Se separó lentamente después de ese beso tan apasionado -¡Anthony! Por el amor a Dios me asustaste -Por poco grita pero recordó que estaba de noche y todos se encontraban durmiendo o eso creía- ¿Qué haces a esta hora despierto? –Inquirió Penelope un poco más tranquila, Anthony arqueo una ceja –Eso mismo debería preguntarte, perdóname si te asuste cariño pero en mi defensa pensé que alguien había dejado una de las velas encendidas e ingrese pero no estaba preparado para la visión que me estaba brindando la vida, ¿No puedes dormir amor? – Anthony detonada preocupación en la voz –Es la lluvia, no me gustan las tormentas de hecho les tengo un poco de pavor, pensé en buscar a Eloise pero es muy tarde y no quería molestarla por lo que la mejor opción para mí fue venir y leer para poder distraer mi mente.- Sabia muchas cosas de su Pen pero jamás le había contado que le tenía miedo a las tormentas, cada día se aprenden nuevas cosas de la persona con la que compartirás tu vida.
Con una sonrisa pícara que hizo que a Penelope se le erizara la piel, la miro –A mí no me hubiera molestado que te quedaras conmigo esta noche y así te podría distraer de otras maneras –Esto hizo que Penelope se pusiera lo más roja posible –Vizconde no sabía que podías ser tan atrevido adicional porque no estamos casados –Ant sonrió con inocencia –Pero yo solo quería que durmieras a mi lado, no era nada malo. –En ese momento se oyó un trueno demasiado fuerte y cerca, lo que hizo que Pen soltara un pequeño grito y tratara de esconderse detrás de Anthony tomándolo fuertemente de la camisa, lo que hizo que esta se abriera un poco dejando ver el pecho del vizconde.
Al darse cuenta de lo que había hecho Penelope se disculpó, intento arreglarle la camisa pero se vio perdida en su musculatura, la verdad es que los trajes que utilizaba ocultaba muy bien su cuerpo fornido, Pen intento quitar la mano de su pecho pero Anthony la detuvo –Mi querida vizcondesa puedes tocar todo lo que desees, yo soy completamente tuyo y el anillo que llevas es la prueba de esto – La guio lentamente sobre su pecho y abdomen y aunque tuviera camisa sentía como el tacto que su amada le brindaba hacía sentir su piel caliente, se estaba excitando, le soltó lentamente la mano a Penelope y dejo que sola lo siguiera tocando, el no perdió el tiempo y lentamente fue acariciando sus piernas, con movimientos lentos fue acariciando hasta subir y tocar de manera lenta sus glúteos, Pen tenia los glúteos más hermosos y redondos que había podido tocar.
En ese momento tan íntimo en el cual los dos se admiraban chocaron sus miradas y se besaron, un beso exigente y lleno de excitación.
Anthony dejo de lado la delicadeza y una de sus manos fueron a dar en uno de los pechos de Pen, no tenía corset por lo que los podía sentir de la mejor manera, sin barreras, amaba esos pechos y aunque solo los hubiera tocado y probado una vez soñaba con ellos cada día, Pen soltó un gemido que fue callado por los besos de su amado, le gustaba la forma en que la tocaba, su parte intima se sentía mojada y quería más, se tuvieron que separar para recuperar el aliento pero El no perdió tiempo y fue dejando besos por el hombro descubierto, en un rápido movimiento la sentó en sus piernas, dejando las de ella una a cada lado –Penelope en serio que me traes loco, solo quiero hacerte mía día y noche pero como te prometí solo lo haremos cuando seas mi esposa, esto solo será un abre bocas de lo que está por venir en nuestra noche de bodas. –Todo esto lo decía mientras iba besando sus pechos, eran exquisitos y lo único que podía hacer Penelope era gemir, cuando le dio un breve mordisco en uno de sus pezones, ella que una de las manos en su cabello lo halo un poco, Anthony soltó un gruñido lo cual hizo que su parte intima se mojara aún más.
Dejo de tocar uno de sus pechos y se dirigió a su pierna, fue subiendo su mano hasta que toco su ropa interior, la miro pidiendo permiso y ella solo se limitó a asentir –Sé que te has tocado, eres una mujer muy curiosa pero alguna vez te imaginaste ser tocada por alguien más –lentamente fue introduciendo su mano y cuando toco la parte intima de su amada esta soltó un jadeo, era cierto se había tocado pero era muy diferente que fueras tocada por otro y sobre todo que este fuera el hombre que amas –Estas muy mojada mi querida Penelope, ¿tanto te excito?- Pen solo pudo asentir, quería hablar pero lo que estaba sintiendo en ese momento mientras la tocaba lentamente, estaba tan absorta que se sorprendió cuando Anthony ingreso uno de sus dedos y con su dedo pulgar empezó a tocar su clítoris, Soltaba gemidos los cuales eran callados por los besos de Anthony pues debían recordar que se encontraban en la biblioteca y que cualquier podría escucharlos –Anthony que... que es lo que me haces, eso se siente muy bien –se sentía demasiado excitada y cuando el ingreso otro dedo y empezó a moverlos de forma de rápida como por inercia ella también movió sus caderas lo cual hacia que la fricción se sintiera de mejor manera y de un momento a otro empezó a sentir como algo crecía en su vientre bajo, lo reconocía pero era diferente a las veces que ella los provoco, Ant que estaba atento a todo lo que acontecía y más a los gesto de Diosa sexual de Penelope, se dio cuenta que esta estaba a punto de llegar a su orgasmo –vente para mi amor, no te contengas- solo bastaron esas palabras para que con los ojos abiertos y un fuerte gemido se viniera en el más maravilloso de los orgasmos, Ant saco los dedos despacio y se los llevo a su boca, quería probar el sabor de su amada, Pen al ver esto hizo que nuevamente se excitara fue un acto demasiado sexual –Sabes delicioso, no puedo esperar a posar mi boca entre tu linda y delicada vagina –Esto hizo que la entrepierna se mojara aún más, Ant al darse cuenta de la mirada lujuriosa que le estaba brindando la bajo lentamente de su regazo y le dio un beso corto –Sé que deseas algo más, sientes que algo te hace falta pero solo puedes tenerlo cuando seamos esposos –Al escuchar esto Penelope hizo una cara de decepción y con sus ojitos de perrito con los cuales siempre lograba todo lo que quería de parte de el –Esta vez no va a funcionar señorita, en serio que yo más que nadie deseo hacerte mía pero mereces siempre lo mejor y en la noche de bodas te daré todo de mi –Pen asintió con resignación –Sobre lo que dijiste anteriormente, es verdad me había tocado porque encontré varios libros que hablaban de la intimidad pero no se compara nada en lo que me hiciste sentir pero sentí que solo yo me sentí satisfecha y tú, dime cómo puedo hacer para que te sientas bien –Penelope en serio era demasiado curiosa y esa curiosidad hacia que lo excitara, tomando de manera delicada la cara entre sus manos le dio un pico –Mi amor te lo mostrare en otro momento y es mentira que yo no me sentí satisfecho, el verte como una Diosa que exhumaba sensualidad y deseo me hizo sentir de la mejor manera, ahora la tormenta aún sigue por lo tanto debemos irnos a dormir, te acompañare a tu cuarto hasta que te duermas pero no haremos nada, ¿de acuerdo? –Penelope asintió, se sentía feliz de tenerlo, le dio un tierno beso y juntos y con mucho cuidado se dirigieron a su cuarto, Penelope puso su cabeza en el pecho de su amor y en poco tiempo se quedó profundamente dormida, Ant sabía que debía irse pero fue más el cansando por lo que también sucumbió ante el sueño, no podía desear más que dormir al lado de su amor.
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ELLA SERÁ AMADA (PENELOPE FEATHERINGTON)
FanfictionEra la temporada de 1888, pen ya era considerada una solterona, aun seguía teniendo una gran cercanía con la Familia Bridgerton pero lo que mas sorprendía a todos es que era muy cercana al Vizconde. En este libro quiero explorar la posibilidad en...