ELLA SERÁ AMADA (PENELOPE FEATHERINGTON)

Parte 29

Después de aquel momento tan emotivo, los preparativos fueron pasando de manera rápida y como todos estaban tan comprometidos, se decidió que se quedaran toda esa semana en la casa del Conde, algo que alegro mucho a Frannie pues aunque amaba la paz que muchas veces le brindaba su hogar al lado de su esposo extrañaba el tiempo junto a su hermosa Familia.

Así paso el tiempo entre compartir con los Bridgerton, la organización del baile y por fin ese día había llegado, las familias invitadas se encontraban expectantes pues estaban seguros de que aquel baile no sería nada normal y siempre hacían lo posible para sorprender a la sociedad.

Penelope que había querido llevar un vestido a juego con el del Vizconde y habían decido que en apoyo a la nueva pareja que todos llevarían algo del color de su casa, Azul Bridgerton, por ende aparte de la vestimenta de los comprometidos, cada uno llevaba algo en su atuendo de ese color.

Los anfitriones recibían a los invitados de una manera formal pero alegre y al ingresar y ser llevados hacia el jardín, estaba decorado con varias flores de colores vibrantes pero sobre todo los colores que sobresalían eran el amarillo y el azul, al momento se ingresar se les entregaba un pequeño retrato hecho por Benedict de la pareja, era poco usual que se diera un recordatorio pero eso hacía que fuera aún más especial.

El lugar exudaba amor, entrega y felicidad, era tan festivo y tan alegre, quisieron imitar los festivales que se hacían en las calles por lo que cuando toda la sociedad invitada se encontraba en el jardín, se vieron entretenidos con varias personas realizando un baile y entregando flores con pequeñas notas que hablaban de amor y como no había que perder la esperanza en la vida.

La mayoría de las personas que habían sido invitadas eran parejas casadas o comprometidas por lo que en toda la noche se tocaría solo vals, lo más romántico para una de las parejas más románticas, el baile inicio cuando las parejas de la Familia Bridgerton se dirigieron al centro de la pista de baile, muchos los envidiaban, todos se habían casado por amor como siempre habría deseado la matriarca y con lágrimas en los ojos ellas lo miraba desde el borde de la pista.

A mitad de la velada se les fue entregada una copa de champaña, a los más pequeños porque dejaron que Hyacinth y Gregory formaran parte de la celebración se les dio limonada, como bien se sabía los Bridgerton no hacían las cosas de manera normal por ende la persona que daría el discurso era Penelope, los hombres en su orgullo lo vieron de mala forma pero el Vizconde se sentía orgulloso de que su futura esposa venciera sus miedos de hablar en público y ser el centro de atención, ella misma había decidió anunciar su compromiso y aunque se encontraba nerviosa el aliento de las personas adecuadas la hacía valiente.

El vizconde con su voz de mando pidió un momento de silencio, al ser otorgado Penelope tomo la palabra –Buenas noches a todos, muchas gracias por compartir este momento tan especial tanto para mí como para mi prometido y su familia –Penelope se tomó un tiempo, se sentía demasiado nerviosa, Ant se dio cuenta y le tomo su mano, le dio un leve apretón en forma de apoyo, esto hizo que se tranquilizara un poco más –Sé que no es normal que sea yo, por ser mujer la que de dicho discurso pero cuando hemos hecho las cosas de manera correcto y me incluyo en la familia porque gracias a ellos me he convertido en lo que soy ahora, debo comentar que me siento feliz de anunciar que seré esposa de esta persona maravillosa, no ha sido fácil para ningún de los dos y sobre todo para Anthony pero me alegra que la segunda oportunidad que se dio sea a mi lado, siempre hare que no te arrepientas de ellos, eres mi felicidad y mi amor, no me imagino lo que queda de mi vida sin ti y como tú me lo dijiste algún día, si existieran más vidas te amaría en cada una de ellas- Con la copa en la mano exclamo – ¡Por las segundas oportunidades!

Por las segundas oportunidades exclamaron todos y acto seguido bebieron sus cosas, Ant que se encontraba maravillado por dicho discurso se acercó al oído de su amada –Te amo de todas las formas posibles, gracias por hacerme día a día el hombre más feliz –se fueron retirando del centro de la pista para darle la oportunidad a los demás de poder disfrutar de la velada.