💵Capítulo 38💵

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KAREN

Me giré hacia Edward, sintiendo que la rabia y el dolor se mezclaban en mi interior. Antes de que pudiera reaccionar, mi mano chocó contra su mejilla con un sonido seco que resonó en la habitación.

—"¿Cómo te atreves a venir aquí a golpear a Jack?" —dije casi gritando, la indignación fluyendo a través de mí.

Edward se tocó la mejilla adolorida, su expresión cambiando de sorpresa a furia.

—"Lo estás defendiendo" —dijo, su voz llena de enojo.

—"Sí, porque él en unas horas ha sido más hombre que tú en todo el tiempo que estuve contigo" —respondí, sintiendo cómo cada palabra era como un puñal en su orgullo.

De repente, Edward agarró mi brazo y me jaló hacia él, sus ojos oscuros reflejando su frustración.

—"¿Qué haces?" —pregunté gritando, luchando por librarme de su agarre.

—"Tú te vas conmigo. Eres mía y no dejaré que te quedes con ese estúpido" —dijo, su tono dominante me irritó aún más.

Logré soltar mi mano de su agarre y me alejé de él, sintiendo una necesidad urgente de poner distancia.

—"Ese estúpido que llamas amigo es la única persona que no me hizo derrumbarme cuando me hiciste pasar la peor vergüenza de mi vida" —dije, mi voz cargada de verdad y dolor.

—"¿Qué estás diciendo?" —preguntó, confundido pero claramente enfadado.

—"Lo nuestro terminó, Edward. Ve con tu futura esposa y jamás vuelvas a acercarte a mí" —dije, sintiendo la liberación de esas palabras.

—"¿De verdad eso quieres?" —inquirió, como si no pudiera procesar lo que estaba escuchando.

—"Lo quiero más que nunca. Te quiero muy lejos de mi vida" —grité, con toda la fuerza que podía reunir.

Él comenzó a caminar, desapareciendo tras la puerta, y sentí que una gran carga se aliviaba de mis hombros. Me giré hacia Jack, que todavía estaba con una expresión de sorpresa.

—"Vamos, toma asiento" —dije, apoyándolo mientras ayudaba a que se sentara más cómodo.

Al mirar su rostro, noté que de su nariz bajaba sangre. La preocupación me invadió.

—"¿Dónde está el botiquín?" —pregunté, alarmada.

—"Dile a Luisa que lo busque" —respondió, tocándose la nariz con cuidado.

Salí rápidamente y le dije a Luisa que buscara el botiquín. Apenas regresé a la sala de cine, ya tenía el botiquín en la mano. Comencé a limpiarle la sangre con alcohol y algodón.

—"¡Au!" —gimió de dolor.

—"¿En qué estabas pensando cuando te agarraste a golpes con Edward?" —pregunté, mirándolo de reojo.

—"Estaba pensando en ti, Karen. No podía permitir que viniera a humillarte más" —dijo, su voz seria y cargada de emoción.

—"¿Tanto te importo?" —inquirí, sintiendo que un pequeño hilo de esperanza comenzaba a surgir.

—"Mucho. No solo me importas. Estoy completamente enamorado de ti desde el momento en que te vi" —confesó, mirándome a los ojos con una sinceridad que me dejó boquiabierta.

Mis pensamientos se agitaron. La confesión de Jack hizo que todo lo que había vivido en las últimas horas, todo el dolor y la confusión, pareciera un poco más soportable. Allí, entre el caos y la violencia, había encontrado a alguien que realmente se preocupaba por mí. Fue un momento de claridad, y por primera vez en mucho tiempo, una chispa de felicidad comenzó a brotar en mí. Pero, ¿estaba lista para abrir mi corazón de nuevo?

Cuidando Al CeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora