Parte 20

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El día transcurrió sin algún inconveniente, habían decidido o Anthony lo quiso de esa manera pues quería que su boda fuera espectacular y aun Pen deseaba que no hubieran muchos invitados en su ceremonia, la recepción era otro cuento pues el Vizconde quería invitar a todos y los Duques quienes iban a brindar tanto el dinero como su hogar estaban de acuerdo, por lo tanto querían dos vestidos, uno para dar el Sí y otro un poco más sencillo para la recepción, adicional a esto necesitaban de manera urgente unos vestidos para el diario y pronto se acercaba el día para la velada de los Cowper y aunque no era lo mejor, le hacía ilusión a la querida Penelope pues este sería el primer baile como prometida de Anthony, sobre su alter ego, anteriormente hacia dichos panfletos día de por medio pero como esto ya lo la llenaba, los hacia una vez a la semana, siempre que hubiera algo más relevante que informar o cuando hubiera algún baile, ya estaba decidida que esa sería la última temporada.

Llevaba varios días viviendo en la casa Hastings, aunque era aún más grande que la de los Bridgerton era demasiado acogedora, decorada de forma tan elegante y hermosa pero también siendo un hogar lleno de calor humano y grandes personas adicional porque le encantaba estar con el pequeño augi, el niño era un amor adicional porque era muy inteligente y juicioso, se dio cuenta que el estar lejos de su madre su cuerpo reacciono mejor, no sentía tensión alguna o dolor de cabeza por no poder comer de manera normal, pues algo que no les había querido contar por completo es que habían días en los cuales no probaba bocado, cosa que la verdad pudo haber enfermado de gravedad, agradecía haberse separado de ella a tiempo.

Con Anthony solo habían podido verse muy pocas veces y siempre había sido en compañía, se extrañaban mucho, pero les reconfortaba el saber que pronto compartirían una vida juntos, sobre su madre los primeros días estuvo tranquila, no intento buscarla, tampoco armo un escándalo y por un momento tuvo el pensamiento de que tal vez habían juzgado a Portia, tan pronto como tuvo ese pensamiento se arrepintió, un día en el cual se encontraban mirando los arreglos florares tanto del ramo como de la boda escucharon varios cuchicheos, era algo típico en la sociedad que hablaran de las personas eso lo comprendía porque la fortuna que ella tenía provenía de los chismes pero siempre se caracterizó por decir la verdad y lo que escucharon todo fue una total y completa mentira.

En ese momento llego a sus oídos que tanto el vizconde como Lady Violet habían sacado a la señorita Penelope de la casa sin consentimiento y a la fuerza y lo peor no era eso, su madre tuvo aún más descaro de decir que ella siempre había dado todo por su hija y aunque sabía que no tenia gracia no le importaba estar toda su vida junto a ella y como en su momento se los había dicho a ellos también lo comento con los demás pues ella trato de insinuar que tal vez su hija utilizo algunas artimañas para atrapar a dicho Vizconde.

Eso colmo la paciencia de la familia sobre todo de Daphne aunque bien era cierto que no se podía esperar nada de Portia, no entendí que tanto daño le habría hecho Penelope para que su madre dijera tales cosas y más a la sociedad, ella no permitiría que la reputación de su futura hermana se viera manchada, así que mientras Pen se encontraba en la casa cuidando a su augi, ella se dirigió a la casa de la familia Featherington, esa "señora" escucharía muchas verdades.

Al llegar a la casa, la hicieron pasar al mismo salón donde habían ocurrido los eventos recientes, le ofrecieron té y algún aperitivo pero ella lo declino, no estaba haciendo una visita amistosa.

Al momento del ingreso de Lady Portia, La Duquesa no puso evitar hacer una mueca, se le veía tan feliz como si todo lo que estuviera rondando los últimos días no existiera, cuando estaba por hacer una reverencia Daphne la detuvo- Usted bien sabe el motivo que me trajo hasta aquí hoy –la sonrisa que surcaba su rostro se convirtió en una línea recta –Si no le quedó claro de parte de la boca de Penelope o de mi madre estoy aquí hoy yo, no como su vecina y amigable Bridgerton sino como La muy Respetada Duquesa de Hastings, por mi parte no voy a tolerar más lo que se esta comentando en la sociedad que estoy muy segura que usted misma difundió, créame que no me gusta hacer uso de mi estatus pero creo que aún no comprende que Penelope es mi hermana y se convertirá en Vizcondesa, un estatus elevado en la alta sociedad el cual merece ser respetado y no solo hablo del estatus Penelope debe ser respetada porque es una persona maravillosa, inteligente, amable, generosa y sobre todo es una excelente persona que a pesar de todo lo que vivió en esta casa, junto a usted y sus dos hijas, los comentarios y maltratos nunca hablo sobre esto con la sociedad, ni siquiera nos contó a nosotros porque el corazón de mi hermana es tan grande que no puedo creer que aun la quiere, así que espero que lo que hablamos aquí no salga de estas paredes y que tenga muy en cuenta que no me quedare de brazos cruzados sobre los chismes que se están esparciendo pues usare todo el poder que tiene mi esposo y mi hermano para sacar todos los trapos sucios de esta familia y sobre todo de usted, que tenga una buena tarde. –Portia no pudo reaccionar, tampoco gesticular o decir alguna palabra, seguía enojada con Penelope y esa Honorable Familia Bridgerton como se les mencionaba y aquellas palabras que estaban rondando las había mencionado en un momento de rabia, ella se enteró que ya estaban planeando y organizado los preparativos tanto para la boda y la recepción, no la tuvieron en cuenta y aunque se lo mencionaron cuando tuvieron ese pequeño altercado también pensó que era por la tensión del momento y que en cualquier momento pedirían su ayuda pues sabía demasiado de esas cosas y tiene los mejores gustos según ella, pero no fue así, por lo tanto fue invitada a una hora del té y dijo aquellos comentarios, pensó o quiso creer que solo eran simples comentarios que no lastimaran a nadie, se le olvido por un momento que todo se puede tergiversar en aquella sociedad, que directamente la Duquesa la visitara quería decir que aquello se había esparcido por toda la sociedad lo cual traería grandes consecuencias y más con la amenaza pues era bien sabido que el poder de un Duque no era para nada minúsculo, por lo tanto pensó que lo mejor era que se fuera unos días con su hija Prudence hasta que todo se calmara y volvería para la boda de Penelope.

Daphne que llego a la casa de los Bridgerton para calmar sus nervios y enojo, no lo pensó dos veces abrió la puerta de la oficina de su hermano y se sirvió un vaso de coñac, lo necesitaba en ese momento o volvería para decirle otras cosas que no son aptas y menos para que las diga una Señora como ella- Oye Daph no me molesta que ingreses a mi oficina como un vendaval pero que bebas así el trago es preocupante, ¿me puedes decir que te paso? –ella no podía pronunciar una palabra pues había pasado tan rápido el trago que sentía que le ardía la garganta, Anthony le acerco un vaso con agua, tomo un trago y respiro profundo aún se sentía demasiado enojada –Vengo de hablar con Portia, el descaro que tuvo al llegar toda feliz como si no pasara nada, como si no estuvieran hablando cosas impropias de su hija en la sociedad, como si no fuera ella la que empezó con esas habladurías, Anthony prométeme que aunque sea la madre de Penelope si ella se interpone en el matrimonio o hace algo que le haga daño le haremos algo aun peor, tampoco quiero que la ayudes en nada monetariamente y sobre la dote que sea mi hermana la que decida si desea el dinero de esa familia o se lo deja a su madre, la verdad por mí que no tuviera nada de contacto con ella, sé que aunque no lo diga ella está sufriendo, le duele que su madre digas esas cosas, yo solo quiero protegerla porque es importante para mí y para nuestra familia.

ELLA SERÁ AMADA (PENELOPE FEATHERINGTON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora