La Grulla y la Luna

Capítulo 13 -Telarañas

Noche rara, estoy un poco triste, demasiada realidad alrededor, paso a dejar capítulo para respirar un poco.

Espero que les esté gustando

--------------------------------------------------------------------------------------

Los días fueron pasando, dentro de la pequeña rutina establecida hasta que llegó el día del evento. Habían recibido la invitación y habían confirmado su asistencia. Tal como era costumbre los atuendos estaban bordados con flores, Liyuen llevaba un vestido rosa con peonías rosadas más oscuras y crisantemos blancos bordados en la fina seda, además no llevaba joyas sino flores en el cabello como indicaba la tradición. Tenía un aspecto juvenil y fue muy alabada por Yichen. El niño no asistiría pero estaba feliz de ver a su madre tan hermosa, ambos esperaban por el Ministro debajo del árbol de magnolias. Longxuan llevaba ropa azul noche con flores de loto bordadas en plata, aunque era un hombre joven, de no más de treinta años se lo veía solemne y regio con aquellas prendas. Parecía inalcanzable.

-¿Está lista? – preguntó llegando a su lado y ella asintió. En un gesto inesperado, él cortó una magnolia rosada de una rama baja y la añadió a las flores que ella llevaba en el cabello. Mientras lo tenía tan cerca, con sus ojos que llegaban solo hasta el pecho de él por la diferencia de alturas y lo sentía cernirse sobre ella,el corazón de Liyuen palpitó con fuerza. Y por un instante tuvo el impulso juvenil de cortar algunas flores blancas y colocarlas en el cabello recogido de él, pero sabía que no sería bienvenida. La forma en que la observó, se lo confirmó. La acción de Fei Longxuan había sido como la de un pintor que agrega una última pincelada a un cuadro, para asegurarse que la belleza fuera perfecta, nada más que eso.

-Vamos – respondió intentando sacudirse las sensaciones. Se inclinó para darle un beso de despedida a Yichen y luego se marcharon.

El evento anual se hacía en los jardines del palacio, aunque era más lujoso que nunca , habían agregado flores y macetas para decorar cada rincón, las mesas distribuidas por distintos sitios, también estaban decoradas además de rebosar de comida. El Rey no participaba de aquel evento, estaba a cargo de la Concubina real y las demás mujeres del palacio. Había algo en aquella exuberancia que incomodo a Liyuen, pensó en su hermano en las fronteras, pensó en el pueblo que no podía gozar de aquellos esplendores.

-Es mucho ...- susurró más para ella misma, pero Longxuan la escuchó.

-Sí, lo es. No es una mujer prudente, y eso es una ventaja para nosotros –le dijo inclinando la cabeza hacia ella.

-¿Qué debo tener en cuenta?

-Indicios de alianzas o enemistades, aunque a veces no son tan distintas – dijo- Cualquier indicio de vínculos que nos sirvan para empezar a investigar, la información da poder.

Liyuen asintió, sabía mejor que nadie como se tejían las telas de araña en palacio, podía estar lleno de flores, pero también había oscuridad. La ambición era un veneno.

Fueron recibidos, la Concubina Shuan los saludó brevemente, y luego empezaron recorrer el lugar. Era común visitar los distintos espacios del jardín para admirar las flores y detenerse a conversar con otros invitados. Había mesas con aperitivos distribuidas a lo largo de los jardines, y luego estaban las mesas principales para reunirse a comer cuando lo indicara la anfitriona.

Longxuan y Liyuen hicieron parte del recorrido juntos y luego se separaron para poder abarcar más lugares y personas.

La princesa observó cuidadosamente quiénes eran los invitados, quiénes se reunían con quienes y trató de leer sus expresiones faciales más allá de escuchar lo que decían. Muchas damas nobles se acercaron a saludarla y ella trató de detectar la sinceridad y la mentira entre los elogios que le hacían. También se acercaron algunos partidarios de su hermano, preguntando si ella tenía alguna información del príncipe heredero, Liyuen solo sonrió y fingió ignorancia, su hermano estaba en el norte, era todo lo que sabía. Los invitados fueron convocados a acercarse al lugar del festejo principal, y allí se topó con otro grupo de mujeres. A la cabeza estaba la esposa del viceministro de guerra y otras esposas de funcionarios, además de sus hijas. Se le acercaron con una sonrisa y ella se preparó para el ataque. Las había visto antes cerca de la Concubina Shuan.

-Su alteza...

-Lady Yang – la saludó ella y luego saludó a cada una de las presentes que le hicieron una leve reverencia, en las hijas se notaba el fastidio claramente. Las madres apenas lo disimulaban.

-Queríamos felicitarla, nos dijeron que su poema fue todo un éxito, y también pro su matrimonio.

-Gracias.

-¿Quién hubiera imaginado que se casaría con el Ministro Fei? Había tantas mujeres jóvenes interesadas en él, y usted fue la elegida.

- Es verdad, llegamos a pensar que no estaba interesado en casarse. Con treinta años y aún soltero mientras tantas familias intentaron que fuera su yerno – agregó la señora Liú. Y aquello la incomodó, era cierto que más allá de su compromiso con su trabajo era extraño que hubiera permanecido soltero.

-Dicen que es más fácil variar el curso de un río que el carácter de un hombre, supongo que el ministro Fei no estaba interesado- respondió ella manteniendo la calma.

-Claro, claro, cada persona tiene su carácter así que él debe haber estado esperando a alguien auspicioso como la princesa- agregó la señora Yang y no era un halago. Daba a entender que Longxuan era ambicioso y había buscado casarse con ella por su título.

- En realidad la esperaba a ella, por eso no me casé antes- dijo Longxuan a sus espaldas. Se había acercado sigilosamente y obviamente había escuchado parte de la conversación. Ella lo miró sorprendida, él puso su mano en su cintura y la acercó a él.

-Ministro Fei- lo saludaron incómodas.

-Señoras – saludó él inclinando levemente la cabeza- vine por mi esposa, la extrañaba. Liyuen, ¿buscamos donde sentarnos? – preguntó cambiando el tono de voz a uno más suave y cálido.

- Sí, un placer verlas- se despidió de las mujeres y se alejó con Longxuan aún manteniéndola abrazada a él. Cuando se alejaron lo suficiente ella le susurró algo.

-La señora Yang lleva una horquilla regalada por la Concubina Shuan, está hecha por su artesano personal así que es fácilmente reconocible- no se animó a comentar sobre lo sucedido, quería volver a concentrarse en su objetivo en lugar de la sensación de la mano de él en su cintura.

-También descubrí algunas cosas interesantes, no ha sido una pérdida de tiempo venir- le dijo y la ayudó a sentarse – Comamos, al menos por ahora no han envenenado la comida – agregó y ella no supo si preocuparse o reír. Estar ahí le envenenaba el alma y quizás algún día también intentarían envenenarle el cuerpo. Miró al hombre que estaba a su lado. Al menos no estaba sola.

Regresar a su casa, a su propio jardín después de aquel evento fue un alivio, fuera de palacio Liyuen volvía a respirar. Yichen la saludó brevemente porque estaba estudiando, pronto sería el examen imperial y aunque hubieran acordado que no debía salir en los primeros lugares, aún así estudiaba con ahínco para probarse a sí mismo. Ella iba a cambiarse, pero Longxuan le pidió que primero se reunieran en su estudio para compartir información, así que así ataviada como estaba, lo siguió para hacer juntos una exhaustiva lista de todo lo que habían descubierto en la fiesta. Alianzas, enemigos, aliados, gente que parecía estar del lado del Príncipe Heredero y gente que tramaba en contra de él. Conversaciones y detalles que parecían superficiales, todo podía ser una pista que los ayudara a tener ventaja. Les llevó un par de horas, organizar información y pensar las posibles conexiones.

-Creo que con esto tengo por dónde empezar – dijo él cuando la vio bostezar- vaya a descansar.

-Es peligroso – dijo ella de pronto. Mientras trabajaban se había dado cuenta que él estaba corriendo tanto riesgo como ella al unirse en aquella extraña alianza. Tal vez le hubiera traído algún beneficio, pero también lo ponía en peligro.

-Siempre lo fue – respondió Longxuan restándole importancia-por eso es importante ganar, para que no sea en vano correr el riesgo.

Liyuen asintió y se retiró.