Cuidando Al Ceo

💵Capítulo 28💵

KAREN

Bajamos hacia la sala, luego fui hacia la puerta para ver a una mujer parada ahí. Parecía una modelo; era linda.

—"Soy Nohemí, ¿está Edward en la casa?"

—"Claro".

Abrí la puerta y la mujer entró. Cuando vio a Edward, se le tiró arriba.

—"Edward, amor mío, ¡qué alegría verte después de tanto tiempo!"

—"Disculpa".

Edward me miró y luego la chica se giró hacia mí.

—"Ah, hola".

—"¿Quién es ella, Edward?"

—"Una amiga".

La chica se rió y la miré sin entender su actitud.

—"Qué divertido eres. Soy su futura esposa; estamos comprometidos".

Ella levantó la mano y miré el anillo en sus dedos. Miré a Edward, quien ahora no me miraba a los ojos.

—"Solo me fui de vacaciones, pero ya estoy aquí".

—"¿Comprometida? Esto debe ser un error".

Ella me miró de arriba abajo y luego miró a Edward.

—"Edward, ¿quién es ella?"

Pero él no respondió.

—"Al parecer, nadie importante".

De nuevo, era una estúpida. Maldición, quería golpearme yo misma por lo estúpida que era. Caminé hacia la habitación para buscar mis cosas.

Estaba recogiendo todo cuando la puerta se abrió, revelando a Edward, pero ni siquiera lo miré. Quería salir de esta casa y no volver nunca más.

Creí que venía a decirme algo importante.

—"No te puedes ir, tienes trabajo que hacer".

Tiré el bolso a la cama y me acerqué a él, mirándolo con enojo.

—"No voy a trabajar".

—"Entonces tendré que despedirte".

En serio, era más idiota. No lo creo, él ganó todos los premios por ser el más idiota y cabrón del mundo.

—"No me despides, yo renuncio".

Miró mi cara y vio que estaba hablando en serio.

—"No puedes renunciar".

—"Mira cómo lo hago".

Fui a la cama y tomé mi bolsa, pero cuando iba caminando hacia la puerta, él me detuvo.

—"Voy a tomar el cargo del CEO. Tienes que estar a mi lado".

—"¿Y qué vas a hacer con la mujer que dice que será tu futura esposa?"

—"Eso fue antes de conocerte, Karen. Dame tiempo y terminaré la cosa con ella, pero no te vayas".

No sabía si darle una bofetada o solo irme de esa casa para siempre.

—"No te vayas, por favor".

Él me chocó contra su pecho.

—"No voy a poder con esto, Edward".

—"Déjamelo a mí".

Él se alejó de mí y miré cómo caminaba hacia la puerta.

—"¿Qué vas a hacer?"

—"A sacarla de la casa y decirle que no me voy a casar con ella".