ELLA SERÁ AMADA (PENELOPE FEATHERINGTON)

Parte 31

La ceremonia fue todo lo que siempre han querido las personas románticas, llena de lágrimas, felicidad y mucho mucho amor, así mismo el banquete de bodas fue un lugar lleno de ternura y ensoñación, El Hogar de los duques era hermosa por sí mismo pero con todos los arreglos que se realizaron para celebrar la unión hacían que se sintieran en un lugar lleno de magia y romanticismo, cada arreglo gritaba amor entre el vizconde y su Vizcondesa y no era para menos, desde la fiesta de compromiso nadie podía negar que este matrimonio era por simple y puro amor, las personas que en algún momento dudaron de esta unión no podían negar que solo eran simples especulaciones o comentarios llenos de envidia.

En el momento que todas aquellas personas que habían sido invitadas ya se encontraban en sus lugares hicieron la entrada los vizcondes. Tenían ropas más cómodas que las que habían utilizado en su boda pero aun así tenían un porte de elegancia, sofisticación y Penelope se veía adicional mostraba una ternura de la cual todos los que la conocían sabían pero para aquellos era una nueva faceta.

Esta vez, Anthony quiso decir unas palabras, no era algo que habían planeado pero quería decir nuevamente lo mucho que amaba a su esposa, seguía pensando que las segundas oportunidades que le había brindado la vida eran maravillosas.

Así que con su voz fuerte y autoritaria de vizconde, solicito un momento de silencio mientras pasaba su brazo posesivamente por la espalda de su esposa y cayó en cuenta que Su pen, el amor de su vida era oficialmente su esposa y por lo tanto la señora Bridgerton, lejos de ese espantoso apellido y de la familia que la había atormentado, un nuevo capítulo para ella se abría paso.

Gracias por acompañarnos en este momento de gran felicidad tanto para nosotros como pareja como para mi familia, ellos han sido testigos de la felicidad que esta unión a traído a mi vida – se giró mirando únicamente a la persona que realmente le interesaba que escuchara sus palabras – Es un gran honor para mí que me dejaras ser tu esposo, me haces inmensamente feliz, muchos piensas que nuestra historia de amor es precipitada pero si pudiera contarles todo lo que hemos vivido juntos, como salvaste mi vida y me sacaste de un lugar oscuro, como poco a poco hiciste que abrirá mi corazón hacia lo afortunado que era, a mi familia y sobre todo a ti, tocaste mi corazón y lo llenaste de una calidez innegable y así como una llama que poco a poco se puede convertir en un incendio, así empezó mi amor ti, te amo de todas las formas posibles y en este momento agradezco a la vida por esta oportunidad dada, solo deseo por estar contigo hasta que mi cuerpo no de mas pero aun así en otra vida u otras miles te seguiría eligiendo, eres mi complemento y por sobre todo mi apoyo así como yo soy el tuyo, deseo que juntos podamos lograr todo aquello que nos propongamos, por mi amor no desea otra persona y si la vida me diera otra oportunidad de vivir esta vida no cambiaría nada porque todos los caminos solo conducen a ti –AL escuchar aquella declaración de amor, tan abierta muchas mujeres se encontraban con lágrimas en los ojos y obviamente Pen estaba de la misma forma, lo amaba, en serio que el camino no había sido fácil para ninguno de los dos pero era verdad no cambiaría nada porque al final todos los caminos conducían a su amado hombre.

En un pequeño susurro Penelope le indico que lo amaba tanto que sentía que su corazón iba a explotar de tanto amor.

Después de un momento tan hermoso decidieron disfrutar de la velada, aunque en algún momento de aquella noche los novios o ahora esposos habían desaparecido, Ant ya no podía soportar un momento más en el que no pudiera estar a solas con su esposa, por lo que se dirigieron directamente a Aubrey Hall en algún momento de la noche.

Penelope sabía que pasaba en la noche de bodas, siempre fue curiosa por lo tanto aunque no era experta en este tema, tenía varios conocimientos por lo tanto más que nerviosa se sentía expectante, porque durante el transcurso del viaje, en el carruaje Anthony no dejo un lugar sin explorar, ya se habían explorado con anticipación pero en este momento era más tranquilo, sin pensar que en cualquier momento podrían verlos y aunque el cochero pudiera escucharlos poco le importo a Anthony, le daría un aumento por eso.