La dama de la Parca

Capítulo 18: De rodillas.

Al Megan presentarse a su hogar nuevamente junto con su tutora esta hace una reverencia al frente de su rey y mano derecha, se disculpa cortésmente por no poder haber protegido a su discípula y reina, se humillo y arrodillo con frente besando el suelo, no había orgullo por delante, ni estatus o apariencias, Perfectum se está mostrando de la forma más vulnerable posible, al punto de quedarse perpleja su reina, no puede creer que sea la misma persona la que ve  ahora tirada en el suelo pidiendo disculpas con postura impotente y disposición de aceptar su castigo así sea la desintegración o desaparición de su existencia. Megan no sabe cómo actuar, o si debería intervenir, su mayor sorpresa fue cunado su tutora de rodillas en el suelo levanta la mirada y abre su boca para prenunciar unas palabras que fueron frenadas rápidamente por su rey, quien le tapa la boca con su mano impidiendo su suicidio, su dignidad y vergüenza la empujaron a querer pronunciar el nombre de su rey por muy osado que sea, pretendía nombrarlo para sucumbir a su autodestrucción, Megan entendió eso en el momento en el que la mirada de su imponente tutora se derrumba y tiembla de nervios. Su rey con su particular tono tierno y condescendiente le clama.
-no había nada que pudieras hacer, y no te culpo en lo más mínimo, perdóname a mí si te coloque en una situación delicada y gracias por dar lo mejor de ti parta proteger a mí intrépida esposa.
Esas palabras sacaron las lágrimas de la imponente e indestructible, estatua de ecuanimidad, en este momento se transforma en otro ser que arriesgo su existencia por un  hecho inesperado que la avergonzó de por vida.
-nunca dudes de que eres perfecta. –claramente al ella escuchar esto de su rey se impactó y calmo.

Megan está presenciando algo extraño que no se puede explicar que es precisamente.
Siente un afecto de su tutora hacia su rey de cierto modo platónico y se siente incluso identificada, alguna vez ella también quiso a alguien en secreto, en su antigua vida de adolecente.

El rey despliega una ola de flamas cálidas que despiden a Perfectum para que se retire y descanse en paz. Se voltea y ve la posición de su reina, ojos parlanchines que no parpadean.

-tú también deberías de irte a descansar.
-no, no sin antes hacerte algunas preguntas.

El esposo la toma de la mano y la conduce en dos segundos a su habitación habitual para tener una privacidad más confortable en la que ella se siente segura, se fija en que el espejo este cubierto por una cortina de cielo nocturno y toma asiento en la cama de ella mirándole directamente con mucha seguridad y soltura invasiva.

Megan trata de ignorar el hecho de que están solos en su cuarto y de que le viene un recuerdo recurrente de ellos besándolo, para preguntarle con una fuerza de cara de jurado.

-¿Quién era ese ángel de hoy y por qué siento que siempre sabes de mis paso, me acosas?

A su defensa él contesta serenamente como ara con todas sus preguntas.

-solo te protejo.

-y ese ángel de antes.

-una entidad que se impresiono por tú presencia, casualmente en el mismo escenario, ahora que eres la reina de las muertes y que también fuiste humana, llamas la atención de seres tan curiosos como esos y por esa misma razón debo de vigilarte, por tú cuidado.

-sé que no me puedes mentir, pero aun así siento que me ocultas cosas que debería saber.

-exacto, como ya te había dicho no puedo pronunciar mentiras, pero eso no quiere decir que no pudo ocultar verdades.

-¿cuáles son esas verdades?

-las sabrás a su menudo tiempo así como te dijo ese ángel, y algunas simplemente no deberías de saberlas, o al menos de mí parte no la sabrás.

-en mí cara y sin tapujos me dices que me ocultas detalles que me involucran, valla, no pudo odiarte por ser sincero, prefiero eso a la hipocresía, pero que sepas que tarde o temprano, lo descubriré absolutamente todo.
-suena interesante, adelante, te animo a descubrir los secretos de esta vida después de la muerte.

-una última pregunta.

-ujummm.

-¿por qué dicho ángel dijo que contengo dos nombres?

-todavía nadie conoce tú nombre o nombres, me parece muy enigmático, al parecer su poder le permite percibir cosas que normalmente son invisibles para nosotros y un libro abierto a sus ojos. Le envidio, al igual que el soy muy curiosos.

Le dijo mientras se acercaba lentamente a ella y le tomo la barbilla con sus dedos levantando su mirada hacia la de él quien le lleva ventaja en altura.

La distancia entre sus rostros se acortan y los ojos de Megan tiemblan, pero algo a ella le recordó a tiempo que debería de alejarse, así que retrocede de su invasión cautelosa. Él sonríe ligeramente e inclina la cabeza como una cría de gato, se retira mencionando que es paciente, esa frase a Megan la sonrojaron de pie a cabeza, en pocas palabras quiso insinuar que tarde o temprano tendrá que caer un sus garras, como esto le molesto le grito que se morirá esperando entonces, pero para cuando abre los ojos ya él no se encuentra en la habitación. Es muy raro pero empieza a reírse sola cuando se pone a meditar acerca de que le acabo de decir a la muerte que se moriría.
Para de reírse y jala la cortina que cubre el espejo de verdades para ver en su reflejo unos borrones encima de su cabeza que simulan dos nombres que todavía no puede diferenciar, está llena de dudas y preguntas, que extrañamente no la inquietan de forma estresante ni abnegada, sino de inquietud energética y motivadora que funciona como vapor de locomotora. El espejo sigue rebuscando dentro de ella y puede ver como Perfectum veza a su esposo al frente de ella, no entiende por qué le mostro esa imagen pero sin duda tuvo que cubrirlo de inmediato por que desato un dolor extraño y pulsante en su abdomen que asciende hasta su pecho y sacude sus cejas.

Se sienta abrazando una almohada al frente de una ventana para ver a su vieja amiga vivir feliz como ya es costumbre, todos esos rezos que hizo para que Allison se recuperara están dado resultado y resulta que ahora está saliendo con el chico que antes le gustaba a ambas, en estos momentos cree que fue hasta mejor el morir y así no tendrían que ser de esas amigas que se pelean por un chico, mientras que ella sonríe a carcajadas viendo las bromas que estos dos tortolos se hacen y notar que van a tener intimidad cubre la venta con una cortina para no tener que ver sus relaciones íntimas, se ríe a la vez que se apena y reflexiona, fue ese chico el amor platónico de todos sus días mientras que conservaba su vida, y ahora no se siente celosa en lo más mínimo, sería lo establecido que debería sentir, envidia y celos, o incluso traición, pero solos se alegra por ellos, no como la ilusión que le mostro el espejo cizañador.

A la hora de la cena Megan se presenta con otro de esos encantadores vestidos que le obligan a ponerse y aunque traía a Paganini entre sus brazos ensuciándole el precioso y excéntrico vestido, había algo en eta noche para la cena que la hacía ver más femenina que de costumbre, se sienta como de costumbre al otro extremo de la mesa a comer con el perro encima de la mesa como ya a  nadie le puede sorprender, nota que entre las montañas de alimentos que se ofertan con decorados encantadores y peculiares, apenas se pues e ver al otro extremo, su única compañía es su revoltosa mascota quien nunca tiene malestar de estómago a pesar de que puede comer más que un elefante, pero ella piensa en Verum, quien tiene que cenar tan solo allá en el otro país, en el otro extremo de la kilometrada mesa, así que por primera vez se levanta agarra el asiento y se desplaza hacia su lado, su rey se alegra y dejado masticar par a contemplar su sonrisa y saludos a la ves que comía como una león sin educación, el continua comiendo pero se cruzan las miradas continuamente y están sentados tan cerca que las piernas largas del rey alcanzan a chocar sus rodillas con la de ellas de formas sutilmente provocadas, ella embuchada le sugiere algunos bocadillos a los que él le sigue la corriente pero aunque ambos mastiquen asta inflar los cachetes se les ve los coloreados que esta, y el perro quien no puede faltar en el festín corre sacudiendo todos los cubiertos, platos y copas para apoyarse encima de Verum y ensuciarlo con sus patas cubiertas de pastel, el mayordomo prefiere serrar los ojos e ignorarlos, hace ya un tiempo que tiene que acudir a esa técnica o si no un día se le apagara la llama y será su ultimo día, los reyes se ríen a carcajadas jugando con la mascota real como niños traviesos que sucumben en la ternura de los enamorados inocentes.