenientes y esta vez pueden relajar los hombros en el salón y dejar que la fluidez prosiga en la ceremonia para consagrar el matrimonio.
En cuanto a nuestro ángel dividido en dos partes por un corte limpio, flota en medio del cosmos como naufrago sin paradero mientras su cuerpo se regenera lentamente y su conciencia se incorpora en su cerebro acompañada de una jaqueca pulsante y una cicatriz que marca la raya divisoria de todo el medio de su cuerpo como recuerdo de adva.ertenci

La dama de la Parca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora