Cuidando Al Ceo

💵Capítulo 4💵

KAREN

Lo miro parado frente a mí. —"Todavía no he terminado".

—"No me importa".

—"A mí sí".

Pero él agarró mi brazo firme y comenzó a caminar hacia la puerta, tomando mi bolso en el camino.

—"Al parecer, no tienes casa." —Abrió la puerta, me sacó hasta afuera y me dio mi bolso. —"No regreses mañana, estás despedida." —Y así, sin previo aviso, me cerró la puerta en la cara.

Maldición, si no hubiera sido por mi empresa, juro que no hubiera vuelto más. Caminé hasta mi carro y conduje hasta mi casa.

Al llegar a la casa, recibí una llamada de Chlóe. Respondí mientras abría la puerta.

—"Dime, Chlóe".

—"Quería saber cómo te fue".

—"Nada bien, me despidió como cinco veces, me dijo que me fuera de su casa aproximadamente cuatro veces y al final llegó con una mujer y me sacó del brazo de su casa".

—"¿Me estás diciendo que todo eso pasó en un día?"

—"En un día no, en una hora".

—"Maldición, Karen, ¿qué piensas hacer?"

—"No te preocupes, iré mañana temprano".

—"Esa es mi jefa, nunca se rinde".

—"Sabe que no podemos".

—"Lo sé, pero pronto vamos a salir de eso".

—"¿Cómo está la empresa?".

—"Muy bien, mañana tendrás que venir a firmar algunos papeles".

—"Iré, no te preocupes".

Luego de terminar la llamada, preparé algo de comer y me di una ducha antes de irme a la cama.

La mañana siguiente, estaba poniéndome una falda y una blusa formal para ir a la casa de Edward. Me coloqué unos tacones y salí de mi casa.

Conduje hasta la casa de Edward y coloqué la tarjeta cuando la puerta se abrió entre.

—"Te dije que no volvieras".

Miré hacia dónde provenía la voz y él estaba en la cocina, de espaldas a mí.

Me acerqué a él. —"¿Cómo sabía que era yo?".

—"Tus tacones se escuchan mucho antes de que abra la puerta".

Él se gira hacia mí y me mira de arriba abajo, pero sus ojos se quedaron más tiempo en mis tacones.

—"Quiero que dejes de venir con ellos".

—"¿Por qué razón?".

—"Porque soy tu jefe y yo lo digo".

—"Y si no quiero que...".

—"Está despedida".

—"Aww, por un momento pensé que era extraño que no me estaba despidiendo desde que entré".

Él se levantó del asiento y caminó hacia mí. —"No celebres mucho, tu saldrá por esa puerta, como salieron las anteriores".