Capítulo 16: Desperfectos

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Al día siguiente Megan esta parada al frente del castillo esperando a su tutora con una puntualidad impecable, a su izquierda tiene a su esposo y a su derecha tiene a su mayordomo, en unos minutos de haber pasado la espera llega Perfectum emergiendo del lago como una sirena, obviamente se sorprendió al ver a Megan, no por la puntualidad sino por presentarse inclusive. Megan mantiene cara de porqué y mira a sus aliados, asiente con la cabeza para despedirse, Lucerno le desea suerte nuevamente y su esposo le asienta con la cabeza y rostro de confiesa sin ninguna palabra, pero con una señal que habla por mil voces. Se adentra al lago con su maestra y esta vez nunca serró los ojos ni contuvo la respiración, atravesaron la pared de una habitación oscura de un departamento pobre y con olor de alcohol por todas partes, desorden y mugre por donde pasaras, caminaron hasta el cuarto y hay un señor que está sentado en la cama mirándose a él mismo acostado en su cama con una botella en la mano y orina sus pantalones, el señor entiende que está muerto y cuando estas dos se presenta comprende al momento que se trata de la muerte, Perfectum le hace una señal  para que la deje a ella demostrarle el procedimiento  así que Megan obedientemente se hace al margen.

Ella se para al frente de él y le extiende la mano, el señor sin ninguna protesta la toma de la mano mirándola fijamente, ella le conduce unos pasos adelante y el mira hacia atrás para verse deplorablemente por última vez, le pregunta a ella si se irá al infierno, y ella le contesta que su papel solo es conducirle y que no sabe su paradero, se detienen al frente de una puerta negra y ella sin soltar su mano con la derecha abre la puerta que desata un resplandor que no te deja ver lo que sigue, cundo el mostro temor y no querer avanzar ella soltó su mano y lo empujo sin más, serró la puerta y saco un pergamino de su escote para tachar su nombre, todo muy parcial, practico y rápido, le mostro la lista a Megan y le dijo que serán los encargos de hoy, al menos una docena de nombres y por ser solo una práctica.

Encontraras tú método, no todos son iguales y tú decides como despedirlos, este que te mostré es un estándar muy práctico que te puede servir, el tiempo para nosotros no es relativo, pero aun así puede ser tedios, tú encontraras el método que más te acomode, partiremos ahora a la siguiente alma.

En la siguiente visita el ambiente es muy distinto, aunque es otro departamento de California  el hogar está muy organizado y tiene un piano en el salón con unas hojas de partituras y una melodía clásica puesta de fondo con las luces tenues e incendios por toda la casa, es como si pretendieran recibir a la muerte de brazos abiertos, pasan a la habitación y ven a un señor tirado en el suelo pero no ven a su espíritu por ningún lado, eso ni importa las muertes tienen un hilo invisible que los conduce a las almas de los difuntos como una brújula que siempre te indicara el norte, el señor de canas blancas como la nieve está parado en el balcón contemplando la ciudad y cuando estas dos se van a presentar él les reside de forma cordial.
-oh ya llegaron, no esperaba que fueran tan hermosas, debo de ser muy afortunado.
Megan se le acerca y le pasa la mano por el hombro como un consuelo.-entonces ya sabrás que llego tú hora de partir.
-él le responde –será posible tocar mí piano por ultima ves.-por su puesto- le contesta Megan con mucha ternura al acompañarlo al salón y esperar escuchar con ansias su melodía.
Encima del piano hay una fotografía de él con su esposa cuando eran joven, comenzó a tocar el piano con las notas más alegres que Megan allá escuchado, las velas tonificaron la intensidad de la iluminación y el incendio visitó el lugar con el aroma de un día de campo comiendo manzanas al frente de un lago con cisnes.

-yo solo quisiera estar del otro lado con ella. –le cuenta el señor una vez termina de tocar el piano.
-de seguro así será.
-¿crees que me estará esperando?
-si le tocaste el piano así, estoy segura de que te espera con ansias. –le contesto Megan con tono simpático.

De la nada ella convoca unos portones abiertos de par en par con un destello que desata una brisa y cortinas blancas llenas de gracias que esperan su recibimiento, el señor agita la mano despidiéndose y riendo a la vez que se adentra al portón, luego de serrarse Perfectum tacha su nombre y al doblar el pergamino le elogio con un.-bien hecho.

La dama de la Parca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora