Capítulo 11-Palabras

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El día del banquete estaba muy nerviosa, no solo por el poema, también era la primera aparición oficial junto a Fei Longxuan como su esposo. Pasó la primera parte del día eligiendo su atuendo y arreglándose, ni siquiera quiso comer porque sentía que no iba a poder tragar bocado.No había muchas corazas que una mujer como ella pudiese ponerse para estar en un lugar hostil, solo su estatus de princesa, así que se esmeró en lucir como una. Sedas y joyas para que la Liyuen mujer quedara al resguardo tras la Liyuen de la realeza. Y también se cubrió con aquella actitud imperturbable que le habían enseñado desde niña, aquella en que no debía dejar traslucir sus emociones, aquella que usaba como ropa que se ponía para ir al Palacio y se quitaba en su propia casa.

Cuando salió de sus habitaciones, Longxuan y Yichen jugaban al wéiqi en la galería y ambos se giraron a mirarla .

-Estás preciosa, vas a ser la más hermosa del banquete – dijo el niño mirándola encantado.

-¿Ya está lista? – preguntó Longxuan poniéndose en pie y ella asintió. El niño miró a su madre y luego al hombre con insistencia como si esperara que él también el hiciera algún cumplido- Creo que no tiene que preocuparse por el poema, van a estar distraídos mirándola – dijo torpemente.

-Gracias a ambos- respondió ella y se acercó a su hijo para despedirse- Ve a dormir temprano, no esperes despierto.

-¿Mañana me contarás?- preguntó ilusionado.

-Sí- respondió.

-Y mañana continuaremos la partida – agregó Longxuan.

-Cuide de ella – respondió el niño como si no fuera tan ajeno a las preocupaciones de su madre.

-Lo haré – respondió el ministro y se ganó una sonrisa como respuesta.

Fei Longxuan iba con su ropa de funcionario, Liyuen se había preguntado por qué él había elegido aquel atuendo en lugar de vestirse como Príncipe Consorte, pero lo cierto era que se veía mucho más imponente así. Ý cuando llegaron al banquete, lo entendió. Ella iba como la princesa real, pero él iba como alguien que esgrimía su propio poder. Y cuando le dio la mano para ayudarla a bajar y luego el brazo para que caminara agarrada de él, entendió que por esa noche, ese poder estaba a su servicio.

Saludaron a los que ya estaban reunidos, pero dos sirvientas reales vinieron a buscar a Liyuen para que se preparar para su presentación mientras los demás ocupaban sus lugares. Los nervios la traicionaron y presionó con fuerza el brazo de Longxuan, como si no quisiera irse.

-Princesa, debe acompañarnos- insistieron las mujeres y ella soltó su agarre. Pero él , en un gesto grandilocuente, quizás para animarla, quizás dirigido a quienes estaban cerca, tomó su mano y la llevó a sus labios para depositar un beso ligero. Hubo un leve murmullo de los presentes, Liyuen se sonrojó y por un instante sus nervios cambiaron de dirección, ya no por el poema, sino por aquel hombre. Con los pensamientos enredados, siguió a las mujeres.

Fei Longxuan fue llamado por el rey para presentarlo ante los embajadores de Huan, el gobernante lo presentó como Ministro, pero también les informó que era el Príncipe Consorte. Longxuan habló con ellos, evidenciando que estaba muy al tanto de la actualidad del país vecino con lo que se granjeó su aprecio rápidamente. Por ello, lo invitaron a sentarse a su lado en las mesas que habían sido preparadas al frente para los invitados. Trajeron la comida y el vino, era una selección de manjares locales, y luego un grupo de bailarines ejecutó una danza para entretenerlos, también hubo un recital de música y al final anunciaron a Liyuen.

Longxuan se preguntó si habían dejado su presentación hacia el final para tenerla esperado y ponerla ansiosa, cuando miró la expresión de la Concubina Shuan , sentada junto al rey y susurrándole algo al oído cada tanto, no tuvo dudas.

La Grulla y la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora