ELLA SERÁ AMADA (PENELOPE FEATHERINGTON)

Parte 30

Penélope no podía evitar los nervios que sentía, muchas veces en estas ceremonias se siente miedo pero el amor que le profesaba Ant era y había sido tan notorio que lo único que sentía era nervios por lo que le deparaba el futuro pero así mismo se sentía extasiada, siempre quiso un matrimonio por amor y este se cumpliría, por fin su sueño de toda la vida se haría realidad y añadido a esto no era con la persona que siempre soñó sino que la ida le dio la oportunidad de encontrar el amor en alguien aún más maravilloso, dejo sus pensamientos al lado cuando una de las criadas le indico que estaba lista, se acercó al espejo y cuando miro su reflejo quedó asombrada, era cierto que desde hace mucho había trabajado en su amor propio pero la Penélope que veía a través de la reflejo le pareció que brillaba con una Luz grandiosa, su hermoso vestido suave y delicado que caía hasta sus pies, la hacía ver como si fuera un hada, su corpiño estaba lleno de pedrería, se había dispuesto demasiadas joyas para que no quedará un solo espacio sin ellas, el corte del escote era en corazón por ende hacia que sus pechos sobresalieron más, estaba tan ceñido a su cintura que hacía que sus curvas resaltarán se la mejor manera así mismo su espalda que para los estándares de la sociedad podría verse de manera escandalosa era un poco baja, lo cual le daba un toque sensual al vestido.

Los accesorios eran simples ya que al llevar tantas joyas en su vestido no quería que se viera sobre cargado, por ende en su cabeza descansaba una tiara obsequio de parte de Lady Dambury, está era una reliquia familiar y como solo había tenido hijos de los cuales sabía muy poco, que mejor que dársela a aquella chica que la enorgullecía y que siempre la había querido, así mismo solo llevaba un pequeño collar con una esmeralda y unos aretes a juego y si anillo de compromiso pues este no se lo había quitado desde que su prometido lo había puesto.

Te ves hermosa querida - exclamó Violet, siempre deseo que ella se convirtiera en su hija y agradeció que al menos uno de sus hijos no fuera tan ciego para notar lo maravillosa que era -me siento feliz y orgullosa, por fin uno de mis deseo se hace realidad- al terminar de decir la frase Lady Dambury que también se encontraba en el lugar asintió, dándole la razón, pues aunque no fuera parte de la familia siempre quiso lo mejor para su muy estimada pupila y compañera - siempre desee para ti la felicidad mi querida Penélope, siempre desee que la encontrarás al lado de alguien pero que está sea al lado de una de las familias que más estimo, le llena de emoción y orgullo, sabes que no demuestro mis emociones pero he estado contigo en todo momento y más sabiendo lo que has tenido que vivir junto a los Featherington por eso no puedo evitar sentirme feliz de esta nueva etapa que estás por comenzar, deseo que cada día de tu vida lo vivas con la misma intensidad que lo has estado haciendo últimamente - antes de que pudieran darse cuenta de la lágrima rebelde que estaba saliendo de sus ojos, abraza a Penélope deseándole lo mejor en el futuro.

Cuando ingresaron las demás damas Bridgerton esto se convirtió en una habitación llena de halagos y risas, pen no podía esperar más para ser parte de aquella caótica y muy amada familia.

Y el Vizconde, bueno el no sabía cómo sentirse, sentía tanto en ese momento que no podía ponerlos en orden pero de algo estaba seguro, hace mucho tiempo no se sentía tan feliz, la vida siempre da muchas vueltas y el había sido afortunado que en una sola vida pudiera encontrar el amor puro por segunda vez y lo más sorprendente era que este era aún más grande que el anterior.

Sentía que había amado a Kate con todo su corazón pero que equivocado estaba, pues, descubrió que lo que sentía ahora por su Pen era inmenso, nada habría palabras para describir exactamente como se sentía con ella o como ella lo hacía sentir, ella cambió su vida completamente y lo amaba.

En compañía de sus hermanos y cuñados, para calmar los nervios y a modo de celebración se abrió una botella de un coñac bastante costoso, con la copa en mano Simón hablo - sé que he dicho muchas veces esto pero estoy feliz, se que todos los que estamos aquí se siente de igual manera - dirigiendo la copa hacia su mejor amigo prosiguió- has pasado por mucho, tuviste que hacerte cargo de tu familia, la cual no es muy poca, asumiste las responsabilidades de tu padre, criaste a tu hermana Hy y das todo de ti por ti por ellos, cuando pensamos que la vida por fin te había sonreído por asares del destino perdiste a tu esposa pero muchas veces la vida siempre nos sorprende ya sea para bien o para mal, está vez ha Sido a tu favor, ya conocías a quien se convertiría en tu esperanza y ahora amor de tu vida, fue tu amiga, compañera y aliada por muchos años, tuviste la valentía que muchos no tienen y abriste nuevamente tu corazón y ahora llegamos a este momento dónde unirás tu vida con una grandiosa mujer, brindo por el amor y la vida - termino diciendo alzando la copa – Anthony se sentia como el hombre más afortunado del mundo, lo que decía su mejor amigo era verdad, aunque a lo largo de su vida había recibido muchos golpes, así mismo esta misma esta le brindo una maravillosa familia, excelentes amistades y momentos maravillosos, también comprendió que su primer matrimonio fue lleno de alegría y cosas buenas aunque no terminara de la mejor manera, se dio cuenta que lo importante era guardas los buenos recuerdos.

Su momento se vio interrumpido por unos pequeños golpes en la puerta, su madre se asomó por esta y después de darle un cumplido, le indico que era hora de salir y nuevamente el nerviosismo que dejo de sentir en un momento volvió a su cuerpo – Todo estará bien hermano, ya verás que será una boda hermosa, ¿sabes porque? –Ant negó – porque es una boda llena de amor, no solo por ustedes sino también por nosotros que estamos más que felices de presenciar esta unión – Anthony le dio un abrazo y en compañía de sus hermanos y cuñados se dirigieron al lugar de la ceremonia.

Penelope quien se encontraba en compañía de Simón y John no dejaba de moverse, era un acto normal que reflejaba en si lo nerviosa que se sentía, como bien era sabido Pen no contaba con una figura masculina y tampoco con familia, días antes de la boda recibió una carta por parte de su madre, el fondo de su corazón pensó que tal vez Portia le había escrito para pedirle perdón y tratar de enmendar sus errores, pero la primera parte de carta hablaba de como por culpa de ella su reputación era pésima, lo cual desde hacía mucho tiempo lo era y segundo para reprocharle y desearle lo peor en su matrimonio y ceremonia sobre todo porque ella no había sido invitada, no lloro, esa carta le sirvió para comprender al fin que su madre no cambiaría y que para ella era importante su vida y la de nadie más, se juró que si ella en un futuro tuviera un hijo o hija le daría todo el amor que jamás recibió, no quería repetir los patrones que por muchos años lo único que hicieron fue hacerla sentir miserable.

Cuando escucho a los músicos tocar, su nerviosismo se disparó, al notar esto, tanto el conde como el duque la tomaron cada uno de los brazos y dándole pequeños toques en sus manos dándole a entender que no había nada que temer porque ellos no la dejarían sola.

El pequeño Augie como único nieto llevaba un cesto pequeño de flores, que como había ensayado días antes lo estaba regando por todo el camino, todos miraban al hermoso niño con ternura, cuando fue el momento de la novia les indico de todo corazón que no la dejaran caer, se sentía tan nerviosa que sus piernas habían perdido un poco de fuerza, ellos solo sonrieron, dando una sonrisa tranquilizadora, cuando levanto su vista todo a su alrededor desapareció, siempre pensó que Anthony era un hombre muy guapo pero en ese momento vestido con su traje pulcro el cual le brindaba un porte bastante varonil la hizo pensar que su hombre era un verdadero príncipe de los cuentos que leía cuando era pequeña y cuando sus ojos se encontraron no se imaginó nunca que el gran Vizconde estuviera llorando.

Cuando Anthony vio ingresar a Penelope pensó que era una diosa la que se encontraba en ese lugar, su pen se veía maravillosa, tan delicada y hermosa y toda era suya, en ese momento le agradeció a todos los dioses que existían por darle la oportunidad de casarse con una mujer tan grandiosa, hermosa, sexy, sensual y sobre todo adorable, su amor era tan tierna que le llenaba el corazón de calidez, por lo tanto cuando sus ojos se encontraron y ella le brindo una de las sonrisas más brillantes no pudo contener las lágrimas, lloraba de alegría, se sentía afortunado, quería que ese momento quedara para siempre grabado en su memoria por lo tanto no despego la vista de su futura esposa ni por un segundo, cuando sus cuñados se la entregaron lo primero que puedo decirle es que la amaba, así con sus manos juntas y sin poder dejar se verse empezó su hermosa ceremonia.

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Holaaa perdón se que he estado muy perdida pero a veces ser adulto independiente es complicado sin embargo, como se pueden dar cuenta falta poco para terminar esta historia por lo tanto tratare de publicar los capítulos que faltan muy pronto, los quierooo